Los otros cuatro
Ramón Zurita Sahagún jueves 18, Jun 2015De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Siguiendo con la revisión de los 12 estados que elegirán gobernadores el año próximo, toca el turno a los de Durango, Hidalgo, Quintana Roo y Tamaulipas, los que guardan en común el jamás haber sido gobernados por un militante ajeno al PRI.
De acuerdo con los resultados electorales del pasado 7 de junio, el cuarteto de entidades mantuvo la hegemonía tricolor, ya que todos los distritos fueron ganados por los candidatos priístas.
Esas victorias lanzarían una advertencia de que los candidatos del Revolucionario Institucional saldrían como favoritos, sin importar los que sean postulados por los otros partidos.
Sin embargo, los cuatro estados que, aparentemente, son de los más tranquilos para mantener la hegemonía priísta, en la realidad no lo son tanto.
Durango ha sido tradicionalmente un paseo para los candidatos del PRI, los que con algún apuro en un par de ocasiones han derrotado a los postulados por otros partidos.
Fue uno de los primeros estados que experimentó con las coaliciones de derecha e izquierda, alrededor de la figura del panista Rodolfo Elizondo Torres, quien con el tiempo llegó a ser secretario de Turismo del gobierno federal. También la capital del estado ha sido gobernada por partidos ajenos al PRI, destacando entre ellos el propio Elizondo Torres, del PAN, y Gonzalo Yáñez, del PT.
Curiosamente, los dos gobernadores más recientes pasaron primero por la alcaldía capitalina: Ismael Hernández Deras y Jorge Herrera Caldera, por lo que Esteban Villegas Villarreal se convierte en el principal aspirante del PRI, seguido por la senadora Juana Leticia Herrera. Por el lado de los panistas José Rosas Aispuro, ex priísta y ex alcalde de Durango, se anota como prospecto para competir nuevamente, a pesar de que fue derrotado por el gobierno estatal y por el Senado de la República por sus ex compañeros de partido. El gobierno de Herrera Caldera es insípido, inodoro e incoloro.
Hidalgo es una entidad sumamente atractiva en lo electoral, por lo que representa para el priísmo y el gobierno federal.
De Hidalgo provienen dos ex gobernadores, que hoy son parte fundamental del gobierno federal: el ex titular de la PGR, hoy encargado de la Sedatu, Jesús Murillo Karam, y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Entidad priísta por antonomasia y donde los cacicazgos de las familias Rojo y Lugo dejaron escuela, produciendo un buen número de gobernantes, los electores continúan votando ampliamente por el PRI, como dan cuenta los resultados del 7 de junio favorables al partido tricolor.
La entidad será defendida a sangre y fuego por los tricolores, los que cuentan con una amplia baraja de prospectos para contender por la gubernatura, mientras que los demás partidos se ven desarticulados.
Omar Fayad y David Penchyna, ambos senadores, van a la cabeza de las apuestas, pero les compiten dos mujeres con amplias posibilidades: Nubia Mayorga y Carolina Viggiano Austria.
Los panistas tenían su mayor figura en Xóchitl Gálvez Ruiz, candidata derrotada hace cinco años, pero su triunfo en Miguel Hidalgo la margina del proceso. La izquierda mantiene como su principal aval al ex priísta José Guadarrama Márquez.
Quintana Roo es junto con Baja California Sur el estado más joven del país, pero a diferencia del norteño, no ha experimentado otros gobernantes que los del PRI.
Benito Juárez (Cancún), su principal enclave ha sido gobernado por priístas, perredistas y panistas, sin que los representantes de la izquierda o derecha hubiesen alcanzado el gobierno estatal.
Su gobernador, Roberto Borge es cuestionado, pero obtiene resultados en las urnas y mantiene al estado dentro de los rubros importantes de crecimiento. El problema que enfrenta es que Carlos Joaquín González, subsecretario de Turismo, a quien le arrebató la candidatura del PRI en 2010 pretende serlo en 2016.
La dupla integrada por el gobernador Borge Angulo y su padrino, el senador Félix González Canto, pretende impulsar como abanderados del PRI a Mauricio Góngora Escalante o José Luis Toledo Medina. En una de esas y se cuela el senador del Partido Verde, Jorge Emilio González Martínez, en alianza con el PRI, cuyo principal defecto es que no le gusta hacer campaña.
Tamaulipas es otra de las entidades en las que ganó el PRI en forma asombrosa, por toda la serie de problemas que afectan a un estado sin rumbo aparente y cercado por la inseguridad.
Su gobernador, Egidio Torre Cantú, llegó de rebote a la candidatura y a la victoria en los comicios, luego del asesinato del candidato priísta, su hermano Rodolfo, favorito de las encuestas.
Egidio es displicente, soberbio y alejado de la administración pública, que busca que todos los problemas los resuelva la federación, especialmente en lo concerniente a violencia.
Con todo y ello, consiguió las victoria de los candidatos enviados por su partido, sin siquiera meter las manos.
Los priístas tendrán una contienda complicada en 2016, donde el todavía diputado federal Marco Antonio Bernal alza nuevamente la mano para la candidatura del tricolor y como parte del equipo de Manlio Fabio Beltrones, confía en ser nominado si es que el sonorense se convierte en dirigente nacional del partido.
Por los panistas, la senadora Maki Ortiz Domínguez, y su compañero de escaño, Francisco García Cabeza de Vaca, son ubicados como los principales aspirantes. En Tamaulipas hay que recordar que las principales plazas del estado ya han sido gobernadas por panistas y perredistas, como son Tampico, Nuevo Laredo, Matamoros, Reynosa, Madero, San Fernando y otras más.
Dentro de estos 12 estados valdrá la pena observar cuáles de los no candidatos de sus partidos se atreven a dar el salto como independientes.