El PRI capitalino
¬ Augusto Corro martes 30, Jun 2015Punto por punto
Augusto Corro
Al Partido Revolucionario Institucional le fue mal en las elecciones recientes en el Distrito Federal.
Si nos planteamos en la realidad, el triunfo electoral se repartió entre el Movimiento de Regeneración y el Partido de la Revolución Democrática.
Las 16 delegaciones políticas se repartieron entre las mencionadas instituciones políticas. Al PRI-DF sólo le tocaron 3 (Cuajimalpa, Contreras y Milpa Alta) y al PAN 2.
Además el control de la Asamblea Legislativa estará en manos de Morena.
Ante esa situación, el PRI-DF tendrá una representación política devaluada, porque su dirigencia en la capital poco o nada se preocupó por hacer un mejor papel en los comicios recientes.
En algunas delegaciones políticas se tuvo la impresión de que los priístas no se interesaron por la competencia. Los resultados fueron los contados triunfos de sus candidatos.
Claro, esa condición de derrota anticipada tendrá que ser muy bien explicada y aclarada por el actual dirigente priista capitalino, Mauricio López Camacho.
¿Realmente habrá algún interés del PRI-DF por recuperar la capital del país?
Lo dudamos, pues desde hace varios sexenios, el PRI capitalino sigue sumido en la derrota.
Es posible que al renovar la dirigencia nacional también se analice la situación actual del partido tricolor en el DF.
Como se sabe, esa organización política se vio mermada por las luchas internas que aprovechó para mantenerse en el poder Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, “El Príncipe de la Basura”.
Por cierto, “El Príncipe de la Basura” mantuvo sus privilegios en el PRI a pesar de que los priístas lo echaron de esa institución acusado de delitos relacionados con la prostitución.
El PRI-DF contará con tres años para reorganizarse o refundarse para las próximas elecciones en el 2018.
Para entonces el panorama político será diferente en la capital con el PRD en su lucha para no desaparecer y Morena en busca de crecer como nuevo partido.
DELITOS ELECTORALES
Recordarán que las diferentes campañas políticas recientes estuvieron llenas de acusaciones contra los aspirantes a cargos de elección popular.
De un sinnúmero de candidatos se habló de su enriquecimiento ilícito, etc., y más de un partido político solicitó que las autoridades lo investigaran.
Según se informó, se cargó de trabajo la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Electorales (Fepade).
¿Qué ocurrió después? Vino un silencio de las autoridades y el cúmulo de posibles delitos parece ser que a nadie le interesó en qué quedó el asunto.
Lo anterior viene a cuento, porque uno de los acusados de enriquecimiento ilícito fue el senador panista Jorge Luis Preciado Rodríguez, candidato del Partido Acción Nacional a la gubernatura de Colima.
Al blanquiazul le fue mal. Perdió frente al priísta Ignacio Peralta y Preciado regresó al Senado la semana pasada.
Sólo que sus colegas priístas lo recibieron con un punto de acuerdo en el que piden a la Procuraduría General de la República y Fepade lo investiguen por probable enriquecimiento ilícito.
La realidad es que ese señalamiento contra el senador colimense no es más que un mini-escándalo que no crecerá más.
Para empezar, ninguna autoridad se encargará de investigar si Preciado Rodríguez es culpable o no de su riqueza ilegal, a pesar de que sus adversarios presentaron muchas pruebas en su contra.
Después, la protección del fuero hace del senador panista un ente intocable.
Así que la acusación contra el legislador, que gusta de hacer fiestas en honor de su esposa, en las instalaciones del Senado con mariachis y todo, quedará como un hecho de mal gusto.
COMO CHIVO EN CRISTALERÍA
Muy mal empezó Donald Trump su carrera como precandidato republicano a la presidencia de Estados Unidos.
Quizá con el ataque del político a los mexicanos ganó algún voto, aunque lo seguro es que logró pelearse con millones de migrantes connacionales.
Los dirigentes del Partido Republicano buscarán controlar a Trump que en su primera incursión se peleó con artistas, una televisora, etc.
En el balance de su discurso inicial, Trump resultó derrotado. Sus declaraciones garrafales lo dejaron mal parado. Le llevará mucho tiempo reparar su imagen dañada por su insensibilidad política y frivolidad.
RENOVACIÓN PRIÍSTA
En los próximos meses se elegirá al nuevo presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional.
Son muchos los nombres que suenan para sustituir al actual líder, César Camacho Quiroz.
En la lista de los aspirantes a la dirigencia partidista se encuentra el gobernador de Chihuahua, César Duarte, quien ya carga la pesada losa del descrédito.
Sin lugar a duda se trata de un mandatario estatal muy listo, pero para su conveniencia. Por ejemplo, Duarte y su esposa adquirieron el 15 por ciento de las acciones del Banco Progreso de Chihuahua. Institución bancaria que el mismo político se encargó de promover. El chiste les salió en 65 millones de pesos.
Seguramente se sabrá de más acciones negativas del mandatario que no se le ven posibilidades reales de ser el próximo líder nacional del PRI, a pesar de su promoción en publicidad espectacular en varios sitios de México.