PAN: posible una alianza de facto con PRD… ¿también declinación?
Roberto Vizcaíno jueves 28, May 2015Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Las versiones periodísticas fueron tan persistentes que la dirigencia panista tuvo que aceptar que hay negociaciones
- José Isabel Trejo, secretario general panista, aceptó que hay conversaciones hacia un pacto fáctico
- El INE, bajo el secuestro de 7 representantes de partidos y debilitado por la imprudencia de su presidente
Desde hace algunos días varios columnistas hablan de que candidatos del PRD y PAN a gobernador y en delegaciones en el DF podrían declinar entre hoy y el próximo 7 de junio en favor de unos y otros aspirantes de los dos partidos.
El fin último sería el de impedirle ganar al candidato del PRI en cada uno de los casos señalados.
Hubo incluso quienes adelantaron que el PAN podría pedirle declinar a Luisa María Calderón, candidata a gobernadora en Michoacán en favor del perredista Silvano Aureoles, a fin de garantizarle el triunfo sobre el priísta Ascención “Chon” Orihuela mientras que la dirigencia del PRD pediría a Beatriz Mojica unirse al panista Jorge Camacho y evitar la victoria del priísta Héctor Astudillo a la gubernatura de Guerrero.
Con las cosas así, las versiones periodísticas han alimentado las conversaciones del mundo político y los análisis prospectivos de asesores de personajes, grupos y partidos.
Este contexto obligó ayer al secretario general del PAN, José Isabel Trejo, a salir a informar que las dirigencias de ambos partidos analizan los alcances de una alianza de facto.
Trejo recordó que de esta forma fue como se ganó Tepic, en los comicios anteriores.
Subrayó que el primer acuerdo es no hablar de estas alianzas ni de ningún caso en particular, para no afectar de antemano la posibilidad de ir a una alianza.
“Existe la intención de no arruinar las charlas y negociaciones”, precisó.
Pero adelantó que él vería “absolutamente normal” una alianza entre PAN y PRD “con tal de ganar las gubernaturas al PRI”.
“Nosotros somos aliancistas con el presidente Madero.
Nosotros hemos pugnado siempre por tener alianzas con el PRD y con el PT. Yo vería absolutamente normal que tuviéramos una alianza de facto, lo consideramos políticamente correcto, yo soy partidario de, si hay condiciones, hacer alianzas de facto con tal de ganar las gubernaturas al PRI”, insistió.
Y adelantó:
“En Michoacán están muy cerrados los tres (la panista Luisa María Calderón, el perredista Silvano Aureoles y el priísta “Chon” Orihuela)… habría que revisar en qué estados el PAN está arriba, y en cuales el PRD está igual. Preferiría no dar nombres para no entorpecer la negociación”.
El panista indicó que en estas negociaciones las dirigencias de PAN y PRD revisan en qué estados o distritos deberán prepararse para defender el voto, pues en varios estados van en alianzas comunes y requieren una estrategia conjunta.
Aceptó que los puntos críticos de seguridad en estos comicios se ubican en Michoacán, Guerrero, Tamaulipas, Jalisco y la colindancia con Morelos.
“Claramente los puntos de conflicto son para nosotros donde hay una alta competitividad, donde estamos peleando las nueve gubernaturas hay problemas y dificultades que se están dando y que van a tener su más grave manifestación durante los últimos 10 días, pero que se acentuarán una vez que se cierren los actos públicos de campaña, que es cuando empiezan las operaciones mágicas, y lo de seguridad ya lo hemos dicho muchas veces pero hay que insistirlo”, precisó.
PREVIAMENTE
El contexto previo a esta aclaración de la dirigencia panista provocó comentarios no sólo en medios.
Ayer el tema obligó a entrevistas de líderes políticos por parte de reporteros, pero en especial de conductores de programas noticiosos e informativos de la radio.
Así en el espacio matutino de Óscar Mario Beteta coincidieron por el PAN el potosino Alejandro Zapata Perogordo y por el PRD Jesús Ortega.
