Navarrete prefigura el desastre
Roberto Vizcaíno martes 2, Jun 2015Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- En su conversación el dirigente acepta que ni él puede inducir cambios dentro de su partido
- En los 18 años que se tiene de gobernar el DF no ha habido una intención de renovar cuadros
- El PRD se maneja bajo conducción de una “federación de capos” que funcionan bajo sus intereses
La verdad no importa si la grabación que le hicieron a Carlos Navarrete fue subrepticia o ilegal, lo que realmente interesa es que la radiografía del desastre del PRD hecha por él ahí, en ese momento, es lo más veraz que haya dicho el presidente del sol azteca en su vida.
Publicada ayer por “El Universal”, la grabación y la consecuente nota surgida de esa conversación con Carlos Navarrete, deja en claro lo que desde hoy prevé el líder que pasará con su partido y la causas de ese desastre.
Claro, una vez revelada la grabación, Navarrete alega que esta fue editada. Pero no la niega.
Lo cierto es que Navarrete no revela nada nuevo. Lo que comenta y señala en esa grabación es apenas un reflejo de lo que otros desde dentro o fuera vienen señalando desde hace tiempo.
Sin embargo, es importante lo que Navarrete dice porque él no es un crítico interno o externo, sino el presidente nacional de este partido.
Y lo que induce desde esa posición es que el PRD simplemente no tiene remedio. No tiene alternativas y va directo al desastre sin que él, desde su posición de conductor de este partido, pueda hacer nada para evitarlo.
Es más, su revelación prefigura un partido pervertido, desde donde “capos” usan a la llamada izquierda mexicana para sus fines personales o dentro de sus intereses políticos.
Ahí, pillos y hasta asesinos llegan para limpiarse la imagen pública y convertirse de sujetos de cárcel y castigo, en prohombres y patriotas.
Y advierte que como el PRI en 1997, hoy el PRD está en el camino de perder su predominio en el Distrito Federal.
Considera que malas decisiones tomadas por el actual jefe de gobierno del DF y el desgaste de 18 años de gobernar la capital, han derivado en un fuerte deterioro de su partido.
A ello se suma la nula capacidad de renovación de cuadros y dirigentes todo lo cual llevará a que Morena o el PRI ganen en las elecciones de 2018 la jefatura de gobierno capitalina.
“Tengo una impresión que ahora vamos a pasar el 15 (2015), en algunas delegaciones, pero no veo en el 18 (2018), ni personajes, ni un partido con capacidad de renovación para repetir la jefatura de gobierno 18 a 24 (2024), o nos la gana el PRI o nos la gana Morena, veo esa perspectiva”, dice.
“Lo que está ocurriendo en el DF, desde mi punto de vista, creo, es una repetición de lo que ocurrió con nosotros, y que ahora el fenómeno se nos está revirtiendo, y ahora nosotros ocupamos la posición del PRI y otros partidos están con esa expectativa; 21 años de ejercicio del poder, 18, 18 años de ejercicio del poder”, agrega.
Y comenta:
“La llegada de un personaje como Mancera, el tipo de liderazgo que tenemos en el Distrito Federal, los núcleos que se apropian de los territorios (inaudible), los territorios, los liderazgos, el chapulineo de unos para acá otros para acá. La nata, cada vez más gruesa en el DF, que impide que liderazgos nuevos se den. La propensión de los gobiernos cuyo patrimonio personal están asfixiando al partido, y veo cercano el momento de la alternancia, creo que pronto el partido tendrá que irse a la oposición”, indica.
El su balance prospectivo, Navarrete no salva ni siquiera a su corriente, la de Nueva Izquierda.
“Con un deterioro de Nueva Izquierda en el DF. Nueva Izquierda en el DF es una federación de capos, en variadas circunstancias, con un desgaste en la dirección nacional de esa materia, de Nueva Izquierda… y con una decisión política de la jefatura de gobierno que va a traer repercusiones, la composición de candidaturas va a traer repercusiones, y porcentaje electoral a la baja”.
Pero lo más crítico es que admite que a pesar de ser presidente del PRD no tiene ni la capacidad ni el poder de siquiera influir en la integración de listas de candidatos a diputados locales en ninguna entidad.
“… hay cosas que uno ve que no puede cambiar, esa lista (la de diputados locales) no se pudo cambiar, ni la local, ni la federal…”
Y comenta la circunstancia de uno de sus interlocutores, que renunciaría al PRD en los días siguientes:
“No me sorprende su decisión, me parece que tenías dos opciones: quedarte y aguantarte los años en condiciones más precarias como las que has aguantado todos estos años o irte a buscar nuevos horizontes.
“¿Qué es una aventura? Todo cambio es una aventura, te puede ir bien o mal, pero entiendo que quedaste asfixiado en el acuerdo político de acomodo de las candidaturas, sin perspectiva o más bien con la perspectiva más adversa, ya sin tu presencia en la Cámara, sin la presencia de (inaudible) en la Asamblea Legislativa, con el mismo equipo gobernante en la delegación, pues ¿el aplastamiento no?”.
En ese momento entra al tema de los candidatos que llegan habiendo sido militantes en otros partidos durante 20 o 30 años.
Indica que muchos son los que han llegado al PRD por esa vía. Relata que la fórmula de la pepena de candidatos era simple: el PRD esperaba a que en el PRI se definieran las candidaturas y como no siempre hay para todos, entonces los inconformes se salían del PRI y se iban al PRD.
¿Por qué los aceptaba el PRD? Pues porque eran los que traían el trabajo de base en sus estados o municipios, distritos electorales, y eran los que podían ganar.
Así llegaron al PRD, recordó, los priístas Alfonso Sánchez Anaya, quien fue gobernador de Tlaxcala y Leonel Cota Montaño quien fue gobernador en Baja California Sur o el controvertido Ángel Aguirre Rivero, quien es gobernador con licencia en Guerrero y así llegó también Juan Sabines quien así sería gobernador en Chiapas.
En este afán por obtener posiciones de elección el PRD se abrió a pillos como el ex secretario de Gobernación, ex precandidato presidencial del PRI, y ex gobernador de Puebla, Manuel Bartlett, quien es, dijo, “un pinche asesino”.
“Manuel Bartlett (ex secretario de Gobernación y ex priísta), se pasó a la izquierda del PT… Manuel Bartlett, pinche asesino. Autor de los fraudes del 88… Todo eso, ¿ese es el pro hombre? Pues sí, aquí el agua bendita de la izquierda purifica.
“… el fenómeno lo he visto muchas veces, estoy curado de espanto. Ni traidores ni pro hombres: políticos. El que se va y el que quiere. Hay gente con trayectoria terrible, bandidos, corruptos de mala entraña han dicho que al llegar aquí se purifican, son pro hombres democráticos”, asegura.
El negro panorama delineado por el presidente del PRD no da alternativas a una renovación y reconducción del partido que genere alternativas de mantener el control del Gobierno en el DF.
Se supone que si lo pierden aquí, lo van a perder también en otras partes del país.
En síntesis el relato de Navarrete advierte un partido en decadencia y en vías de la extinción.