¿Dónde quedó la equidad?
Ramón Zurita Sahagún martes 9, Jun 2015De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Fue tan mediática la equidad de género, que era una de las grandes reformas propuestas por el presidente Enrique Peña Nieto y festinada por los miembros de su partido y algunos otros organismos políticos, mientras que algunos la vieron con recelo.
La elección federal del 2015 fue la primera ocasión en que los partidos políticos asumieron la representatividad equitativa de candidatos hombres y mujeres, en un 50 por ciento.
La intención, plasmada en la ley conlleva a la integración de una Cámara de Diputados conformada por 250 diputados hombres y un tanto similar de mujeres.
Para ello cada uno de los 10 partidos en competencia postularon a una cifra igual de cada uno de los sexos, lo que no les fue fácil hacer, ya que completar la cifra les provocó fuertes dolores de cabeza.
Por vez primera la representatividad se esquemó de esa forma, por lo que se esperaba una gran concurrencia femenina en la LXIII Legislatura.
Sin embargo, esto parece ser que no será así, ya que los primeros resultados arrojan desventaja para las mujeres en algunos estados del país.
Con cifras reales, vemos que en Baja California si se consiguió esa pretendida equidad, ya que el PAN arrasó en los ocho distritos, de los que cuatro mujeres emergieron como victoriosas y otros cuatro varones hicieron lo propio.
La representación del Estado de México casi lo consigue con 19 mujeres electas en los 40 distritos de la entidad. Dos de Acción Nacional, una de la Revolución Democrática, otra más de Morena y el resto del Revolucionario Institucional.
En el Distrito Federal son 13 las mujeres que irán a la Cámara de Diputados, contra 14 hombres. Cinco del PRD, cinco más de Morena y tres del PRI.
Pero en Veracruz, una de las entidades con mayor número de distritos electorales (es la tercera después del Estado de México y el Distrito Federal) solamente lograron ganar en las urnas 6 mujeres, dos de la coalición PRI-Verde, dos del PAN, una del PRD y otra más de Morena.
En el resto de los 15 distritos los triunfos fueron para varones, unos del PRI, otros del PAN y alguno más del PRD y Morena.
Jalisco cuenta con 19 distritos electorales federales, de los que el Movimiento Ciudadano ganó once de mayoría, de los cuáles cuatro son mujeres y siete hombres.
El PRI consiguió siete, cuatro para los varones y tres para las féminas y Acción Nacional otro más de hombres. En total de los 19 distritos federales, siete son de mujeres y 12 de hombres. Puebla es otra entidad con un buen número de distritos federales (16), donde los resultados favorecen solamente a seis mujeres, tres del PRI y tres del PAN.
Oaxaca, un estado que vivió bajo la amenaza del boicot electoral con doce distritos federales solamente la victoria de dos mujeres, una del PRI y otra del PRD, con tres distritos en disputa todavía.
Por los anteriores resultados será difícil ver a 250 hombres y 250 mujeres en la LXIII legislatura, aunque si se tendrá una mayor concentración de legisladoras que en el pasado.
Sin embargo, la equidad de género quedó destrozada en cuanto al número de mujeres gobernantes, ya que de cinco con amplias posibilidades de triunfo, solamente una conquistó la victoria.
Fueron cinco las que arrancaron con amplias posibilidades de triunfo, además de otras seis a las que no se les daba ninguna oportunidad de victoria. Cada una de ellas se fue desplomando y por poco las mujeres se quedan sin ser gobernantes, cuando menos en esta ocasión. La única que consiguió el triunfo fue la priísta Claudia Pavlovich Arellano en Sonora, al ganar un poco más holgada de lo esperado al panista Javier Gándara Magaña y producirse nuevamente la alternancia en ese estado.
En Michoacán fue estrepitosa la caída de la panista Luisa María Calderón Hinojosa, la que arrancó como favorita y fue marginada hasta el tercer lugar de la votación, después del perredista Silvano Aureoles Conejo y del priísta José Ascención Orihuela Bárcenas.
La panista recibió el respaldo de su hermano el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, lo que parece háberle perjudicado en lugar de beneficiarle para la captación de votos.
Beatriz Mojica fue candidata del PRD, partido gobernante en Guerrero, pero no le alcanzó para ganar los comicios al priísta Héctor Astudillo, quien recuperó la plaza para los tricolores, después de dos gobiernos perredistas.
Sonia Mendoza era la gran favorita para regresar San Luis Potosí a los gobiernos panistas, pero cayó ante el priísta Juan Manuel Carreras por más de dos puntos de diferencia. La peor debacle de las mujeres la vivió Ivonne Álvarez en Nuevo León, donde perdió casi 40 puntos porcentuales de probables votos en unas cuantas semanas.
La priísta cayó en un tobogán, donde tres factores impactaron fuertemente en su derrota, la postulación de un candidato atractivo, manejado con el signo de independiente; el hartazgo de los electores hacia los partidos políticos y el conocimiento de los abusos cometidos por el gobernador Rodrigo Medina de la Cruz y sus familiares, además del rápido enriquecimiento y de la concentración de propiedades dentro y fuera del país. Total que Claudia Pavlovich Arellano se convertirá en apenas la quinta gobernadora surgida del voto ciudadano: Griselda Álvarez, Beatriz Paredes, Amalia García e Ivonne Ortega la antecedieron.
Mientras que Sonia Mendoza, Ivonne Álvarez y Luisa María Calderón tendrán que reincorporarse a sus tareas como senadoras y Beatriz Mojica buscará mejores horizontes, aunque su partido, el PRD resultó vapuleado en los comicios del 2015.