Rebelión de la tropa
¬ José Carlos Robles Montaño miércoles 11, Ago 2010A Pleno Sol
José Carlos Robles Montaño
— DF, ¿estado 32?
“A mí me interesa saber quiénes son los que cobran las cuotas, a mi me interesa saber dónde se reúnen, a mí me interesa saber cómo actúan, a mí me interesa saber quiénes los cobijan y se coluden con ellos: ministerios públicos, jueces, policías, alcaldes o gobernadores…..” . Las anteriores palabras fueron pronunciadas por el residente de Los Pinos en una de las sesiones celebradas en el Campo Marte sobre los Diálogos por la Seguridad, cuando pidió, una vez más, la solidaridad de legisladores, curas y sociedad en general en su lucha contra el crimen organizado.
INCONFORMIDAD
A los agentes federales estacionados en Ciudad Juárez, que se amotinaron y detuvieron a sus comandantes Salomón Alarcón Romero, Ricardo Duque Chávez, Joel Ortega Montenegro y Antelmo Castañeda Silva, a los que señalaron como corruptos y por servir al crimen organizado les salió el tiro por la culata, ya que antes de que se les premiara por haber tenido la valentía de denunciar, detener y exhibir como hampones a sus jefes, a punto están de ser sancionados por el alto mando por ser “instigadores” e insubordinados, lo que se considera un delito grave, según lo afirma Marco Tulio López Escamilla, responsable de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Federal Preventiva.
Si a los federales valientes se les fincaran responsabilidades por insubordinación y en el extremo se les diera de baja de la corporación, puede estar cierto el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, que los brotes de inconformidad de la tropa en contra de sus altos mandos prepotentes y corruptos se generalizaría a lo largo y ancho del país, y más cuando entre los federales hay una gran inconformidad por las interminables jornadas de trabajo a que son sometido, casi siempre acuartelados, por los bajos salarios que perciben, por la falta de vacaciones y porque a no pocos de los familiares de los policías muertos se les regatea la ayuda tantas veces prometida.
Difícil y grave problema el que se derivó del amotinamiento juarense. No va a ser fácil decidir si los federales que fueron capacitados para luchar contra el crimen organizado y detener a sus cómplices tuvieron la razón al detener a sus mandos corruptos y vendidos a los cárteles de las drogas; si su rebeldía debe ser sancionada de acuerdo con la ley por cometer actos indebidos contra sus jefes, corruptos o no; si debían mantenerse obedientes a las órdenes que se les ordenaban sus superiores, así se demostrara su corrupción.
En el Congreso, ya hay voces de legisladores que piden, que antes que castigar a los federales que se inconformaron con las actitudes de sus jefes, señalados como cómplices del crimen organizado, se les debe de premiar con ascensos a los grados superiores por haber cumplido con su tarea para la que fueron contratados.
Un levantamiento de uniformados, que bien puede interpretarse como un ¡ya basta! como grito de inconformidad por negarse a obedecer órdenes de hampones de placa y uniforme. Y que a nadie le extrañe que iguales actitudes se den en el futuro entre soldados y marinos que están subordinados a jefes y oficiales relacionados con el crimen organizado.
Lo peor del caso, es que si se les aplicaran sanciones a los federales que se atrevieron a denunciar y detener a sus jefes por corruptos, la palabra empeñada del michoacano de que lo que le interesa saber es quien, como, cuando y dónde protegen a los criminales quedaría como uno de tantos discursos para repartir culpas por la fallida lucha contra los cárteles de las drogas.
POR CIERTO
En el encuentro –uno más– sobre Diálogos por la Seguridad, ahora con dirigentes de los partidos políticos, el residente de Los Pinos no logró el visto bueno de los participantes, ya que como se ha hecho costumbre, la dirigente del PRI, Beatriz Paredes, se le fue a la yugular porque contra todo lo que se dice el crimen organizado sigue haciendo de las suyas a lo largo y ancho del país. La tlaxcalteca criticó que sólo con discursos se quiera convencer a la sociedad de que se hace lo correcto para enfrentar al crimen organizado.
Encuentro en el que ni siquiera el colaboracionista Jesús Ortega del PRD le reconoció al michoacano que lo bien dicho estaba bien hecho. ¿El panismo? Bueno, ya se sabe, ellos bailan al son que les toque su patrón.
LO DICHO
Durante el acto del primer informe de gobierno del alcalde de Ecatepec, Eruviel Ávila Villegas, el gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto hizo declaraciones, que más bien fue un mensaje con destinatario no mencionado por su nombre, pero claramente identificado por los políticos, de mantener su decisión de tener una cercanía con estos órdenes de gobierno más allá del origen partidario, de comprometer la voluntad y recursos presupuestarios, para que nuestra labor sea de mayor productividad con la definición de proyectos compartidos.
Palabras del gobernador que dejan muy en claro que él no congela y retrasa la entrega de las partidas económicas que les corresponden a los municipios, gobernados por munícipes de cualquier corriente política. Entregas de dinero a tiempo para que los alcaldes puedan cumplir con su misión de hacer mejor gobiernos. Cero subejercicios presupuestarios, como lo ha venido decidiendo el gobierno federal, sobre todo en entidades federativas que no tienen la divisa de Acción Nacional.
DF, ESTADO 32
El jefe de gobierno del DF le da vida a la iniciativa para que el Distrito Federal se convierta en el estado 32 del país, con Constitución propia y una Cámara de Diputados, ya no sólo asamblea.
Marcelo Ebrard espera que el Senado le apruebe las reformas, tantas veces buscadas.