Votaciones
Francisco Rodríguez miércoles 10, Jun 2015Índice político
Francisco Rodríguez
Es generalmente aceptado que durante la campaña y la elección presidencial de 1994, el sistema utilizó el fantasmón de la “guerrilla de fusiles de madera” en Chiapas para asustar a la población. La pantomima salió redonda.
El electorado no malició que la guerrilla de San Cristóbal había sido fabricada por el cacique Manuel Velasco Suárez —abuelo de “El Güerito”— y el facineroso obispo Samuel Ruiz, para tratar de enderezar el dedazo de Carlos Salinas en favor de Colosio.
Al ofrecer que una elección pacífica era la mejor garantía para la estabilidad, el PRI aseguró una cantidad histórica de votos a favor de su candidato presidencial sustituto Ernesto Zedillo, un hombre mediocre, sin un solo atractivo electoral.
Fue la elección del miedo, a pesar de que el trasfondo de todos los logos era una blanca paloma de la paz. Zedillo “obtuvo” el 49% de la votación nacional. Algo que nunca volvieron a ver los tricolores. Pero como chango viejo no aprende maroma nueva, parece que esta vez muchos comentócratas oficiales acreditados en diversos medios, y alentados desde el poder, se pusieron de acuerdo para incendiar el cotarro y propiciar una condición muy parecida. Pudiendo actuar a tiempo en el gobierno para mantener a raya a los saboteadores a sueldo, se esperaron hasta el último minuto para sentarse a negociar y darles hasta lo que no tenemos para transformarlos en dóciles corderos de Dios que quitan los pecados del mundo.
El tricolor
Al PRI, porque le impidió hacer, junto con el Verde y el Panal, la mayoría simple en la Cámara de Diputados. De hoy en adelante, tendrán que negociar todo, empezando por el “Presupuesto Base Cero”.
Porque lanzó como candidato en Querétaro a Roberto Loyola. Porque nunca se dio cuenta de la estrategia de libertad religiosa que hizo ganar a Fox y ahora al panista Pancho Domínguez.
Que el electorado lo haya bajado de sus preferencias históricas, cercanas al 50 por ciento de votación, al 28% en que lo ha ubicado ahora, es un dato duro.
Al PVEM, porque el electorado le “rasuró” cuatro o cinco dígitos de los esperados, por mentirosos. Los diputados que le concedió no le alcanzarán para llevar al PRI a las “grandes ligas” de la mayoría simple.
El sol azteca, condenado
Al PRD, porque al retornar López Obrador al escenario electoral, por la puerta grande, se lleva la mitad de las posiciones de los amarillos en la cámara para su buchaca. Ganarle al PRD cinco de las grandes delegaciones del DF lo regresa a las jugadas mayores. La gente le recrimina al PRD su abdicación frente a la aplanadora priísta. El electorado reprueba su alianza con el narco en Guerrero y le demuestra su repudio apoyando a Héctor Astudillo, candidato del PRI al gobierno de esa entidad.
Reprueba a la dirigencia de “Los Chuchos” por colaboracionista. El escenario previsible es la rebelión al interior para poder buscar un marco efectivo de alianzas electorales rumbo a la próxima elección.
Por lo visto, ningún actor de la izquierda quiere ir con este PRD a ninguna parte. Ve a “Los Chuchos” como aves de mal agüero para sus afanes políticos. Desgraciadamente, razón no les falta. Ya estiraron demasiado la liga.
Blanquiazules, con menos curules que en 2012
Al PAN, arrebatándole el triunfo seguro en Sonora, negándosele en San Luis Potosí, dejándolo con un palmo de narices en Nuevo León y confinándolo con una bancada menor que la obtenida hace tres años. Su campaña en contra de la fallida reforma fiscal del PRD-PRI ¡no le reportó ningún beneficio electoral en el norte del país!
La gente “utilizó” las siglas panistas en las boletas para enviarles un claro mensaje a los gobernadores priístas, que el año entrante tendrán elección local: ni un voto más. Esto sucedió en Veracruz y Tamaulipas, señaladamente.
Pero sólo para eso. Porque cuando se trataba de votar por la proverbial abanderada panista en Michoacán, Cocoa Calderón, la gente aprovechó para enviarle un claro mensaje al hermano: ¡Aquí no pasarán!
Y en Colima, tanto como en BCS, el voto a favor de los albicelestes fue castigo para los gobernadores del PRI y del PRD, respectivamente.
La chiquillada que desaparecerá
Lo anterior choca con la extrema indulgencia del electorado a los evangelistas del nuevo Partido Encuentro Social, al que le brinda el registro otorgándole el beneficio de la duda, una vez que se deslindó, por medio de los presbiterianos de su financiador original: el defraudador de la Línea 12.
Opina el maestro Juan Jacobo Pérez Cornelio que el mimo Héctor Suárez y sus spots en contra de los rateros, salvó el registro de Encuentro Social. “Cosas veredes, Mío Cid”.
Sin embargo, la cara aventura de los Salinas de Gortari y de Beto Anaya, el PT no pasa la prueba del añejo. Son vías canceladas, igual que las intentonas por hacerse del sindicato petrolero.
El Partido Humanista, otra quimera del defraudador de ilusiones, Iris Salomón, uno de los hígados más grandes en el escenario. Vividor de los programas agropecuarios del gobierno, de donde saca a sus afiliados, volvió a tronar. Fue el que embarcó a Jorge Castañeda y a Patricia Mercado en el proyecto del antiguo PSD.
Las encuestadoras, ¿sin sanción?
Volvió a demostrarse que el Instituto Nacional Electoral “camina solito”, sin necesidad del costoso aparato de más de 20 mil millones de nuestro dinero. En las elecciones más peleadas, las estatales, no tiene vela en el entierro. Que los presupuestos a los partidos son demenciales. Que los gazapos y alharacas de los intelectuales sólo estorban al proceso democrático.
Que los observadores electorales internacionales de la OEA sólo vinieron a turistear a Oaxaca y Guerrero, y que no pueden reportar nada que los ciudadanos no conozcamos o no podamos corregir en las hileras de votación o en las casillas. Que los famosos encuestadores vienen a pasear sin una sola obligación.
Que el Grupo Reforma de Monterrey todavía tiene la mano pesada, cuando apoya a candidatos. Los regiomontanos lo habían probado con Juan Andrew Almazán; ahora lo confirman con “El Bronco”. Ojalá el independiente lo sea de a de veras.