Las costureras
¬ Augusto Corro martes 26, May 2015Punto por punto
Augusto Corro
Para nadie es un secreto que el gremio de las costureras es uno de los más explotados en el Distrito Federal.
Sus salarios son de hambre y en la mayoría de los casos no tienen las prestaciones que ordenan las leyes laborales.
Sin embargo, la necesidad de conseguir algo de dinero las obliga trabajar en horarios que van de las 11 a las 12 horas diarias.
De acuerdo con declaraciones del sindicato 19 de Septiembre, las costureras ganan salarios que van de 650 a 700 pesos semanales.
Los patrones aceptan los sindicatos siempre que éstos funcionen como sus aliados contra el trabajador.
Como se sabe, el 19 de septiembre de 1985, el terremoto que azotó al Distrito Federal se ensañó con las costureras, que laboraban en edificios del centro de la capital, pues muchas de ellas murieron.
El hecho evidenció las condiciones de explotación en que vivían las mujeres en fábricas y talleres de ropa en aquellos años. Esta situación de injusticia no ha cambiado y es posible que se agudice.
La pregunta obligada es la siguiente: ¿habrá alguna autoridad laboral que se interese en inspeccionar los centros de trabajo donde se cometen injusticias cotidianamente desde 1985?
MENSAJE COLECTIVO
En un mensaje colectivo los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) se solidarizaron con su presidente, Lorenzo Córdova.
En días pasados, el titular de dicho instituto fue objeto de críticas de parte de todo mundo, por su falta de sensibilidad política y educación.
En el llamado “Audioescándalo”, Lorenzo se refirió en términos racistas a un integrante de una etnia que fue a negociar asuntos relacionados con las elecciones.
El funcionario se burló del indígena y como si esto no fuera suficiente, se conoció el lenguaje frívolo y procaz del presidente del INE.
El audio, conseguido a través del espionaje telefónico, se conoció en las redes e inmediatamente se lanzaron las críticas contra Lorenzo.
El presidente del INE trató de minimizar su error y acudió ante las autoridades federales para que investigaran el asunto del espionaje.
El escándalo ya estaba en marcha y no hubo manera de evitar la abolladura a la imagen del INE que, dicho sea de paso, sigue igual o peor que el desaparecido Instituto Federal Electoral (IFE)
Solo basta ver cómo los candidatos de los diferentes partidos políticos se dieron vuelo en la violación de las reglas electorales.
Volvamos al principio. Los ataques que iban dirigidos contra Lorenzo afectaron a los consejeros, que inmediatamente cerraron filas en torno a su jefe.
De ahí el comunicado colectivo contra aquellos que “tratan de lastimar al INE y erosionar su credibilidad”.
Para mí que fue el propio Lorenzo quien provocó la catarata de críticas en su contra por indolente. Sobre la credibilidad del INE se sabrá el próximo 7 de junio y los días siguientes a la elección.
¿Qué se puede esperar si el desprestigio de ese instituto lo promueve el propio Lorenzo?
Por cierto, “dónde quedó la dignidad humana de los indígenas?
LOS REBELDES
Los taxistas capitalinos se rebelaron y se manifestaron contra Uber y Cabify, empresas que prestan servicios de transporte a través de internet.
Este problema viene a agravar las condiciones de tránsito vehicular en el Distrito Federal, porque los manifestantes marcharon por diferentes avenidas para llegar al Zócalo capitalino.
Intentaron llegar al centro de la ciudad a bordo de sus coches, pero los policías se lo impidieron y tuvieron que protestar a pie. De todas maneras hubo bloqueos en diferentes puntos de la ciudad, derivados de la movilización de los choferes. Concretamente, los taxistas exigen la salida de Uber y Cabify del Distrito Federal por ser competencia desleal, según ellos.
Demandan además el cumplimiento de la ley donde se específica que es un delito el proporcionar servicios de transporte público sin tener alguna concesión, cuya falta se paga con tres a seis años de cárcel, además de multas.
También piden que se aplique la ley en contra de los más de 30 mil taxistas “pirata” que cuentan con la cromática oficial del transporte de alquiler, pero que circulan con placas de autos particulares. Las autoridades capitalinas, tienen pues, en sus manos suficiente trabajo para solucionar el problema que apenas empieza.
Por lo pronto, en las redes sociales el apoyo es total a las empresas Uber y Cabify.