Crítica sí, violencia no
¬ Alejo Sánchez Cano lunes 8, Jun 2015Como veo, doy
Alejo Sánchez Cano
A propósito de los acontecimientos violentos de estos últimos días, aquellos que han sido provocados por un grupito de pseudomaestros de la llamada Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), nos vienen a la mente algunas palabras que en su momento expresó el multipremiado y reconocido escritor y periodista Carlos Monsiváis, al referirse a la violencia, y lo cito a él porque de alguna manera fue un personaje que con su sabiduría muchos mexicanos nos enriquecimos de sus escritos y su forma de pensar, y quien en vida abordó gran parte de los temas nacionales, coincidiendo las más de las veces con el sentir de muchos de sus oyentes o lectores. La cita es la siguiente:
“Estoy convencido, y ahora más que nunca, de lo absurdo de la violencia, y por lo mismo creo en las movilizaciones críticas… Y si el desenlace de estas movilizaciones lleva a conclusiones pesimistas, esto no da lugar a la desesperanza…” y remata su idea con “la violencia sólo conduce a la violencia, y no se justifica”.
>> Cuánta razón tenía Don Carlos, pero los violentos y descerebrados dirigentes de la CNTE esto nunca lo entenderán y saben por qué, porque detrás de ellos hay intereses oscuros, políticos y económicos, que buscan desestabilizar la vida institucional de nuestro país, intereses que en su actuación pública en estos días fingieron su participación democrática con llamados al voto y seguramente participan políticamente bajo el cobijo de algún partido político, porque así son, tiran la piedra, pero esconden la mano.
Esos intereses oscurantistas son fáciles de detectar, porque son los mismos que en tiempos violentos no sólo festinan todo tipo de atrocidades, sino que aportan gasolina y encienden la mecha en cuanta manifestación encuentran, es su camino y a ellos poco les importa si en estos asuntos tan delicados ponen en juego la vida de todo tipo de ciudadanos, llámense policías, manifestantes, transeúntes, reporteros, trabajadores, fotógrafos o simplemente “mirones”.
Es cierto que hay un pliego petitorio expuesto a nombre de este grupo magisterial, mismos que se inscriben dentro de su postura de rechazar la reforma educativa y por ende se oponen a la evaluación de los profesores para que éstos sigan dando clases, pero también es verdad que lo que reclaman no es el sentir de la mayoría de los maestros y más aún, con la participación de la dirigencia de la CNTE, las autoridades federales han instalado mesas de negociación para atender -por la vía del diálogo- los motivos de sus movilizaciones, aun cuando se perciban intereses ajenos a los de la educación.
>> La semana pasada comentamos que en tiempos electorales la Secretaría de Educación Pública (SEP) dio a conocer la decisión de suspender de manera indefinida los procesos de evaluación docente, pero hemos visto que el mensaje de negociación y diálogo no fue suficiente para los violentos, el sábado -a unas horas de la celebración de votaciones en todo el país- en Oaxaca hubo al menos 17 militares lesionados, cinco de ellos de gravedad, es el saldo que arrojó el desalojo de integrantes de la sección 22 de la CNTE del módulo del INE en la localidad de Huajuapan, el enfrentamiento se llevó a cabo cuando los uniformados instrumentaban el operativo electoral en la entidad.
>> Por todo ello, la preguntas que nos hacemos son en el sentido de que si después del proceso electoral celebrado ayer, los dirigentes de la CNTE seguirán caminando por las calles de Oaxaca con la misma impunidad con la que ahora lo hacen; si los profes de Guerrero, Michoacán y Chiapas, los otros delincuentes organizados, seguirán sentándose a negociar con las autoridades después de generar tanta violencia en sus regiones; y, una pregunta obligada, si los niños que una y otra vez se quedan sin clases estarán dispuestos a recibir a quienes los han abandonado a su suerte en materia educativa. Son preguntas con sentido crítico, pero nunca para que éstas generen violencia, porque aunque pudiéramos estar de acuerdo en algunas de las críticas expresadas hacia las autoridades educativas, no estamos de acuerdo en el método que utilizan como forma de chantaje de parte de sus dirigentes o ideólogos, ese es el punto.
VA MI RESTO.- Ya que hemos citado a Don Carlos Monsiváis, no está por demás recordar que el también llamado cronista de la Ciudad de México cumple ya cinco años de haber fallecido, para ser exactos es su aniversario luctuoso el 19 de junio.
Por eso, desde este espacio lo recordamos por el humor ácido, la ironía y la sátira política que nos dejó en su vasta obra escrita. De entre sus libros destacan “Días de guardar” (1971), “Amor perdido” (1977), “Escenas de pudor y liviandad” (1988), “Lo marginal en el centro” (2000) y “Aires de familia. Cultura y sociedad en América Latina” (2000), entre otros.
Ensayista, cronista y narrador mexicano considerado una de las inteligencias más lúcidas de la cultura de su país. Cursó estudios en la Escuela Nacional de Economía y en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional.
Carlos Monsiváis fue internado el 1 de abril de 2010 en el área de terapia intensiva del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, debido a una fibrosis pulmonar. Finalmente, el 19 de junio de 2010 la Secretaría de Salud comunicó su deceso a causa de una insuficiencia respiratoria. Su féretro estuvo expuesto en el Palacio de Bellas Artes de México. Como reconocimiento a su apoyo en la lucha de las minorías sexuales, se colocó la bandera LGTB sobre el ataúd. Y hasta ahí, porque como veo, doy.