Farruquito le puso sabor al Lunario
Espectáculos martes 21, Jul 2015- El artista regaló su flamenco más puro y de alto nivel con su espectáculo “Improvisao”
Asael Grande
Con un baile visceral, Farruquito dejó la piel en un intento de fundirse con el público, a través de la improvisación.
Heredero de una escuela única fundada por Farruco, su abuelo, Juan Manuel Fernández (Farruquito) le puso sabor a su presentación en el Lunario del Auditorio Nacional, escenario donde nos regaló su flamenco más puro y de más alto nivel con su espectáculo “Improvisao”, una vuelta a sus orígenes, donde hubo canto y baile, fundidos en los sonidos de la guitarra.
Con un baile auténtico y visceral, Farruquito se despojó de todos los trucos escénicos para dejarse la piel en un heroico intento de fundirse con el público, a través de la improvisación de un flamenco íntimo, donde el público se transportó a otro universo, con músicos que acompañaron a Farruquito, que fueron el centro de la creación artística, sin artificio alguno, con la improvisación, como “leit motiv”.
Farruquito no tuvo que esperar esta vez hasta el fin de la fiesta, cinco minutos le bastaron para arrancar la primera cascada de aplausos, el público se volcó como nunca con el bailador flamenco, un maestro que demostró a cada momento que el baile y el taconeo le llega por las venas, junto a su pareja de baile.
El espectáculo acercó a los asistentes a un bailaor arraigado a sus raíces, las cuales nunca olvida para mostrarnos el verdadero sentido de un flamenco puro. Ese flamenco que se convierte en arte y que nunca pasa de moda por el hecho de ser eso, arte. El sevillano ofreció la espontaneidad en su manera de bailar creativa y sincera, sin revestimientos ni parafernalias, por eso, es lo “Improvisao” del baile flamenco.
Farruquito regaló la magia del arte en lo que mejor sabe hacer, bailar, para involucrar al público mexicano. El bailaor reflejó su propia personalidad en el escenario con “Improvisao”, siendo así el protagonista pleno de su espectáculo, donde demostró ser el rey del flamenco en el escenario y recibir la ovación del público hasta el final.
