Noche sin precedentes la de Panteón Rococó en la Arena Ciudad de México
Espectáculos lunes 6, Jul 2015- El grupo llenó el inmueble y asombró con grandes invitados, como Óscar Chávez, Rubén Albarrán, Francisco Familiar y Toño Lira
Arturo Arellano
Vaya noche sin precedentes la que se llevó a cabo el pasado sábado, cuando en la Arena Ciudad de México se celebraron los XX Años de existencia de Panteón Rococó, una de las bandas más prolíferas en lo que se refiere al ska, fusión y rock mexicanos, para lo cual ofrecieron un concierto lleno de emociones, sorpresas e invitados especiales, tal es el caso de Óscar Chávez, Rubén Albarrán, Francisco Familiar y Toño Lira, que en su momento subieron al escenario para compartir temas con Dr. Shenka y compañía.
Todo comenzó minutos después de las 20:30 horas, cuando en el escenario aparecieron los gatos más rebeldes de la escena musical: Los Rebel Cats, que además de celebrar su décimo aniversario, también se encargaron de empezar a poner en ambiente de fiesta el recinto, que estaba abarrotado hasta el último rincón. Lo consiguieron interpretando temas como “Chica Rockabilly”, “Anclado a ti”, “Diversión”, “El gato rebelde”, “No le hagas caso a tus papás”, “Cuando no estoy contigo”, “Prisionero”, “Mala influencia” y por último un mix de los clásicos del Rock & Roll, entre los que destacaron “Blue Suede Shoes”, “Johnny Be Good” y “Come on Let´s Go”.
Se llegó entonces el momento cumbre de la noche con la presencia de los veinteañeros, Panteón Rococó, cada miembro ataviado en un traje de gala color blanco, camisa negra y un elegante moño también blanco para no desentonar, claro está sin olvidarse de los tenis que les permitieron brincar, bailar y correr sobre este espectacular escenario que prepararon, con dos pisos, colocando en lo más alto al baterista, percusiones y metales, estos últimos que no respetaron espacios moviéndose de un lugar a otro.
Entre los temas que interpretaron para esta celebración destacaron “Ven, ven, ven”, “Viernes de webeo”, “Estrella roja” y “No te recuerdo”, sólo para empezar a calentar motores. Cabe destacar que se hicieron acompañar de un pianista extra a la banda, además de un trompetista y un DJ, que realizaba mezclas para unir un tema con el otro, mientras que Dr. Shenka hacía del público parte del espectáculo, valiéndose de su particular manera de corear e improvisar rimas.
La primera sorpresa de la noche se dio cuando Dr Shenka invitó al escenario a quien describió como su ídolo, Óscar Chávez, “desde que arrancamos con este proyecto, uno de nuestros sueños era compartir el escenario a quien consideramos una de nuestras más grandes influencias, nuestro ídolo y maestro el señor Óscar Chávez”, dijo para cantar entonces “Marcos Hall”.
Acto seguido continuaron con el siguiente invitado, quien no necesitó presentación, pues desde las primeras notas de “Fugaz” la gente supo que se trataba de Rubén Albarrán, vocalista de Café Tacvba, que fue uno de los más aplaudidos de la noche, logrando una Arena Ciudad de México bañada de estrellas con las luces de los celulares.
Posteriormente llegó el turno para Toño Lira, quien apareció de entre el público, para subir y cantar a dueto con Panteón Rococó uno de sus más grandes éxitos con Liran’ Roll “María”, que sin duda está en la memoria de todos los amantes del rock, que corearon cada verso, a esto Shenka dijo “nuestras influencias están por supuesto también en el rock urbano y puedo recordar que uno de mis primeros conciertos fue precisamente de ello”.
Luego de esto invitaron a ser parte de la fiesta a Francisco Familiar de DLD, con quien se dieron el lujo de hacer una majestuosa interpretación de “La rubia y el demonio”, llenándose el escenario con fuego en flamas flotantes y sobre las pantallas del recinto.
Siguieron temas como “Cúrame”, “Acábame de matar”, y “Vendedora de caricias”, esta última con la que realizaron una escena en completo ambiente de cabaret, inaugurada con un bandoneón que evocaba al tango argentino, para terminar en un ritmo cien por ciento de salsa, tanto que invitaron al escenario a un pregonero que dio el toque perfecto a este sabor incomparable de un hombre con el corazón roto.
Para casi terminar el espectáculo arribó al escenario José Manuel Aguilera, guitarrista de La Barranca con quien hicieron “Aquí nada pasó”.
Como era de esperarse lo temas que cerraron esta noche con broche de oro fueron “La dosis perfecta” y “La carencia”, que hicieron del recinto un epicentro de baile, slam y lluvia de cerveza.