En el peor de los mundos posibles
Roberto Vizcaíno viernes 17, Jul 2015Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- La crisis de Ucrania derivó en la baja internacional del precio del petróleo y la cancelación de proyectos en México
- Ahora el rescate de Grecia y el acuerdo de Irán, le pegarán de nuevo a la economía mexicana
- Mancera terminó de reorganizar su gabinete con miras a asegurar su sucesión en el DF
¿Existe la mala suerte?
Pues si no existe como muchos afirman, lo que le pasa al presidente Enrique Peña Nieto desde septiembre pasado se le acerca mucho.
Bueno, la verdad es que desde que llegó a Los Pinos el mexiquense va de los éxitos más sorprendentes, a los peores momentos:
Entre las cosas buenas Peña Nieto puede ufanarse de haber logrado un reconocimiento casi inmediato de los principales líderes del mundo entero, especialmente del desarrollado.
Sin duda el Pacto por México que le permitió avanzar en 29 reformas estructurales para rediseñar al Estado mexicano, es otro de sus hits ni siquiera soñado por sus antecesores.
Sacar a México de la dinámica de la espiral ascendente de las ejecuciones, la violencia y la inseguridad, para comenzar a crear cada vez más espacios de paz y tranquilidad, es otro logro.
Obtener flujos importantes de inversión para crear empleos y elevar la producción y productividad nacionales es uno más de sus logros.
Pero al parejo Peña ha tenido que lidiar, enfrentar, resolver de entrada lo del más que sorpresivo estallido en la Torre de Pemex, el surgimiento y proliferación de grupos de autodefensa, la convergencia de los huracanes “Ingrid” y “Manuel” en plenas fiestas patrias de septiembre que provocaron graves daños en Guerrero –especialmente en Acapulco– y en 19 estados más.
En estos 3 años Peña Nieto ha sido constantemente confrontado, retado, por los maestros de la CNTE y desde septiembre pasado ha vivido un fuerte deterioro de credibilidad –según ha sido reconocido por él mismo–, debido al escándalo de la llamada Casa Blanca y luego por el secuestro, ejecución e incineración de 43 normalistas de Ayotzinapa. Como colofón llegó –también en septiembre–, el huracán “Odile” que devastó Los Cabos.
Y ahora mismo esta racha de ¿mala suerte? se profundiza con la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
¿POR QUÉ NO CAMINAN?
Este recuento se refiere a cuestiones que han ocurrido dentro de México y de los cuales tiene cierto control o capacidad de respuesta, pero hay acontecimientos, decisiones internacionales que han casi hundido las perspectivas con las que inició.
El problema ahí es que Enrique Peña Nieto no puede hacer nada para modificar esta situación.
Mire, el primer gran golpe externo a sus perspectivas nacionales y a su gestión, con las cuales pretendía consolidar sus reformas y lanzar por primera vez a México hacia un crecimiento del 7 % anual con el consecuente incremento de bienestar y empleo y una disminución sustancial de la pobreza, vino imprevisiblemente de la crisis de Ucrania.
El conflicto interno en aquel país del este europeo –46 millones de habitantes y con fronteras con Rusia, Bielorrusia, Polonia, Eslovaquia, Hungría, Rumania y Moldavia y salida al mar Negro y al mar de Azov al sur–, provocó la intervención militar rusa y la anexión de Crimea a Rusia.
El asunto derivó en sanciones de la Unión Europea y de EU a Rusia. Pero la mayor decisión la impulsó el gobierno de EU al obligar a sus aliados árabes productores de petróleo para incrementar su producción y provocar un derrumbe del precio de los hidrocarburos.
El golpe fue seco para el gobierno de Putin, pero devastador para el de Peña Nieto y los de otros países petroleros en el mundo.
Peña Nieto paró todos sus proyectos y las reformas entraron en un impase. Se recortó el gasto y hoy se habla de aplicar el Presupuesto Base Cero para replantear y reordenar todos los gastos. Es la aplicación de la tesis de: obtener de lo perdido, lo que aparezca.
El reajuste fue asumido en momentos hasta con beneplácito. Significaría en el fondo un replanteamiento de todo, de salvar y avanzar en lo realmente importante.
