Hacia 2016
Ramón Zurita Sahagún lunes 15, Jun 2015De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Cerrado el ciclo del proceso electoral federal del 2015, con el conteo de votos y la entrega de constancias de mayoría y a la espera de los temas que sean resolutivos de los tribunales electorales es hora ver hacia el futuro.
Eso sí, los comicios del 7 de junio deben servir de referencia para los que vienen el año próximo, donde 12 entidades del país irán a las urnas para elegir a sus nuevos gobernantes.
Si en este año Nuevo León, Guerrero y Sonora, resultaban las más interesantes del total de las nueve en disputa, 2016 presenta estados sumamente atractivos por todo lo que implica.
Veracruz, es lógicamente la joya de la corona del año próximo, pero además de esta entidad, se asoman otras con un sabor adicional, especialmente las tres que ganaron gobernadores de coalición.
En total, los estados que irán a las urnas serán: Veracruz, Puebla, Oaxaca, Sinaloa, Hidalgo, Chihuahua, Tamaulipas, Durango, Zacatecas, Quintana Roo, Tlaxcala y Aguascalientes.
Por supuesto, Veracruz es donde estarán los ojos puestos, por todo lo que conlleva: la tercera mayor concentración de habitantes del país, después del Estado de México y el Distrito Federal, más de 200 ayuntamientos y uno de los presupuestos más elevados, la pugna política existente, el gran endeudamiento existente y la corrupción.
También en Veracruz se da una situación especial, ya que el eterno enfrentamiento entre dos políticos con habilidades particulares lo convierte en centro de atracción.
Para nadie es secreto que esa entidad se convirtió en coto particular del priísta Fidel Herrera Beltrán y del ahora panista Miguel Ángel Yunes Linares, los que cada elección la viven enfrascados en su particular disputa.
El resultado electoral de los comicios federales le fue favorable a Fidel y su equipo, ya que consiguió salvar a cada uno de sus alfiles, mientras que Yunes vio reducido su campo de acción.
Jorge Carvallo, Eric Lagos y Alberto Silva, parte del aquel grupo de jóvenes que se formaron políticamente en el equipo de Fidel, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado de la República, son hoy una realidad al lado del gobernador Javier Duarte de Ochoa, perteneciente al mismo grupo compacto. Fidel perdió a otro de sus aliados, la ex alcaldesa del puerto, Carolina Gudiño, quien fue enviada como carnada al feudo de los Yunes y cayó derrotada.
Pero en lo federal a Yunes no le fue bien, ya que es cierto que mantuvieron los dos distritos del principal puerto del país, pero cayeron vencidos en otros donde mantenían una presencia fuerte: Tantoyuca, Córdoba, Orizaba y hasta Poza Rica, plazas que había conquistado el PAN en el pasado, harán difícil la competencia electoral para Acción Nacional. Eso sí, el mayor de los Yunes logró una curul plurinominal.
De esa manera, Miguel Ángel Yunes Linares será un acicate en la Cámara de Diputados para el trío de fidelista-duartistas (Lagos, Silva y Carvallo), reforzados por Javier Herrera Borunda, hijo de Fidel, quien llega por el Partido Verde.
Pero si la disputa entre los dos clanes es digna de seguirse de cerca, la elección del año próximo será para elegir a un gobernador de dos años, lo que algunos consideran atinados y otros lo ven como una amenaza para que el PRI pierda otro estado más el año próximo.
La reforma legal fue protestada por los dos senadores priístas, Héctor y José Yunes, los mejor evaluados para alcanzar la candidatura y quienes quería la de seis años y han tenido que rectificar y convertirse en prospectos potenciales para el año próximo.
Por supuesto, ninguno de los dos es visto dentro de las preferencias del gobernador Javier Duarte de Ochoa, el que mantiene entre su círculo de opciones al trío de diputados de mayoría, conformado por Alberto Silva, Jorge Carvallo y Eric Lagos, de los que se espera tengan un papel de importancia dentro del Congreso federal.
Duarte de Ochoa busca repetir el esquema que lo llevó al gobierno estatal, ya que desde la diputación federal hizo los amarres necesarios para convertirse en candidato a gobernador, claro que con el aval y respaldo del entonces gobernador Fidel Herrera Beltrán.
El tiempo es corto, ya que inician labores el 1 de septiembre y en marzo, a más tardar, saldrá el nombre del candidato priísta. En este terreno les aventajan a los diputados priístas, los dos senadores Yunes, Héctor y José, los priístas ya decididos a luchar por la candidatura de dos años.
Por el otro lado, asoman también los apellidos Yunes, aunque en este caso se trata de padre e hijo, los dos de nombre Miguel Ángel y un tercero Fernando, también hijo de Yunes Linares.
Aquí el dilema es quién va por la de dos años y quién por la de seis, en caso de que gana el primero.
Miguel Ángel Yunes Linares es el jefe de este clan y decide sobre el futuro de sus hijos, los que han mostrado contar con atributos políticos propios, pero siempre cobijados en su pequeño reducto, cuyos puntos principales son el puerto de Veracruz y Boca del Río.
El mayor de sus vástagos es alcalde Boca Río y el menor es senador de primera minoría, ambos por Acción Nacional y fuertes opciones para ir por la candidatura de seis años, si es que el padre no quiere competir esta vez, ya que en 2010 fue vencido en las urnas por Javier Duarte.
Pero a pesar del cerrado círculo de los Yunes Linares-Márquez, existen otros panistas que no están de acuerdo con ello y disputarán la nominación como es el caso de Juan Bueno, quien ya alzó la mano.
Con todo ello, Veracruz se convierte en un punto político sumamente atractivo y digno de atención.