Con traje y sombrero de charro Plácido Domingo enamora a Durango
Espectáculos lunes 9, Ago 2010Cincuenta años después regresó al estado que lo vio nacer como tenor
Ofreció un majestuoso recital que dedicó a México en el Bicentenario de la Independencia.
Con mariachi y temas del compositor José Alfredo Jiménez, el tenor español Plácido Domingo, tuvo una exitosa presentación el sábado, durante un recital que dedicó a México en el Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución.
Acompañado de la joven soprano argentina Virginia Tola, así como de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Juárez de Durango, el cantante reconocido cómo el más grande tenor de todos los tiempos por la crítica especializada, sorprendió al estado de Durango al ofrecer un repertorio vernáculo con el que se ganó a los presentes.
Con traje y sombrero de charro, el también director de orquesta, productor y compositor y director general de la Opera Nacional de Washington, y en la Opera de Los Angeles, cautivó con vigorosa y espectacular voz a unas 10 mil personas que se dieron cita en La Velaria.
Romanzas, zarzuela y canción popular mexicana, marcaron el repertorio de la velada musical de Plácido quien tras 50 años de ausencia, regreso a esta ciudad considerada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, la cual lo vio nacer como uno de los grandes del Bel Canto.
Nadie pensó que en la recta final del concierto, el tenor dejara a un lado su pantalón de vestir y su saco, para ponerse el traje de charro e interpretar temas como Paloma querida, Ella y El Rey, los cuales fueron coreados por los presentes una y otra vez.
La velada musical comenzó con la participación de Orquesta Sinfónica de la Universidad Juárez, quien ejecutó la obertura de la ópera Carmen del compositor francés Georges Bizet (1838-1875), una pieza cuya temática central corresponde a la liberación de la mujer y la lucha de poder en una sociedad masculinizada.
Apenas terminó la agrupación, e inmediatamente apareció en el escenario Domingo, quien fue recibido con tremenda ovación y cobijado por una lluvia de aplausos.
Tras agradecer el cariño de los duranguenses, el tenor inició su programa musical al interpretar O, souverain de El Cid, una ópera en cuatro actos del también francés Jules Massenet basada en el famoso personaje de Pierre Corneille.
Con gran virtuosismo el tenor ofreció en la primera y segunda parte, temas de compositores como Wolfgang A. Mozart, Federico Moreno, Pablo Luna, Francisco A. Barbieri y Gerónimo Giménez, Ruperto Chapí, Pablo Sorozábal, Manuel M. Ponce María Grever y Consuelo Velázquez, Carlos Gardel, Lucho Gatica y Agustín Lara.
Amable y siempre de buen humor, el cantante desató la locura en la recta final de su presentación al complacer a sus seguidores con temas como “Bésame”, “Te quiero dijiste” y “Granada”, este último tema bastante coreado y de los más solicitados.
Potente y fuerte, así se le vio al cantante, quien presumió espectacular timbre vocal, con el que demostró porqué es uno de los mejores del orbe.
Tras el concierto, Plácido Domingo disfrutó de una cena en compañía de los presentes que pudieron pagar cuatro mil 130 pesos, por el boleto, el cual les dio derecho además del show, a un coctel.
