Con gran sensualidad y energía, Ricky Martin se apodera del Auditorio Nacional

• Acompañado por una gran banda y una producción impresionante, hizo historia con su “One World Tour”

Gloria Carpio

Ricky Martin mantiene vivo su romance con México.

Ricky Martin demostró que es capaz de superar sus anteriores conciertos en el Auditorio Nacional y para ello potenció con nuevas y modernas coreografías, una iluminación impresionante y excelente música, para poner a bailar a sus fans que abarrotaron el recinto de Reforma.

En su nuevo recital titulado “One World Tour”, los ocho bailarines que le acompañan se llevan la noche, ya que constituyen el “plus” ofrecido por el puertorriqueño, que hace un derroche de cambios de vestuario y sorpresas, como la de aparecer por vez primera arriba de una plataforma que bajó poco a poco al escenario, mientras interpretaba “Mr. Put it Down” vestido con un regio traje negro y corbata del mismo color, que marca tendencia en la moda.

Y a partir de ahí vinieron “This is Good”, “Drop It One Me” y “Shake Your Bon-Bon”, melodías óptimas para bailar y configurar los pasos que distinguen al intérprete de sus competidores, pues el baile es lo que mejor se le da a Ricky Martin, quien fue capaz de contagiar a jóvenes y adultos mayores.

“Buenas noches ciudad de México, ¿cómo estás? Yo estoy muy bien, feliz de estar de vuelta en esta maravillosa tierra, en casa con amigos sin duda alguna. México ¿estás listo para ser feliz, sí o no? Y lo digo porque esa palabra quiero que la tengan presente. Quiero que seamos felices y volemos esta noche, que tomemos riesgos y sintamos, quiero sentir que tu sientas el máximo también, que no tengamos miedos de sentir altas, bajas, lo que quieras, vamos a recordar viejos tiempos y pasaremos del romanticismo a bailar”.

Y a partir de ahí fue una comunión con el público, un diálogo de cuerpos y arrancó con “Tal vez”, lo que le permitió ocultarse en cajas por un momento, para salir en un automóvil, que se metió completito al escenario y a bordo del auto cantó “Living la vida loca”, “It’s Alright” y “She Bangs” y al bajar del auto, se vio que Ricky portaba una falda escocesa negra, con cuya prenda movió las caderas en forma sensual y emocionó a sus fans.

Y después de hacer sudar a la audiencia, vino la parte seria del concierto, donde explicó lo que es su fundación filantrópica que ayuda a personas de escasos recursos y condena la trata de personas, pues él considera que se trata de la esclavitud de la nueva época, Y con las imágenes de fondo, sobre la ayuda que proporciona la fundación que lleva su nombre, Ricky Martin cantó “Asignatura pendiente” y “Tu recuerdo”, mientras que su público no dejaba de ovacionarlo y de bailar al ritmo de su música.

Luego platicó que él sí ha sentido lo que es una explosión en el pecho y para demostrarlo cantó “Disparo al corazón”, “Vuelve” y “Adiós”, vendría después “Y todo queda en nada”, “Fuego de noche”, canciones del pasado que viven el presente.

Luego explicaría por qué pone a bailar a la gente: “Esto lo hago en todos los espectáculos, porque aquí es donde nos liberamos de verdad. Tuvo una despedida en falso para cantar “Pégate” y “La copa de la vida”, como despedida.