El adiós de Rufino León y Joel Ortega
¬ José Antonio López Sosa viernes 17, Jul 2015Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Ante los anuncios del jefe de gobierno el día de ayer, con relación a las nuevas personas que integrarán su gabinete, hay un par de comentarios que haré en esta columna, uno sobre Rufino León y el otro sobre Joel Ortega, ambos desempleados al día de hoy.
Rufino León, quien fuese secretario de Movilidad (o de transportes anteriormente), fue director del Sistema de Transporte Eléctrico en la administración de Marcelo Ebrard. Durante su gestión se dio uno de los choques entre carros del Tren Ligero que corre de Taxqueña a Xochimilco, una de las afectadas -una mujer mayor- tuvo serias consecuencias tras el impacto, mismas que el sistema de transporte eléctrico -por instrucciones de León- evadió en responsabilidad.
En nuestro espacio radiofónico en Grupo Radio Fórmula dimos voz a dicha denuncia, hicimos una amplia investigación y como consecuencia, el señor Rufino León nos vetó durante su gestión como secretario de Movilidad. Por más que le buscamos para entrevistarlo, para que resolviera denuncias ciudadanas que llegaron hasta nuestra redacción, él se negó categóricamente a través de los canales de comunicación institucionales del Gobierno del Distrito Federal.
La prueba clara de un político que actúa con el estómago y no con la razón, constatamos que en la clase política el poder quita la vista y el oído, los hace marearse con subirse a un ladrillo y actúan como si no tuviesen obligación de dar explicaciones, no a los periodistas, a los ciudadanos.
Pienso que alguien en el PRD saldrá al rescate del señor León para emplearlo en algún lugar de las izquierdas.
El caso de Joel Ortega es aún más grave, después de todo lo que conocemos que ocurrió en su gestión -y después- en Gustavo A. Madero, luego de su remoción por la incapacidad que demostró en la tragedia del “News Divine”, nunca entendí por qué le dieron la oportunidad de dirigir al Metro capitalino.
Como director del Metro su paso marcó opacidad, una clara insistencia por culpar a medias a los responsables de la Línea 12, con un sentido más político que jurídico, no resolvió nada, sólo se enredó más y más. No acabó con los vagoneros, no cumplió la mejora del servicio e incluso demostró otra vez, su ineficiencia tras el choque de trenes en Oceanía (no porque hayan chocado, sino por la forma en que se manejó la crisis).
Seguramente, Joel Ortega no necesita trabajar, supongo que ha ahorrado mucho dinero en su paso por las dependencias y bien le haría a la ciudad de México, que se retirara de la política para siempre.
www.lopezsosa.com
joseantonio@lopezsosa.com
@joseantonio1977