La crisis de Grecia… realidades y mitos
Roberto Vizcaíno miércoles 8, Jul 2015Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Los fundamentos de la Unión Europea no están en riesgo, son políticos e ideológicos
- El funcionamiento de la UE como bloque está demostrado ante la crisis con Rusia
- A los griegos les toca hoy cambiar y abandonar viejas prácticas de corrupción social… y pagar
El hundimiento de Grecia no es algo sorpresivo. Que su caída pudiera arrastrar a la Unión Europea, nunca se contempló.
Hoy los griegos han votado por desechar su último salvavidas. Deberán pagar lo que han pedido, unos 300 mil millones de euros, y ya no habrá más créditos, es decir no tendrán liquidez, dinero fresco en sus bolsillos.
Hay quienes insisten en que de ello depende la sobrevivencia de la Unión Europea y del euro. Quienes dicen esto no conocen la historia ni los fundamentos de su creación.
No me voy a meter a explicarlo, simplemente recordaré 2 de los principios de la creación de la UE.
1) La Unión Europea surge como un factor esencial en la estabilidad y pacificación de un continente plagado durante siglos de guerras y enfrentamientos entre sus pueblos y sociedades. Ahí están las 2 grandes guerras mundiales, la ocurrida a inicios del siglo pasado luego del asesinato del emperador Francisco José y la de Hitler. Ni los políticos ni sus pueblos quieren volver a correr riesgos. Así que no dejarán que se hunda la UE.
2) La creación de la Unión –que dio curso al más poderoso bloque económico, social, cultural y político en el mundo–, y el consecuente establecimiento de una moneda única ha derivado en la creación de una de las regiones más estables y prósperas del orbe. El PIB europeo es capaz de absorber sin problemas la deuda griega y más que eso. ¡Claro el asunto es fuerte y habrá cambios! ¿Pero desapariciones? Para nada.
Crear la Unión Europea llevó unos 30 años. El Tratado de Maastricht fue la base. Y se basó en la idea de alcanzar “una integración política”, no económica. El tratado echó a andar tres pilares: el de las Comunidades Europeas, el de la política exterior y el de una seguridad común (PESC) y la cooperación policial y judicial en materia penal (JAI).
“El Tratado establece una ciudadanía europea, refuerza las competencias del Parlamento Europeo y pone en marcha la unión económica y monetaria (UEM). Además, la CEE se convierte en la Comunidad Europea (CE)”. Ahora eso es la Unión Europea.
¿En realidad usted cree que las sociedades, los líderes y los empresarios de la UE van a dejar que todo eso desaparezca?
Pero ni de broma.
GRECIA
La crisis de Grecia estaba anunciada desde al menos hace 5 años. Luego de la crisis financiera mundial de 2009 el turismo y el transporte marítimo, los dos pilares de la economía griega, entraron en graves dificultades.
Para entonces Grecia presentaba un déficit del 15%, su deuda superaba el 120% del PIB y el desempleo rondaba el 20 por ciento.
Luego se sabría que Goldman Sachs ayudaba a tapar los agujeros del mal manejo financiero… a base de más deuda. El asunto derivó en que un alto ejecutivo de Goldman Sachs operara desde las oficinas del gobierno griego.
Eso llevó al senador estadunidense Mark Kirk a decir: “Cuando Grecia se enganchó a la heroína (el consumo incontrolado de la deuda) Goldman Sachs fue su camello (el prestamista)”.
Los griegos tuvieron viviendo al lobo en casa.
Ahí fluyó el primer rescate de la troika (Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Consejo Europeo) hacia Grecia: el monto fue por 110,000 millones de euros.
Junto con el rescate llegaron las exigencias y el país entró en fuertes ajustes y reformas, para los cuales los griegos no estaban preparados.
Los recortes salariales, la disminución de pensiones, el incremento y creación de nuevos impuestos, aplicados en medio de una economía por los suelos, con constantes alzas en productos y servicios y sin estímulos de crecimiento aceleraron la recesión.
