Corrupción en penales
¬ Augusto Corro lunes 20, Jul 2015Punto por punto
Augusto Corro
Luego de la increíble fuga de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, las autoridades federales deben empezar una limpia de malos funcionarios en las prisiones de alta o máxima seguridad.
Lo ocurrido en Almoloya encendió los focos de alarma sobre los puntos débiles que vulneran los presidios donde se encuentran los delincuentes más peligrosos.
Por ejemplo, ya se comprobó que la corrupción es uno de los factores más importantes para la evasión de reos.
No se excluyen otros elementos como la falta de mantenimiento a los inmuebles y a los equipos de vigilancia. En La Palma, cárcel de la que se fugó “El Chapo”, ya en 2013 se notaban fallas importantes.
En esas fechas ya se hablaba de la corrupción, el quebrantamiento del Manual de Seguridad, la distribución ineficiente de recursos humanos, etc.
Claro, estaba incluido el reporte sobre las carencias de equipo tecnológico de apoyo a las labores de vigilancia. Ya en este mismo espacio señalamos hace varios días que las prisiones en México son un verdadero caos; quizá no tanto las federales. ¿O como entender que entre 2009 y 2013 más de mil reos se escaparon de cárceles locales y federales?
DE CUSTODIOS E INTERNOS
Un delincuente es llevado a la cárcel por múltiples razones, pero la principal es que cometieron un delito penado por la ley. A veces esto se olvida.
Es decir que un sujeto que delinque es separado de la sociedad a la que agredió.
Lo anterior nos lleva a preguntar lo siguiente: ¿Debe un reo disfrutar de los mismos privilegios que un ciudadano común que observa el cumplimiento estricto de la ley? Pues vivimos tiempos en que se trastocaron las ideas y son los propios reclusos son quienes exigen mejores tratos y toda clase de privilegios, como si fueran representantes de ciudadanos ejemplares.
Y, tristemente, los encargados de administrar y vigilar los penales acceden a los reclamos de los internos. Esa posición de ceder a las peticiones de los reclusos obedece a acciones que caen en las esferas de la corrupción.
Por ejemplo: tener televisión en la celda cuesta tanto dinero; si quieres teléfono inalámbrico y un número incontrolable de llamadas al exterior o mejor atención de los guardias para que te protejan; o ropa para invierno, mejor comida, se exige cuota extra, etc.
Si las autoridades no responden a las inquietudes de los reos, estos llevan a cabo sus huelgas de hambre, una protesta tan obvia que solamente preocupa a las autoridades del penal, a nadie más.
¿Es correcto que un delincuente viva en las mismas condiciones de confort y privilegios o en mejores condiciones que los ciudadanos de una sociedad a la que agredió?
LEYES, MAYOR ATENCIÓN, ETC.
Está visto que las prisiones de alta seguridad en México no cumplen su función correctamente. “El Chapo” ya demostró que las prisiones de máxima seguridad como Puente Grande, en Jalisco; o La Palma, en el Estado de México, no fueron un obstáculo para que se burlara de la justicia.
En Puente Grande (Puerta Grande) salió, según se informó, escondido en un carrito de ropa; en La Palma se escapó a través de un túnel de 1.5 kilómetros.
En ambos casos estuvo presente la mano de custodios y funcionarios corruptos, la médula más importante de ambas fugas. De esas dos experiencias, las autoridades federales tendrán que buscar formas nuevas para la selección del personal carcelario. También, desde luego, brindar una mayor atención a los equipos de seguridad y al mantenimiento de los inmuebles.
La tarea será ardua, pero no hay otros caminos. En este tenor, se deben revisar las leyes para castigar con más rigor a aquél que se fugue de la cárcel previa corrupción de los vigilantes. De acuerdo con el avance de las investigaciones salió a flote la falta de preparación de los custodios o vigilantes.
Cinco de los siete consignados que facilitaron la salida del sinaloense antes de realizar tareas de inteligencia y vigilancia se desempeñaban en oficios como el de taxista o de capturista de datos.
Es una gran oportunidad que se presenta a las autoridades para aplicar todo el peso de la ley a aquellos servidores públicos que sucumbieron a las ambiciones del dinero, o vaya usted a saber que, para ayudar a “El Chapo” en su evasión. La meta de las autoridades federales es la recaptura del sinaloense, el castigo ejemplar a los custodios y funcionarios corruptos y la aplicación de programas para evitar nuevas fugas en los penales.
EL DESTINO DE LA PALMA
Tras la evasión de “El Chapo” salieron a flote todos los problemas que aquejan al presidio La Palma, para diagnosticarle su situación actual como “en estado de coma”, debido a las violaciones en materia de seguridad.
A raíz de la fuga multimencionada La Palma se transformó en un sitio de visitas de funcionarios, legisladores, etc., que no ayudaron en nada con su presencia; pero sÍ alteraron las medidas de alta seguridad.
Uno de los visitantes al reclusorio, el senador Alejandro Encinas, se pronunció por el cierre del complejo penitenciario o bajarlo de categoría a un penal de mediana seguridad, pues consideró que no cumple con los requisitos de máxima seguridad.