El Papa pide perdón por olvidarse de la clase media
Mundo martes 14, Jul 2015- Los que pagan impuestos no están en sus mensajes
Ante la pregunta de un reportero, el papa Francisco reconoció un desbalance en sus discursos públicos, muy centrados en la inequidad entre ricos y pobres, y pidió perdón por olvidarse de incluir en sus mensajes a la clase media.
Francisco tuvo una reacción inesperada a la pregunta de un periodista alemán durante el vuelo Asunción-Roma, en la conferencia de prensa de más de una hora que sostuvo con la prensa que lo acompañó en su gira por Sudamérica.
“¿Por que en el magisterio del Santo Padre existen tan pocos mensajes sobre la clase media, la ‘gente normal’, esa que trabaja y paga impuestos?. Y si quisiera dar un mensaje ¿Cuál sería?”.
“Muchas gracias. Es una buena corrección. Eh. Usted tiene razón. Es una equivocación por mi parte (no) pensar en esto. Haré algún comentario, pero no para justificarme. Pero usted tiene razón. Tengo que pensarlo”, señaló.
El Pontífice argumentó que, actualmente, el mundo está polarizado y la clase media es muy pequeña. “Quizá esto me ha llevado a no darme cuenta de esto”, insistió.
Precisó que habla siempre de los pobres porque son el “corazón del evangelio”, advirtió que no lo hace como un fenómeno sociológico y además constató que el número de ellos es muy grande.
“Sobre las clases medias, hay algunas palabras que he dicho un poco en el pasado, pero la gente común, la gente sencilla, el obrero tiene un gran valor. Pero creo que usted me dice algo que debo hacer. Debo profundizar más en este magisterio. Se lo agradezco, le agradezco por la ayuda”.
Poco más de una hora dedicó el Papa a su conversación con los periodistas y, al responder a las 18 preguntas que le lanzaron, abordó numerosos temas que incluyeron aspectos como la economía, la geopolítica, las relaciones internacionales y los aspectos religiosos.
Reconoció que no sabe mucho de economía porque le tiene “alergia” porque su papá era contador y muchas veces trabajaba los fines de semana en su casa porque no terminaba en la oficina.
Sobre la crisis de Grecia y su amenaza conjurada de abandonar el euro, el líder católico consideró simplista sostener que la responsabilidad de la situación la tiene una sola parte y consideró que el gobierno de Tsipras está haciendo una revisión “un poco justa”.
Auguró que se encuentre una solución al problema griego y un camino para vigilar que otros países caigan en lo mismo, porque “el camino de los préstamos y la deuda no termina nunca.
Por otra parte, reconoció que en Estados Unidos se han levantado críticas ante sus duros discursos en contra de un sistema que se ha consagrado al “dios dinero”, pero justificó que todavía no tuvo el tiempo de recibir y estudiar las críticas, para emprender un diálogo.
Precisó que, una vez terminado su viaje apostólica a Ecuador, Bolivia y Paraguay comenzará a estudiar la situación en Cuba y Estados Unidos, a los cuales viajará en septiembre próximo.
Más adelante justificó su presencia, el jueves pasado, en el Encuentro Mundial de Movimientos Populares en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia). A los mil 500 participantes en esa reunión les dirigió el más largo de los discursos de su viaje.
Sostuvo que son movimientos que tienen fuerza y son tantos, no se sienten representados por los sindicatos tradicionales , porque dicen que ahora ellos son una corporación y no luchan por el derecho de los más pobres.
Precisó que la Iglesia no puede ser indiferente a este fenómeno, debe echar mano de su doctrina social y entrar en diálogo con estos movimientos, con quienes se puede conversar bien.
“Vieron el entusiasmo de ellos por ver que la Iglesia no estaba lejos de ellos: está cerca y les ayuda a luchar. Hay un diálogo: no es que la Iglesia hace una opción por el camino anárquico. Estos trabajan, eso es lo primero”, explicó.
“Todo lo que he dicho es doctrina social de la Iglesia. Cuando hablo al mundo de la empresa digo lo mismo. Por ejemplo, en la encíclica Laudato si hay una parte sobre el bien común y la deuda social de la propiedad privada que va en ese sentido. Es aplicar la doctrina social de la Iglesia”, ponderó.
Saluda a Dilma y a Felipe VI al sobrevolar Brasil y España
El papa Francisco saludó a la presidenta de Brasil, Dilma Roussef, y al rey de España, Felipe VI, al sobrevolar ambos países en su regreso a Roma después de su gira sudamericana.
“Regresando de la visita que me llevó a encontrarnos con tantos hermanos de Ecuador, Bolivia y Paraguay, saludo a vuestra excelencia deseando para Brasil un futuro sereno y feliz para sus hijos que recuerdo con nostalgia y a quienes envío una bendición apostólica”, señaló el mensaje enviado a Roussef.
El que dirigió a Felipe VI precisó que “al volar el territorio español de regreso a Roma, me es grato enviar un cordial saludo a vuestra majestad y a la reina, así como a todos los hijos e hijas de esas queridas tierras a los que reitero mi afecto, rogando al señor abundantes dones celestiales que los ayuden a vivir en armoniosa competencia”.
Por cuestiones de protocolo, el Papa suele enviar este tipo de telegramas cuando el avión que lo traslada atraviesa el espacio aéreo de las naciones.
En el caso de Paraguay, que fue la última escala de su viaje, Su Santidad dejó una carta al presidente de ese país, Horacio Cartes, en la que le expresa “mi agradecimiento y afecto a ese querido pueblo, lo llevo en mi corazón, pido al señor copiosas gracias para todos que les ayuden a progresar en fraternidad y armonía”.
Un escrito similar recibió el presidente de Bolivia, Evo Morales, a quien le manifestó su gratitud para el pueblo boliviano, al que “llevo en mi corazón y ruego al señor abundantes gracias para todos, que les permitan progresar cada día más en una armoniosa convivencia y una paz estable”.