Cambios en el GDF ¿Quiénes sí, quiénes no?
¬ Alejo Sánchez Cano lunes 6, Jul 2015Como veo, doy
Alejo Sánchez Cano
Renovarse o morir, reza un viejo refrán, el cual -en términos llanos- refiere la necesidad de realizar cambios, ya sea en el trabajo, en un equipo, en la imagen o en el comportamiento de algo, a nivel personal o profesional; cambios que por lo general -sugiere la frase- deben ser radicales para seguir avanzando sobre un proyecto, un programa, un perfil, tanto en lo individual o de un grupo; frase misma que sentencia que todo aquel que no se ha adaptado a un grupo, a unos lineamientos, a un programa, a una política pública o a un proyecto político, pues simplemente debe salir del camino para dejar que lo que funciona siga avanzando, con fuerza y más oportunidades de éxito.
Sí, esa parece ser la premisa que el gobierno del Distrito Federal, que encabeza Miguel Ángel Mancera (MAM), está decidido a adoptar en la segunda parte de su sexenio de gobierno y no es para menos, los resultados en las pasadas elecciones le enviaron un duro mensaje al equipo gobernante actual de la Ciudad de México, o cambian o las posibilidades de continuar en la vida política serán casi nulas o mejor dicho el proyecto de gobierno que enarbolan estará prácticamente muerto.
Por eso, la urgencia de un cambio, por eso, la evaluación de los resultados del equipo, por eso, el replanteamiento de una nueva estrategia de gobierno, por eso, la solicitud de renuncias a todos los integrantes del primer nivel de la administración mancerista y por ende su inminente renovación, por eso, incluso el anuncio de una nueva modificación al programa Hoy No Circula, donde se establece que aquellos vehículos con más de 15 años de antigüedad podrán obtener el holograma uno, siempre y cuando cumplan con los límites de emisiones establecidos.
Sí, urgen cambios, tanto en la forma de gobernar como en las políticas públicas establecidas, porque en el Distrito Federal hay una nueva fuerza política que será mayoría en la integración de la próxima Asamblea Legislativa (ALDF) y además gobernará en seis delegaciones políticas, esa nueva fuerza lleva las siglas de Morena, grupo que de ahora en adelante será como una piedra en el zapato en el caminar político de la actual administración.
Por lo pronto, el equipo mancerista ya le quitó una bandera política a los morenos, al anunciar modificaciones al programa Hoy No Circula, el cual pretendía ser retirado con la aprobación de la nueva mayoría en la ALDF por ser una medida que estaba afectando principalmente a las clases populares. Y en esa medida MAM aplicó aquel otro refrán que señala ser de sabios cambiar de opinión.
Los envalentados asambleístas electos de Morena también amenazan con revertir el precio del transporte colectivo Metro, otra medida que sin duda también influyó en el estado de ánimo de la ciudadanía capitalina a la hora de sufragar en el reciente proceso electoral, pero ahí la medida anunciada por las huestes morenistas, aunque populista, parecería poco responsable en una ciudad donde se requieren finanzas públicas vigorosas y donde la recaudación fiscal es el pan de cada día en el mantenimiento de los servicios públicos, entonces lo que en este caso se requiere es un Metro más eficiente, con más rutas y más modernas, más limpio y más seguro, porque ese fue el motivo del aumento y en ese rubro la deuda sigue pendiente.
Pero qué hay que innovar, qué otros programas hay que modificar, a quiénes del equipo hay que dar de baja, a quiénes sólo hay que enrocarlos, quiénes se van por decisión propia, quiénes se quieren quedar pero por los magros resultados tendrán que irse, pues todo indica que eso se sabrá antes de que Miguel Ángel Mancera rinda su tercer informe de gobierno en septiembre, porque en principio a todo el equipo les solicitaron sus renuncias con fecha 15 de julio y después todo será un ejercicio como cuando alguien deshoja una Margarita, algo así como “me quiere, no me quiere..”, sólo que en este caso sería “se queda, no se queda…”
VA MI RESTO.- Entre los que se van por méritos propios, por no adaptarse al equipo, por caminar en sentido contrario al proyecto, y sobre todo por deslealtad a su jefe, se menciona a Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Desarrollo Social, de quien se dice que no sólo no cumplió la instrucción de MAM de no utilizar los programas sociales con fines electorales, sino que lo hizo y dio rienda suelta a la promoción de sus preferencias políticas, que no eran precisamente las del sol azteca. Eso se dice.
Entre los que sólo serán parte de un enroque administrativo, se habla del nombre de Héctor Serrano, el secretario de Gobierno de MAM, quien como operador político entregó malos resultados y hoy no cumple con el perfil de interlocutor con todas las fuerzas representadas en la Asamblea Legislativa y en las jefaturas delegacionales. Aunque a Serrano no le definen aun su siguiente cartera, ya se señala a Luis Ernesto Serna como su sustituto, el mismo que como secretario particular del jefe de gobierno, hoy se ha convertido en eficiente operador político, características ad hoc necesarias para los tiempos por venir.
Quiénes más se van o quiénes más se quedan, pronto lo sabremos, pero no hay que perder de vista nombres como los de Armando Ahued Ortega, Salomón Chertovriski, Joel Ortega Cuevas, Guillermo Orozco Loreto, Patricia Mercado, quienes por su capacidad y experiencia son pilares fundamentales en el equipo del GDF, y por su sensibilidad política podrían estar en los enroques y continuar para los nuevo retos, y hasta ahí porque como veo, doy.