Segunda vuelta
Ramón Zurita Sahagún jueves 25, Jun 2015De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Conforme se oficializan los resultados electorales del pasado 7 de junio renace la idea de establecer la segunda vuelta electoral.
La intención proviene, luego de ver los porcentajes obtenidos por los 10 partidos que compitieron en la elección federal pasada, donde el partido que más sufragios obtuvo (PRI) no rebasó el 30 por ciento.
De ahí hacia abajo los otros nueve organismo políticos se repartieron el resto del 70 por ciento de los votos depositados en las urnas por la ciudadanía que en un porcentaje menor al 50 por ciento (48) decidió sufragar.
Y es que de mantenerse estos estándares, el próximo Presidente de la República podría ser elegido por un poco más del 20 por ciento de los ciudadanos que voten, que no del total de empadronados.
La participación de los candidatos independientes abre todavía más la posibilidad de que la pulverización del voto sea mayor y que los 8 o 9 partidos que cuenten con registro postulen candidatos propios cada uno, sumado a uno o más independientes daría una gran concentración de aspirantes presidenciales.
Una segunda vuelta daría la opción de establecer acuerdos entre los partidos y candidatos, ya que pasarían solamente los dos que obtuvieran los mayores rangos de sufragios.
La idea no es nueva, ya debatida en el pasado, aunque no concretada, pero con los varios inconvenientes presentados en el curso del pasado proceso electoral y la necesidad de subsanar las fallas, se podría dar a paso, cuando menos, a la discusión del tema.
Es cierto que la democracia impone que el ganador sea el que obtenga el mayor número de sufragio en las urnas, sin importar el porcentaje y que regularmente las decisiones se dan entre dos partidos, como sucedió en los nueve estados en que se eligieron gobernadores recientemente, ya que el tercer partido y los siguientes quedan rezagados de los dos primeros.
La intención de la segunda vuelta viene siendo analizada por algunos grupos que estarían dispuestos a plasmarla en una iniciativa de ley y presentarla durante el siguiente período de sesiones del Congreso de la Unión.
De acuerdo a como se presentan las cosas en cuanto a alianzas entre partidos políticos, los priistas podrían ir en la próxima elección aliados con los organismos que se manifiestan como sus incondicionales el Verde y Nueva Alianza.
Sin embargo, los verdes podrían explorar la idea de ir con su propio candidato, al que están haciendo crecer de manera artificial y que podría ser respaldado si es que los verdes logran un par de gubernaturas más en los comicios del año próximo en que se renuevan doce administraciones estatales.
Nueva Alianza ha participado en dos contienda presidenciales y en ambas presentó su propio candidato, los que obtuvieron números sumamente magros. De presentarse esta situación, se tendría tres candidatos presidenciales, uno por cada uno de estos partidos que en otro tipo de procesos participan en forma conjunta.
Los panistas tradicionalmente van solos, aunque en esta ocasión buscan alianza con algún otro partido, dependiendo de quien resulte el candidato nominado por el partido más fuerte, que en este caso resulta ser el partido blanquiazul.
Ya se contaría con cuatro candidatos.
El alicaído perredismo buscaría también sus propias alianzas (se habla la posibilidad de presentar un frente común de izquierda-derecha), incluso analizan la posibilidad de apoyar a un externo que les represente votos, pero de no conseguirlo, sería un quinto candidato. Morena, en definitiva irá solo, sin alianzas con otros organismos políticos, aunque cabe la posibilidad de que finalmente convengan con Movimiento Ciudadano algún tipo de relación.
Con seis candidatos posibles, Movimiento Ciudadano vive la euforia de haber obtenido la mayor votación de su historia con un grupo parlamentario que jamás esperaron tener.
Alejados del PRD y con el PT en riesgo de perder el registro, los del Movimiento Ciudadano no tienen demasiadas opciones, pero cuentan con un personaje mediático (Enrique Alfaro) que podría crecer fuera del territorio en que se encuentra y presentarlo como una buena opción presidencial.
De esa manera, crecería a siete el número de aspirantes.
Encuentro Social es un partido que participó por vez primera en una contienda electoral y que mantuvo su registro como tal, contando con su propia bancada en la Cámara de Diputados y que podría buscar respaldar a alguno de los candidatos que se manifiestan al margen de los partidos que los llevaron al poder o adoptar otro tipo de prospectos.
Con el creciente y posible número de ocho candidatos, el Partido del Trabajo, si es que mantiene el registro (es probable que no) podría llevar como su candidato presidencial al fundador del organismo político, quien ya manifestó su deseo de contender por la Presidencia de la República.
Alberto Anaya ya manifestó su propósito de participar en la próxima contienda electoral y si su partido pierde el registro lo haría como independiente.
Si a eso se le suman los otros personajes dispuestos a ir respaldados por una candidatura independiente, los contendientes pro la Presidencia de la República podrían rebasar la cifra de 10 aspirantes.
Margarita Zavala, Miguel Ángel Mancera, Alberto Anaya, Rodolfo Neri Vela y otros exploran la posibilidad de una candidatura independiente, figura de la que no hay que dejar fuera a Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”.
Claro que para ser candidato independiente se requiere de cubrir una serie de requisitos que pocos de ellos podrían hacerlo, pero de todas formas, la posibilidad de que el próximo Presidente de la República sea electo por la minoría de la minoría se encuentra latente.