En eso estaba Peña Nieto, cuando se escapó “El Chapo” Guzmán… y en Viena, EU –más otras 6 naciones nucleares–, firmaban un pacto con Irán.
Obama se puso feliz porque así concluían 35 años de confrontaciones con los regímenes de los ayatolas de Teherán, pero Peña Nieto y otros mandatarios como Dilma Rousseff en Brasil, Rafael Correa en Ecuador, Maduro en Venezuela y algunos más se metían a su closet favorito, a donde nadie los ve ni escucha, para gritar su desesperación.
¿Por qué?
Bueno, porque el acuerdo EU-Irán colocará pronto entre 500 mil a 800 mil barriles diarios de petróleo en el mercado de los energéticos del mundo… y el precio de por sí pobre del petróleo bajará aún más.
A todo esto habrá que sumarle el acuerdo de la Unión Europea para aplicar 65 mil millones de euros en el tercer recate a Grecia.
Eso significa que el flujo de inversiones provenientes del viejo continente hacia el resto del mundo –en donde se encuentra México–, va a ser muy light.
No esperemos ni en lo que resta del año ni en los que siguen, grandes inversiones europeas en México.
Total, que cuando no le llueve se le inunda y tiembla al mexiquense. Ante esta nueva perspectiva del mercado petrolero, deberá haber un ajuste y recortes aún más fuertes en México.
Ahora sólo falta que termine de hacer erupción el volcán de Colima.
LICITACIÓN POBRE
Frente a este contexto y circunstancia no fue extraño que sólo se hayan licitado finalmente dos de 14 campos petroleros en la primera ronda de Pemex.
¿Quién le va a entrar ahorita al negocio petrolero si todo va a la baja?
Lo interesante es que nadie lo explique. Que los duchos comunicólogos del gobierno, empezando por Eduardo Sánchez, ni siquiera hagan el intento de darle contexto a estos acontecimientos para descargar un poco las críticas que se hacen indebidamente a su jefe el presidente Peña Nieto.
Pero en fin…
MANCERA PREPARA SUCESIÓN
No pocos bromearon con el reajuste anunciado y hecho ayer finalmente en su gabinete por Miguel Ángel Mancera.
Pero la reorganización no tiene nada de chiste, es simplemente un movimiento político necesario luego de las elecciones intermedias que colocaron –tampoco hay sorpresas en eso–, a Andrés Manuel López Obrador y los suyos como la segunda fuerza política en la capital del país.
Quizá Mancera no sepa a estas alturas del juego si competirá por la Presidencia de la República en el 2018. Lo que sí sabe es que no puede dejarle el poder completo a AMLO en la siguiente elección.
De ahí que ayer colocó ya a sus alfiles para sucederlo:
Patricia Mercado, como nueva secretaria de Gobierno lleva mano. Y plantea la posibilidad de ser lanzada como candidata independiente para la jefatura de gobierno. Será sin embargo la más expuesta de todos.
En segundo lugar están, obviamente, dos cartas importantes:
Manuel Granados, quien de líder de la mayoría perredista en la Asamblea pasa a ser jefe de la Consejería Jurídica (algo similar a lo que Mancera era como procurador del DF), y la senadora Alejandra Barrales, quien pasa a ser titular de Educación, cartera por demás comprometida. De entre los dos puede salir el candidato del PRD a jefe de gobierno en 2018.
La otra carta fuerte de Mancera es la inclusión de la ex gobernadora de Zacatecas, la diputada federal Amalia García, quien desde la Secretaría del Trabajo será el antídoto para el ex gobernador de Zacatecas, Ricardo Monreal, quien llega a la delegación Cuauhtémoc para ser la avanzada de AMLO hacia la jefatura de gobierno del DF. Amalia lidió a Ricardo Monreal en Zacatecas y lo venció. Ahora espera hacer lo mismo aquí en el DF.
Los demás nuevos cargos realmente son irrelevantes. A Héctor Serrano, mano derecha indudable de Mancera, el jefe de gobierno lo saca del golpeteo y lo ubica en la Secretaría de Movilidad.
¿En serio cree que le creemos que ya no va a ser su operador político?