Enrique Iglesias sigue siendo el héroe
Espectáculos lunes 6, Jul 2015- Fuimos testigo de una gran sorpresa, habían pasado casi 30 minutos de terminado el primero de sus conciertos, cuando reaparece en el escenario Enrique, pidiendo a seguridad que le permitieran el acceso a la zona preferente a quienes estaban en segundo, primer piso, luneta y balcón, lo cual provocó que los pocos seguidores que permanecían en el Auditorio Nacional cantaran a unos centímetros de su ídolo “Lloro por ti” y “Por amarte”
Gloria Carpio
No sólo héroe sino como un dios es como luce Enrique Iglesias en el escenario, donde hace derroche de energía, sensualidad, talento y sencillez.
Es de aplaudir la humildad y la cercanía que Enrique tiene con su público, pues en el primero de los tres conciertos que presentó en el Auditorio Nacional como parte de su gira “Sex and Love” , DIARIO IMAGEN fue testigo de una gran sorpresa, pues el intérprete de “Bailando”, había dado fin a su concierto, cumpliendo con los 16 temas que conforman su concierto, habían pasado casi 30 minutos de terminado el show, el Coloso de Reforma había sido abandonado por el 60 por ciento de sus asistentes, cuando reaparece en el escenario Enrique Iglesias pidiendo a las personas de seguridad que le permitieran el acceso a la zona preferente a todas aquellas personas que se encontraban en segundo y primer piso, así como en luneta y balcón, lo cual provocó que sus seguidores extasiados de felicidad corrieran para estar a unos centímetros de Enrique Iglesias y cantar sus grandes éxitos como “Lloro por ti” y “Por amarte”, lo cual fue una gran sorpresa y causó lágrimas de felicidad de muchas de sus fans que pudieron verlo tan de cerca.
Durante su concierto, Enrique Iglesias, quien tiene una altura 1.87 metros, presentó un repertorio auténticamente global, que fue del flamenco, que hizo bailar a la concurrencia, al romanticismo que hizo llorar a las jovencitas que se dieron cita, a sabiendas que tendrían contacto con él y que se podrían sacar la tan de moda “selfie”, pues el intérprete de 40 años caminó por todo el recinto a base de diferentes estrategias montadas por la producción a fin de tener a todos los asistentes cerca.
El concierto de Enrique Iglesias es un derroche de producción para proyectar no sólo pasión y talento, sino propiciar que la gente baile y se contagie de los brincos y piruetas que el cantante realiza, no sólo a la orilla del escenario, sino por los pasillos y lo demuestra cuando se apagan todas las luces y sorprende a la gente en un pequeño escenario ubicado en medio de las galerías, para permitir que la gente más alejada lo tuviera cerca y en ese lugar pide al público que ilumine el foro a través de las luces de sus celulares, para deleitarlos con su éxito “Héroe”.
El cantante no cambió su imagen, la enriqueció con una playera roja, una gorra gris y un pantalón de mezclilla negro para abrir su espectáculo con “Tonight” que incitó a los asistentes a levantarse de sus lugares y permanecer de pie hasta desahogado el concierto, pues desde un principio se lanzó a saludar sus seguidoras y lanzó lo mejor de su repertorio por delante con “I Like How It Feels”, con la que pidió al público que lo siguiera con sus palmas.
Con la mano vendada, bajó del entarimado para que sus fans pudieran abrazarlo y tomarse las “selfies”. Luego vino el flamenco que ya es una moda en el mundo: acompañó las melodías con una guitarra y un cajón para marcar el ritmo de los pasos y logró poner a bailar el zapateo a sus fans.
“Un millón de gracias por estar aquí esta noche. La siguiente la escribí hace 19 años y nunca pensó que iba a poder cantarla y sobre todo con uno de mis ídolos, como es Marco Antonio Solís” y procedió a interpretar “El perdedor”, que es de su inspiración, con la cual inició la parte romántica de su recital, para seguir con “Loco”.
Después de este par de joyas musicales, el cantante se dirigió al público para hacer una confesión:
“Yo soy muy malo con las palabras, pero cuando escribo mis canciones puedo expresar lo que siento, es la única manera de comunicarme y manifestarle a mi novia los buenos y malos momentos”. Vendría después una tanda muy movida con “Be With You”, “Tired of Being Sorry” y “Escape”, que dio pie para llenar el Auditorio de papel picado color blanco que llovió durante el concierto al que le dieron un toque festivo.
Al final vinieron los temas antiguos como “Experiencia religiosa” (de 1995), pero que por ello fue coreada al unísono y luego un cambio inesperado para cantar “El perdón”, en el que repitió tres veces el estribillo junto con sus fans: “Es que yo sin ti y tú sin mi, dime quién puede ser feliz, esto no me gusta”.
El concierto de Enrique Iglesias tuvo como telonero al DJ Juan Magán.