Una fe sin solidaridad está muerta: El papa Francisco
Mundo lunes 13, Jul 2015- Finaliza visita pastoral por Sudamérica
Una fe está muerta cuando no hay solidaridad porque, no es la fe de Jesús, advirtió el papa Francisco durante su visita al barrio del Bañado Norte, de Asunción, Paraguay.
Tras recorrer algunas casas de los habitantes, desde un escenario improvisado, el líder católico escuchó los testimonios de varios líderes, como María García, coordinadora de las organizaciones del barrio.
“El Estado no se ocupa de nosotros, no nos ve con buenos ojos. No nos ve como sujetos de derecho, sino que para sus responsables somos (como nos dicen normalmente) un pasivo social. Somos un problema que debe ser resuelto”, lamentó la mujer.
“Para el Estado, el problema no son nuestras necesidades y carencias, sino nosotros, nuestra existencia. Así, nosotros nos oponemos a proyectos de construcción de calles y casas que amenazan nuestras raíces y nuestros derechos. Estos proyectos no nos favorecen, sino a aquellos que ya tienen abundantes tierras y casas”, agregó.
Después tomó la palabra el Papa y sostuvo que la fe sin solidaridad es como un Dios sin pueblo, sin hermanos, un pueblo sin Jesús.
Recordó que Cristo no tuvo ningún problema de bajar, humillarse, a bajarse, hasta morir por cada uno de los seres humanos por esa solidaridad hermana que nace del amor que tenía su padre.
Insistió que la fe hace prójimos a los seres humanos, los aproxima a la vida de los demás y debe despertar el compromiso con la solidaridad.
“No podía estar en Paraguay sin estar con ustedes, sin estar en esta su tierra. Ver sus rostros, sus hijos, sus abuelos. Escuchar sus historias y todo lo que han realizado para estar aquí, todo lo que pelean para una vida digna, un techo”, estableció.
“Todo lo que hacen para superar la inclemencia del tiempo, las inundaciones de estas últimas semanas, me trae al recuerdo todo esto a la pequeña familia de Belén. Una lucha que no les ha robado la sonrisa, la alegría, la esperanza. Una pelea que no les ha sacado la solidaridad, por el contrario, la ha estimulado, la ha hecho crecer”.
Ante la capilla de San Juan Bautista, una de las 13 del Bañado, Jorge Mario Bergoglio dijo que fue hasta ahí para dar gracias con los pobladores porque la fe se hizo esperanza y es esperanza que estimula el amor.
Animó a los habitantes a seguir “siendo misioneros de esta fe”, a hacerse cercanos especialmente de los más jóvenes y de los ancianos, siendo soporte de las jóvenes familias, y de todos aquellos que estén pasando por momentos de dificultad.
“Quizás el mensaje más fuerte que ustedes pueden dar hacia fuera es esa fe solidaria, el diablo quiere que se peleen entre ustedes, porque así divide y los derrota y les roba la fe. Solidaridad de hermanos para defender la fe. Y además que esa fe solidaria sea mensaje para toda la ciudad”.
Confían en que visita
influya en Paraguay
“Francisco habló mucho de corrupción, retó a los políticos, nos retó a todos, algo tiene que cambiar”, asegura Rufina Ramírez, de 21 años que portaba una camiseta amarilla, color vaticanista, al igual que el resto de los miembros de su diócesis.
Ramírez es parte de los 200 mil jóvenes que asisten a una de las últimas actividades que el Pontífice realizó durante su último día en Asunción, y quienes esperan que ratifique un llamado que ya es legendario: “hagan lío”.
La ilusión de la estudiante de sicología tiene sentido en un país en el que el 22.6 por ciento de sus casi 7 millones de habitantes vive en la pobreza, y el 10 por ciento, en una pobreza extrema que se refleja más visible y dramáticamente en los niños.
Paraguay también padece una corrupción endémica, concentración de la riqueza en escasas manos, además de que no ha logrado afianzar una estabilidad democrática de largo plazo y con su abundante producción de mariguana sigue siendo protagonista del narcotráfico a nivel internacional.
El presidente Horacio Cartes, un millonario empresario representante de la oligarquía paraguaya, cumplirá en agosto próximo dos años al frente de un cargo que asumió después del vendaval político que representó para la región la salida forzada del ex presidente Fernando Lugo.
Apoyado en la gira del Papa, Cartes aspira a elevar niveles de popularidad que ahora rozan el 40 por ciento pero que van en caída, como se evidenció en el abucheo que recibió la víspera en el encuentro de Francisco con miles de representantes de la sociedad civil.
El viernes, sin embargo, durante el primer día de la gira papal, el presidente recibió el crucial apoyo de Francisco, quien, mirándolo a los ojos durante la recepción en el Palacio de López, le dijo que estaba convencido de que en Paraguay se estaba peleando en serio contra la corrupción.
En las calles, los paraguayos no están tan convencidos de que así sea, pero sí confían en que en el corto plazo, las palabras del Papa pesarán en la clase política.
“No pueden ser tan cínicos de seguir robando como roban después de escuchar al Papa y sacarse las fotos con él”, afirmó sin rodeos Lisandro Lugo, quien junto con sus amigos veinteañeros canta “esta es la juventud del Papa” mientras avanza por la calle 15 de Agosto rumbo a la Costanera.
Lo mismo cree María Serrano, vendedora de banderas que, desde su puesto ubicado en la calle peatonal Estrella, ha seguido por radio todos los discursos que el Papa ha ofrecido desde el pasado viernes.
“Francisco nos hizo bien, nos da esperanza, y me gusta porque no se calla nada, reta a los políticos, a todos”, dijo la mujer antes de cobrarle a un patriota y católico fervoroso 20 mil guaraníes por las banderas paraguaya y vaticana que se llevará como recuerdo de esta visita papal.