Oaxaca, Puebla y Sinaloa
Ramón Zurita Sahagún martes 16, Jun 2015De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
De los 12 estados que elegirán a nuevos gobernadores en 2016, llaman poderosamente la atención los de Oaxaca, Puebla y Sinaloa, donde ocurrió aquella exitosa alianza entre los partidos de izquierda y el de derecha, considerada contranatura por el priÍsta Manlio Fabio Beltrones.
El saldo fue positivo, ya que abanderados por tres ex priístas, los candidatos postulados por los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática, principalmente, ganaron sus respectivos procesos electorales.
Gabino Cué Monteagudo, Rafael Moreno Valle Rosas y Mario López Valdez, renunciaron a su militancia por un mismo motivo, pero en diferentes tiempos.
Cué Monteagudo, formado políticamente por Jesús Martínez y acogido después por Diódoro Carrasco, ex gobernadores de Oaxaca ambos, renunció al PRI y fue llevado de la mano por Jesús al entonces Partido Convergencia, ganando la alcaldía capitalina y siendo después candidato derrotado al gobierno de Oaxaca en 2004 por Ulises Ruiz y su contingente de operadores electorales.
Seis años después y con el respaldo de panistas y perredistas consiguió barrer en las urnas al priista Eviel Pérez y convertirse en gobernador de Oaxaca.
El gobierno de Gabino Cué ha sido un fiasco y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación es la que realmente fija la agenda de temas del gobierno estatal.
El ritmo marcado por la CNTE hace imposible cualquier propósito de gobierno, pero al mandatario estatal eso es lo que menos le importa, ya que dado a la diversión y al esparcimiento, deja los asuntos de gobierno al margen, para atender sus asuntos personales.
Bajo el pretexto del acoso de la CNTE, Gabino busca que sea la federación la que resuelva los asuntos concernientes a la educación, sin importar que éstos abandonen al alumnado y tengan relegado al estado como uno de los más atrasados del país.
Los candidatos que contiendan por el gobierno de Oaxaca saben que será sacarse la rifa del tigre su eventual triunfo.
Alejandro Murat y Héctor Pablo Ramírez se muestran como las cartas fuertes del partido tricolor. El primero avalado por su padre, el ex gobernador José N. Murat y el segundo por otro ex gobernador, Ulises Ruiz.
Murat y Ruiz ambos se encuentran enfrentados por el control del estado desde hace años y buscan colocar al candidato de su grupo.
Benjamín Robles Montoya busca la nominación de la izquierda, aunque se duda que pueda tener el respaldo de toda la izquierda fraccionada ahora en PRD, MC y Morena.
Puebla es otro de los estados conquistados por la alianza derecha-izquierda, lo que convirtió a Rafael Moreno Valle en gobernador y hoy fuerte aspirante presidencial del PAN.
Moreno Valle creció al amparo de Melquíades Morales y renunció al PRI cuando no fue postulado a gobernador en 2004, fue candidato del PAN al Senado y con su triunfo mostró que su presencia en el estado era real.
El gobierno de Moreno Valle ha tenido aceptación entre los ciudadanos de ese estado, mientras su gobernante extrapoló su radio de acción, convirtiéndose en figura de su partido y consolidando alianzas con la izquierda.
De los tres gobernantes surgidos de la alianza derecha-izquierda, es quien mejor la consolidó. Hoy cuenta con ramificaciones a nivel estatal con militantes perredistas y buenas relaciones con Movimiento Ciudadano.
La figura de Moreno Valle se engrandeció fuera del estado y su alianza con Gustavo E. Madero concluyó con la victoria del reelecto presidente del partido.
La reforma constitucional para establecer un gobierno de dos años se hizo con la mira en que el grupo de Moreno Valle mantenga el gobierno estatal, mediante la candidatura de Antonio (Tony) Gali, el actual alcalde capitalino y desde su cargo de gobernante se proyecte a la candidatura presidencial del PAN y hasta, si es posible, lograr el respaldo de un disminuido PRD.
Sin embargo, los priistas van por esa entidad y tienen en la senadora Blanca Alcalá su mejor exponente y en el ex rector y ex alcalde de la capital, Enrique Doger, otro aspirante posicionado.
Sinaloa es el tercero de los estados aliancistas que va a los comicios del 2016 en busca de un nuevo gobernante.
Mario López Valdez fue priista durante largos años y renunció al partido cuando supo que no sería el candidato a gobernador, por lo que buscó el cobijo de los partidos minoritarios.
Su popularidad era grande, por lo que ganó sin grandes dificultades al priista Jesús Vizcarra, un próspero empresario de la carne y sus derivados.
Malova como es conocido el gobernador de Sinaloa ha sido un pésimo gobernante, pero que ha mostrado grandes dotes de beisbolista y bailarín.
Sus apoyos de campaña vinieron de parte de un grupo de priistas que se manifestaron contrarios a la nominación de su partido a favor de Vizcarra.
Con esos respaldos y no tanto con los del PAN o PRD consiguió su victoria en las urnas, pero en el terreno de lo administrativo resultó un fiasco.
Para el 2016 asoma la figura de un candidato independiente que puede repetir la historia de lo sucedido en 2015 en Nuevo León, ya que la figura de Manuel Clouthier Carrillo creció de gran en forma y logró con esa figura convertirse en diputado federal.
Los priistas pretenden recuperar esa entidad, aunque los nombres que se manejan no dicen mucho al electorado: Heriberto Galindo, David López y Enrique Jackson, más conocidos en el centro del país que en su propio estado.
Hay quienes buscan la repetición de Jesús Vizcarra y el círculo se amplía con el senador Aarón Irízar y hasta la senadora Diva Gastélum puede alegar equidad de género.
Los cierto de los comicios en Oaxaca, Puebla y Sinaloa, es que en la gestión, la alianza no fue satisfactoria y se advierte difícil repetir el fenómeno.