Voto razonado
Ramón Zurita Sahagún miércoles 3, Jun 2015De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
El proceso electoral del 2015 sirvió, como ninguno otro, para mostrar lo más profundo de las vilezas, pasiones, escarnios, corruptelas y abusos de los que hacen gala los políticos y sus aliados.
Dejó en claro que los principales enemigos de los partidos políticos, de sus integrantes y de los gobernantes, son ellos mismos y no los candidatos independientes, que ponen en entredicho el futuro de esas organizaciones.
Una de las principales amenazas para los partidos constituidos y con registro, es la aparición de candidatos independientes que muevan a los electores, que los lleven a las urnas y obtengan su respaldo.
Si en el actual proceso electoral gana el más representativo de ellos (Jaime Rodríguez Calderón) “El Bronco”, el único que compite en esa calidad como candidato independiente o sin ganar se sitúe cercano a la victoria, la amenaza para el futuro de los partidos políticos será enorme.
No significa que los partidos desaparecerán, pero sí una modificación en los métodos imperantes hasta ahora para la nominación de los candidatos a los diversos cargos de elección popular.
Se regresará a la época de los candidatos populares, donde serlo será más importante que tener carrera política, experiencia, conocimientos y aliados o cómplices y los que no sean nominados por su partido contarán con una segunda vía para competir.
Los comicios que tendrán lugar en una decena de estados el año próximo para la elección de gobernadores serían un buen ejercicio como método de ensayo, con miras a la gran elección presidencial del 2018.
Es cierto que en el proceso electoral del presente año, la figura de independientes no logró tanta proyección como se esperaba por la rigidez de los requisitos para obtener una candidatura por ese método, pero sabedores de las amplias posibilidades de triunfo que conlleva, serán muchos más los participantes en futuros comicios.
Conseguir la ampliación de los recursos económicos de que pueden disponer los candidatos independientes es una llave mágica y riesgosa para los futuros participantes.
Se ha comprobado -aunque las autoridades se nieguen a reconocerlo- que existen muchas vías para evadir los estrictos controles de revisión de los gastos en campaña.
Pero las campañas del 2015 han mostrado también que la guerra sucia es una de las partes más fundamentales de las estrategias aplicadas para contrarrestar los métodos aplicados por los adversarios.
Es cuando afloran las denuncias, acusaciones y pruebas de los abusos y corruptelas cometidos por los gobernantes y por aquellos que pretenden llegar a serlo.
Varios son los gobernantes de los que se ha mostrado su lado más frágil que es el del enriquecimiento y abuso de las bondades del poder público.
Pero también dejan evidencian como algunos familiares de los gobernantes son el verdadero poder, los que ejercen el control de la obra pública y los beneficios económicos que estas dejan.
Los gobernadores de Nuevo León y Jalisco han quedado evidenciados como “títeres” de sus respectivos progenitores y dejan sentada la advertencia de que los gobernantes demasiado jóvenes.
Rodrigo Medina de la Cruz está catalogado como uno de los gobernadores más inoperantes que han ejercido la administración de esa entidad, aunque busca colarse al gobierno federal.
Sin embargo, la información filtrada en las dos semanas recientes muestra la forma en que se ha enriquecido este personaje, al amparo del poder público y como su padre ejerce parte del control político de la entidad.
Jorge Aristóteles Sandoval, gobernador de Jalisco, tampoco ha podido controlar la inseguridad y violencia que continúa siendo uno de los grandes problemas del estado.
A ello, se le añade la presencia de su padre, un magistrado, que controla parte de las decisiones cupulares y de gobierno que además interviene en las estrategias de campaña de su partido (PRI) y de sus candidatos.
Medina y Sandoval son personajes que lograron el ascenso al poder basado en su juventud y aparente simpatía.
Otros gobernantes han sido desenmascarado durante el presente proceso electoral, aunque ellos por beneficiar a familiares, sin que intervengan sus progenitores.
Aquí no hay distingo de ideologías, ya que se ubican en este contexto el panista Guillermo Padrés Elías y el priísta Fernando Toranzo Fernández.
Uno de Sonora y el otro de San Luis Potosí, pero ambos exhibidos por la fortuna acumulada en los años recientes, precisamente los de sus respectivas administraciones estatales.
Michoacán y Guerrero se ubican dentro del contexto de que sus gobernantes electos en las urnas ni siquiera concluyeron con sus gestiones, ya que sobre ambos pesan diversas sospechas.
Fausto Vallejo sufre la detención de su hijo, presuntamente vinculado al crimen organizado de su principal colaborador, Jesús Reyna, preso y acusado de los mismos vínculos. Ángel Heladio Aguirre Rivero, fue removido del gobierno de Guerrero, por la extrema violencia y por la desaparición de 43 estudiantes normalistas, pero a su salida se descubrieron una serie de corruptelas de sus principales colaboradores y familiares.
De esos estados señalados, con la excepción de Jalisco, todos los demás elegirán a sus nuevos gobernadores, por lo que valdría la pena que los electores reflexionen su voto antes de emitirlo en las urnas. Entre los candidatos de todos los estados hay de todo, jóvenes, inexpertos, repetidores, exhibicionistas, denunciados por abusos de poder, convenencieros y simples vividores del poder público.
EMBAJADORES
El gobierno de Estados Unidos dio el primer paso y anunció que su próximo representante diplomático en México será Roberta Jacobson, la que requiere de la aprobación del Senado de su país, ya con el beneplácito del gobierno mexicano.
La administración del presidente Peña Nieto analiza todavía el nombre de su representante en Washington, aunque suenan los de Luis Videgaray y Emilio Lozoya.