No se cumplieron las exigencias de la troika. Vinieron nuevos recortes y aumentos fiscales y el descontento social creció. Todo se complicó y Grecia no pudo pagar sus deudas.
En julio de 2011 llegó un segundo rescate de la troika. Ahora por 130,000 millones de euros… y una quita por 50% de la deuda anterior.
Hoy esa deuda la tendrán que pagar las futuras generaciones griegas
¿Pero por qué ocurrió esto?
Mire, entre el 2001 y 2008 la población griega aumentó 1,48% y el número de funcionarios públicos lo hizo en un 20%.
El periodista Miquel Roig expone algunas razones para reflexionar sobre el modelo económico-social griego que llevó al país a la quiebra:
– Las hijas solteras o divorciadas de los funcionarios fallecidos tenían derecho a cobrar la pensión de sus padres.
– El gobierno contaba con cientos de comités que empleaban a más de 10,000 personas. Ellos eran los responsables de algunos servicios y propiedades del Estado, como la administración del lago Kopais, que lleva más de 80 años sin agua.
– El sistema ferroviario, propiedad del gobierno, ingresa al año 100 millones de euros. A cambio, eroga 400 millones en salarios y 300 millones en otros gastos. El empleado medio de esta empresa cobra 65.000 euros al año. El salario medio de cada empleado de las empresas públicas en Grecia triplican al salario medio nacional.
– Había dependencias, como la de Correos, que tenían unas cuantas macetas y 45 jardineros.
– Un caso pinta al resto: cada año se omitía el registro de 1.000 millones de euros de deuda en el sistema de pensiones… el Estado los pagaba, asumía la deuda y no aparecían contabilizados en ninguna otra cuenta.
– Peluqueros, locutores de radio, camareros, músicos… (y otras 600 profesiones) se catalogaban como profesiones de riesgo, y tenían derecho a jubilarse a los 55 años (si se es hombre) o a los 50 (si se es mujer).
– Hay un 50% más de profesores por alumno en Grecia que en Finlandia (y el sistema educativo griego es uno de los peores cualificados, mientras que el finlandés uno de los más eficientes).
– Dos terceras partes de los médicos griegos declaran ingresos inferiores a 12.000 euros al año, lo que no les impide lucir mansiones y coches de lujo.
– Cada año electoral, el Gobierno acostumbra inmovilizar a los inspectores fiscales… para no enfadar a los contribuyentes, y los ingresos del Estado se desploman. Eso ocurre uno de cada cuatro años.
No es de extrañar entonces que el coste de la masa salarial pública en Grecia se haya duplicado en los últimos doce años.
En el FMI se sabía que Grecia no llevaba cuentas de sus gastos reales.
“Ni siquiera una economía emergente. Es un país tercermundista”, afirma un funcionario del FMI.
Desde el segundo rescate se han sucedido una serie de administraciones sin dejar rastro de propuestas de solución.
Todo ello fue el resultado de una “alegre” y desenfadada gestión financiera y de gobiernos de todas las corrientes políticas que durante décadas operaron sin control alguno. De todo eso el primer enterado y beneficiario fue el pueblo integrado por 11 millones de habitantes y una deuda que hoy supera el 170% del PIB.
Hoy mismo los griegos votan no a un acuerdo que pudiera salvarlos de la quiebra y se niegan a dar paso a reformas estructurales para dar orden a su economía y sociedad. Siguen pensando que el dinero fluirá y que el sacrificio se pospondrá.
Los juegos Olímpicos de 2004 son un ejemplo más de las causas del desastre: el gobierno gastó en ellos más del doble que lo aplicado en los de Sydney 2000. Y todo ello con base en el endeudamiento.
Hoy, 11 años después, al menos 21 de las 22 instalaciones construidas con un costo superior a los 11 billones de euros no funcionan. En 2009 el primer ministro griego, Yorgos Papandréu, reconoció públicamente que su país estaba sumido en la corrupción, que la contabilidad nacional era falseada mediante contratos de derivados diseñados por bancos de inversión.
En fin…