Ambos desecharon de entrada la posibilidad de que en lo que resta de hoy al 7 de junio pudieran darse alianzas de facto entre PAN y PRD y mucho menos declinaciones de algunos candidatos de ambos partidos en favor de otros.
Recordaron que estas versiones comenzaron a correr luego de que Gustavo Madero y algunos otros dirigentes del PAN coincidieron casualmente en un restaurante japonés de la colonia Del Valle con Jesús Ortega y otros perredistas.
Los dos grupos se saludaron e intercambiaron comentarios respecto de la campaña electoral en curso y de otras cuestiones nacionales.
Nada que pudiera acercarse al inicio de acuerdos de facto ni a declinaciones, dijeron ambos.
El desmentido sobre los comentarios vertidos por los columnistas estaba servido.
Pero horas después el secretario general del PAN y ex coordinador de los diputados federales blanquiazules, refutó a Zapata Perogordo y a Ortega y dejó en claro que los periodistas tenían una vez más la razón.
TOMA DEL INE
Por si algo le faltara al INE y sus vapuleados consejeros, un grupo de militantes de grupos de izquierda no sólo violentaron la entrada de este instituto sino que entraron a sus instalaciones y hubo incluso uno de ellos que llegó hasta el mismo pleno de sesiones para reclamar a gritos ser escuchado, lo que obligó al controvertido consejero presidente Lorenzo Córdova a dictar un receso.
Liderados por el perredista Benito Mirón Lince, pidieron que el INE incluya en su normatividad la revocación del mandato del Presidente de la República.
Recordaron que la semana pasada presentaron escrito con esa petición al consejero presidente, pero no han recibido respuesta.
El incidente se suma a un clima de fuerte cuestionamiento y debilidad del INE apenas a 11 días de la elección de la renovación de los 500 diputados federales y elecciones en 17 estados (entre ellas 9 gubernaturas y 16 delegaciones en el DF).
En los hechos la crisis profunda que ha llevado al INE a una situación de extrema debilidad y ausencia de legitimidad se inició el 18 de febrero pasado cuando del pleno se salieron 7 de 10 representantes de los partidos registrados y colocaron a los consejeros en el autoritarismo y la falta de diálogo.
Se discutía una cuestión secundaria que llevó a Javier Corral del PAN, a Pablo Gómez del PRD y a Horacio Duarte de Morena a iniciar la revuelta que fue seguida por los representantes del Partido del Trabajo, del Humanista, de Movimiento Ciudadano y el de Encuentro Social.
El abandono del salón por parte de los 7 representantes de partidos creó la percepción de que las sesiones del INE eran ilegales.
De igual forma, se corrió la versión de que los consejeros Marco Antonio Baños, Beatriz Galindo, Adriana Favela, Benito Nacif, Javier Santiago y Enrique Andrade formaban parte de un grupo de apoyo al PRI.
El perredista Pablo Gómez denunció que ese grupo promovía insistentemente “ y de manera autoritaria, impositiva, (se) saquen del orden del día donde se establecen regulaciones a efecto de garantizar la equidad en la contienda y para impedir que los programas sociales sean utilizados a favor del partido del gobierno y su aliado el PVEM”.
El conflicto fue alimentado por el petista Pedro Vázquez, quien afirmó que “los tenemos claramente identificados a favor de un partido político, el PRI…
“Fue el bloque de seis consejeros (los que) votaron a favor de que siga generando inequidad en la contienda electoral”.
Los 7 se mantuvieron fuera del pleno del INE durante varios días hasta que lograron que el propio presidente Lorenzo Córdova se sentara a negociar con ellos las condiciones del regreso.
Desde entonces el INE actúa ahora supeditado al grupo de 7 representantes de los partidos.
En los días recientes este condicionamiento del INE se agudizó al conocerse la grabación telefónica en que el consejero presidente Lorenzo Córdova se mofa de un líder indígena.