Condena: otros dos periodistas asesinados
¬ Augusto Corro lunes 6, Jul 2015Punto por punto
Augusto Corro
Dos periodistas fueron asesinados al empezar julio.
La organización internacional PEN México (Poetas, Ensayistas y Novelistas) condenó los crímenes.
Desafortunadamente, las historias sangrientas volvieron a repetirse con los ingredientes de siempre: violencia e impunidad.
Los asesinos no serán castigados. Ya se hizo una costumbre que los crímenes contra los comunicadores se archiven y se olviden.
El periodista Filadelfo Sánchez Sarmiento fue abatido a tiros en calles de Miahuatlán, Oaxaca, después de salir del trabajo. Trabajaba como locutor en la Voz de la Sierra Sur.
Dos desconocidos lo interceptaron y le dispararon siete balazos. Los delincuentes huyeron. Esto ocurrió después de las 9 de la mañana.
El otro comunicador, Juan Mendoza Delgado, fue encontrado muerto con vendas y semidesnudo en una carretera de Medellín, Veracruz, después de ser secuestrado.
De acuerdo con los datos, en Veracruz, de los 13 periodistas asesinados durante la gestión de Javier Duarte, dos son de Medellín: Moisés Sánchez Cerezo, encontrado sin vida el 22 de enero y ahora Juan Mendoza Salgado.
México es uno de los países para la actividad periodística corre graves riesgos. Así lo demuestran los asesinatos de 86 comunicadores del 2000 a la fecha.
Los caciques y los narcos no encuentran ningún problema para eliminar a aquellos periodistas que los obstaculizan en sus acciones delincuenciales.
A las autoridades no les interesa proteger a los comunicadores.
DISOLUCIÓN DE LAS TRIBUS PERREDISTAS
Luego de su estrepitosa derrota en las elecciones intermedias, en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) no sabe qué hacer para enmendar sus errores.
Las sugerencias para reavivar al partido van desde un ajuste en la cúpula partidista hasta la disolución de las tribus al interior del partido para conjuntarlas en un solo grupo político, “con el objetivo de redefinir su unidad como colectivo”.
Vaya, vaya. ¿Alguien en su sano juicio creyó en la posibilidad de desaparecer esos cotos de poder y riqueza?
Es parte de la naturaleza de los izquierdosos la política del divisionismo. Mientras no tienen cargos públicos, los representantes de la llamada izquierda se portan como auténticos luchadores sociales.
Pero está comprobado que en cuanto llegan al poder se transforman y practican los vicios de sus adversarios que tanto criticaron.
¿Alguien notó la diferencia entre un gobernante perredista y un priísta?
En las elecciones recientes el PRD fue vapuleado en su bastión político como resultado de sus pugnas internas. Los enemigos de “Los Chuchos” abandonaron el barco y se aliaron con Andrés Manuel López Obrador.
¿Quién pensó que René Bejarano estaría en condiciones de dejar el liderazgo en manos de la dirigencia partidista?
El PRD difícilmente se repondrá de esa derrota al que lo llevaron sus propios líderes. La idea de desaparecer las tribus suena descabellada, porque los dirigentes de estos grupos se quedarían sin la chamba que les proporciona riqueza y poder.
La disolución de los grupos perredistas para hacer un solo grupo político no dejará de ser un sueño guajiro.
OAXACA Y EL PRIÍSMO
El año próximo habrá elecciones para gobernador en Oaxaca.
El líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), César Camacho, ya empezó a festejar el triunfo de su partido.
Afirmó que la victoria electoral del pasado 7 de junio fue el inicio de la victoria en aquella entidad. ¿Recuperarán los priístas el poder en esa entidad?
Será posible si no se coaligan otros partidos políticos para hacerle frente en la contienda electoral. Ya ocurrió con Gabino Cué, quien derrotó a los tricolores, pues iba apoyado por Convergencia, ahora Movimiento Ciudadano, PAN, PRD y PT.
Ganó Gabino Cué. Sin embargo, Oaxaca siguió sumido en la ingobernabilidad como ocurrió con el antecesor del actual gobernante. Hablamos de Ulises Ruiz Ortiz, el priísta que dejó a la entidad en la anarquía.
De nada les sirvió a los oaxaqueños el cambio en el gobierno. El representante de la coalición gobernó tan mal como Ruiz Ortiz.
Pero hizo tan mal papel Gabino Cué, que los tricolores suponen que tienen el camino despejado rumbo a la gubernatura.
En el presente, Oaxaca se encuentra en manos del magisterio belicoso que tiene en calidad de rehén a un gobernador inepto, quien, para empezar nunca se preocupó por 1 millón 300 mil niños oaxaqueños sin clases, porque así lo decidieron los líderes de los maestros.
Por otra parte, si el PRI quiere llevarse la victoria tendrá que escoger a un candidato idóneo. No vaya a salir el partido con su domingo siete y designe a Alejandro Murat Hinojosa, el hijo del ex gobernador José Murat, dueño de casas en Estados Unidos.
Gabino Cué ya hizo todo lo necesario para que el PRI gane en las elecciones del año próximo. Al tricolor le corresponde elegir a un candidato que saque de la miseria y el atraso al sufrido pueblo oaxaqueño.