Insta el papa Francisco a fortalecer la institución de la familia
Mundo martes 7, Jul 2015- “Gran Riqueza social”
Ante más de 600 mil personas y bajo un intenso sol, que elevó la temperatura hasta los 40 grados, el papa Francisco aseguró que la familia es el “hospital más cercano”, la primera escuela de los niños, el grupo de referencia imprescindible para los jóvenes, el mejor asilo para los ancianos.
El Papa instó hoy a fortalecer la institución de la familia, una “gran riqueza social” que no puede ser sustituida por otra, y recordó con una anécdota a su madre, durante una misa multitudinaria en el Parque Samanes de Guayaquil.
“La familia constituye la gran riqueza social, que otras instituciones no pueden sustituir, que debe ser ayudada y potenciada, para no perder nunca el justo sentido de los servicios que la sociedad presta a los ciudadanos”, sostuvo.
“En efecto, estos no son una forma de limosna, sino una verdadera deuda social respecto a la institución familiar, que es la base y que tanto aporta al bien común de todos”, insistió.
Su reflexión partió del pasaje bíblico de las bodas de Caná, cuando la Virgen María le pidió a Jesús solucionar la falta de vino en un matrimonio, y que su hijo solucionó convirtiendo el agua de unas tinajas en vino.
Dijo que el vino es signo de alegría, de amor, de abundancia y entonces se cuestionó cuántos adolescentes y jóvenes perciben que en sus casas hace rato que ya no lo hay o cuántas mujeres solas y entristecidas se preguntan cuándo el amor se fue, se escurrió de sus vidas.
De la misma manera preguntó cuántos ancianos se sienten dejados fuera de la fiesta de sus familias, arrinconados y ya sin beber del amor cotidiano.
“También la carencia de vino puede ser el efecto de la falta de trabajo, enfermedades, situaciones problemáticas que nuestras familias atraviesan. María no es una madre ‘reclamadora’, no es una suegra que vigila para solazarse de nuestras impericias, errores o desatenciones. óMaría es madre! Ahí está, atenta y solícita”, apuntó.
Recordó que una vez le preguntaron a su mamá a cuál de sus cinco hijos amaba más y ella respondió: “como los dedos, si me pinchan este me duele igual que si me pinchan este”. Estableció que cada madre quiere a sus hijos como son y, en una familia, los hermanos se quieren como son, porque “nadie es descartado”.
Más adelante habló del próximo Sínodo de los Obispos dedicado a la familia y advirtió que busca “madurar un verdadero discernimiento espiritual y encontrar soluciones concretas a las muchas dificultades e importantes desafíos que la familia hoy debe afrontar”.
Entonces solicitó: “Les invito a intensificar su oración por esta intención, para que aún aquello que nos parezca impuro, escandalice o espanta, Dios –haciéndolo pasar por su ‘hora’– lo pueda transformar en milagro. La familia hoy necesita de este milagro”.