Suspensión en SEP, ¿cárcel para la CNTE?
¬ Alejo Sánchez Cano lunes 1, Jun 2015Como veo, doy
Alejo Sánchez Cano
A unos minutos de que la Secretaría de Educación Pública (SEP) diera a conocer la decisión de suspender de manera indefinida los procesos de evaluación docente, los únicos que aplaudieron fueron los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
El comunicado de la SEP es el siguiente: “La Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente de la Secretaría de Educación Pública informa: Con motivo de nuevos elementos a considerar en el proceso de evaluación para el ingreso, promoción y permanencia en Educación Básica y Media Superior, quedan suspendidas indefinidamente las fechas publicadas para su realización”.
“Ganamos” habrán gritado gustosos los seudomaestros de la CNTE, quienes en tiempos electorales habían amenazado con salir a las calles a manifestarse en apoyo a un boicot contra el proceso electoral, como parte de su estrategia para no ser evaluados conforme a la reglas de la reforma educativa que las autoridades del sector están implementando en todo el territorio nacional y que solamente ha recibido oposición de parte de este grupo magisterial en las entidades de Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Michoacán.
Cuán equivocados están quienes piensan que con esta decisión ganan, porque pronto se darán cuenta que la pausa dictada por las autoridades en torno a la aplicación de los exámenes evaluatorios en territorio de la CNTE es el primer paso para que quienes viven de este movimiento, los líderes corruptos, muy pronto vayan rumbo a la cárcel, ya que ante las intransigencias con las que están acostumbrados a actuar -y al ya no haber motivo para seguir manifestándose en las calles- las autoridades policiacas ya no encontrarán motivos o pretextos para no detenerlos ante tanto desmán que seguramente seguirán cometiendo quienes desde hace varios años tienen abandonados a sus alumnos.
Y deben irse a la cárcel porque si hay un grupo que en estos momentos la sociedad civil repudia, además de los grupos de la delincuencia organizada, esos son los líderes de la CNTE, pues con mentiras y falsas promesas han arrastrado a miles de sus agremiados en una causa que no tiene razón de ser, donde niños y jóvenes han sido los más perjudicados.
Quienes seguramente hoy están gritando con aires de triunfo, son los mismos que han encabezado acciones vandálicas, como la quema del Congreso local y bloqueos en la Autopista del Sol, en Guerrero; los mismos que desde hace años boicotean la realización de eventos con arraigo y tradición en el sector turístico como la Guelaguetza y tienen paralizada la economía del Centro Histórico, en Oaxaca; los mismos que a hace tres o cuatro años bloquearon carreteras y quemaron autobuses en Michoacán.
Los mismos que año con año, llegan con sus manifestaciones al Distrito Federal para protestar de todo, con afectaciones al libre tránsito, donde graffitean fachadas de comercios y oficinas, y saquean todo lo que encuentran en su paso. Los mismos rufianes que hace unos años intentaron derribar y quemar, con daños irreversibles, uno de los portones del edificio histórico de la Secretaría de Educación Pública, catalogado como parte de nuestro patrimonio histórico.
Por eso, con la suspensión del Programa de Evaluación, que hoy aparece como una derrota para los alcances de la reforma educativa, también puede ser el inicio de un gran triunfo del sector educativo nacional, porque no obstante que la referida reforma cuenta con el apoyo de las principales fuerzas políticas del país, hoy más que nunca tiene el apoyo no sólo de organizaciones civiles y no gubernamentales sino de una mayoría de ciudadanos que aun creemos en un mejor futuro y mayor calidad para la educación de la niñez mexicana.
Y el inicio de este triunfo se puede dar si de una vez por todas las autoridades deciden aplicar la ley a quienes hasta ahora caminan con total impunidad y protegidos por las siglas de la CNTE, porque con la pretensión de prebendas políticas y económicas lo único que han logrado es mayor analfabetismo o retraso educativo a la niñez de los estados de Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Michoacán, precisamente también las entidades con mayores índices de pobreza y marginación.
Entonces, la suspensión indefinida del proceso de evaluación para el ingreso, promoción y permanencia en Educación Básica y Media Superior, que habla de nuevo elementos a considerar, debe ir aparejada de un “Ya basta” y un “Hasta aquí” contra esos liderazgos que sin ningún argumento razonable se siguen oponiendo a la implementación de los preceptos constitucionales en materia educativa.
Sobre la suspensión indefinida del proceso de evaluación a los grupos docentes hay muchas voces de analistas y líderes de opinión que han criticado la medida gubernamental y la califican como una mala señal para la oferta transformadora del actual gobierno e incluso hay quienes indican que se trata de “una vergonzosa” concesión que la SEP ha dado ante los chantajes de la CNTE en tiempos electorales.
Tal vez sí, pero como dicen los abogados hay que otorgarles el beneficio de la duda y ahora esperamos una aplicación irrestricta de la ley contra quienes en los últimos años han vivido de la mentira, el chantaje y el engaño contra un grupo de personas a las que esos mismos liderazgos les han hecho creer que han alcanzado el grado de profesores por el sólo hecho de haber cursado las materias de Mitín I, II y III; Vandalismo (materia optativa) y varios diplomados de grafiti, por mencionar algunas.
Pues sí, así las cosas en el sector educativo. Ojalá que la suspensión del programa de evaluación de la SEP sea también una señal contra los liderazgos de la CNTE, quienes deberían ya estar en la cárcel, y hasta ahí, porque como veo, doy.