El hijo de Arnaldo
Francisco Rodríguez viernes 22, May 2015Índice político
Francisco Rodríguez
Uno de los ejemplos más representativos de la cauda de jóvenes farsantes en importantes cargos gubernamentales, el hijo de Arnaldo Córdova —hasta ayer todavía al frente del INE—, acaba de enseñar todo el cobre, su infame naturaleza discriminatoria, su pensamiento salvaje.
Desde hace más de un año, usted y yo, estimado lector, coincidimos que en este desastrado caso del hijo de Arnaldo, se estaba empollando el huevo de una peligrosa serpiente, de alguien capaz de cometer idioteces intemporales, daños graves al colectivo. Que su nombramiento iba a causar vergüenzas irreparables.
Y, desgraciadamente, así ha sido. Cumplió la premonición con una sola actitud, revelada, legal o ilegalmente —eso no viene al caso— de ninguna hipócrita “disculpa”, de ningún “perdón” y ninguna “querella” ministerial, cuando de cuidar el interés público se trata.
El proceso de concientización del país bien vale una misa. Caiga quien caiga, sea descubierto por las redes sociales, como en el caso de Korenfeld, o de una grabación telefónica, como en el caso de este sujeto -Córdova-, es lo de menos. Los dos son idénticos.
Hacer a un lado purismos jurídicos para hablarnos entre nosotros con la verdad -para desenmascarar los rostros de la corrupción, la mentira y la farsa- es justipreciar el valor real de lo importante, sobre las zarandajas de los “ofendidos” con esa verdad.
Darle más importancia a lo superficial del tratamiento jurídico a este asunto, sería tanto como observar un cadáver tendido por asesinato en la agencia del MP y argumentar que por no estar bien acomodado, no se puede investigar la causa de la muerte.
Si a eso se atienen los farsantes abogados que están asesorando la defensa de este consejero, de antemano podemos pronosticar que están perdidos.
El peso de la opinión pública ya no puede detenerse con intrascendencias de leguleyos. La vergüenza nacional no merece a estos soberbios envanecidos.
Nunca fue nadie y lo encumbraron
Antropológicamente, el hijo de Arnaldo corre atrás de sus fantasmas. Quienes conocimos a su padre, sabemos que estaba muy orgulloso de sus antecedentes cercanos indígenas. Sus rasgos raciales acusaban gran inmediatez de influencias genéticas aborígenes.
Pero su hijo reniega de ellos. Trata a los indígenas de México -que son iguales a 15 millones con más de cien etnias y otro tanto de lenguas- con el encono de un “erudito” despreciable.
Se fuga de su propia realidad. Se distancia de “ellos”, de los “otros”, y exhibe una crueldad azafranada, vengativa, de baja estofa.
Lucha contra su herencia sanguínea. No quiere que nadie sepa de sus otras ligas raciales más que las europeas que tiene con su madre. Se educó con la orientación de ella, en tierra extraña, tratando de hacerle perder las pertenencias y la identidad con nuestra nación.
Cuando le convino, para asumir las herencias académicas y universitarias que había dejado una larga lucha de privaciones y miseria del padre, lo aceptó. Fue la base de amistades enroladas en lados progresistas, que finalmente lo ubicaron en la línea del “éxito”.
Nunca fue nadie. De repente, apareció cobijado por el abusivo y falaz grupito de los autonombrados “comentócratas” (televisivos), quienes le dieron programas, foros, plataformas, pretextos para aparecer en las pantallas chicas, pontificando como “intelecual”, siguiendo las pautas del comportamiento que observaba en los otros “monstruos” de la opinión.
Nunca dejó de ser una mezcla de yuppie y borderline, un junior de la peor ralea, aquél que no sabe ni puede tener aprecio por el lugar de donde viene, pero que está a la caza de oportunidades consuntivas de lo nice, de lo trendy para destacar ante una bola de advenedizos, enriquecidos en los medios.
Aunque su llegada a la consejería del INE fue festejada ampliamente por el grupito que lo promovió, y el que, de inmediato, fue ampliamente favorecido por negocios de proveedurías, asesorías de sultanato, vehículos y combustibles, ahora que incurre en esta aberración: ninguno de ellos ha salido en su defensa.
Ni saldrán. Porque dentro de su hipócrita actitud, bien saben que el hijo de Arnaldo no sólo ha cometido una estupidez contra nuestra dignidad, sino que ha lastimado el poco prestigio que le quedaba al país.
Muy triste desempeño en el INE
Su falta de criterio político, de liderazgo y de conducción en el INE, ha provocado aberraciones como subir en cerca de 20 mil millones de pesos el costo anual de la carísima burocracia electoral, sólo para seguir haciendo el ridículo.
La concentración despiadada de las compras y adquisiciones que anteriormente se hacían a nivel local, para favorecer a sus protegidos de la camarilla de “comentócratas”.
El pago de cien millones de pesos en asesores que ni idea tienen de lo que se trata, pero vienen recomendados por la “comentocracia”.
La autorización de cerca de 16 millones de spots en radio, internet y televisión -y la tolerancia con los que en los cines exhibió el Verde-, de factura insulsa, embrutecedora, que nos tienen sometidos a un bombardeo propagandístico corriente. Han logrado que lo único deseable es que ya acabe esta tortura.
El cachondeo al PVEM, al que no ha tenido el carácter que le faculta la ley para meter en cintura, por sus escandalosas violaciones intermitentes a la legislación electoral.
Los blandengues puntos de acuerdo para permitir inscripciones de candidaturas que el Trife ya había resuelto denegar, cual el caso de Marcelo Ebrard.
Haber provocado con su triste desempeño que todos los partidos acreditados ante el INE, cansados por las violaciones constantes a la Constitución y a la normatividad, no sólo pidan la pérdida de registro del inefable Verde, sino vayan a llegar por primera vez a la conclusión de que el único camino es la coalición total en el 2018.
La falta de enjundia para armonizar los criterios sobre la procedencia de los fondos públicos o privados a que tienen derecho los candidatos independientes para continuar en su brega, que le restan oxígeno al cuerpo político nacional.
Pero los acusados rasgos de su mentalidad borderline lo obligan a superar a diario las tonterías que ya cometió con anterioridad. Para subsanarlos, cree que con hacerse retratar en derriére por los periodistas de “la fuente”, es suficiente y según él, brinca el obstáculo.
La prensa a modo unifica el escándalo que le provoca que “dañen al presidente del INE a tres semanas de celebrarse las elecciones”. ¿Cuánto tiempo tiene este mentecato de estar dañando y avergonzando al país?
Desprecia a quienes le dan de comer
La farsantocracia es, como muchas cosas desgraciadamente entrañables, muy nuestra. Somos, se ha dicho hasta el cansancio, un país surrealista. Una obra del checo Franz Kafka que ha triunfado en todo el mundo y se presenta aquí, nos lo recuerda.
El monólogo de El gorila, originalmente el “informe para una academia”, con adaptación de Alejandro Jodorowsky, narra el caso de un simio felizmente adaptado a la sociedad, luego de varios años de convivir en ella, por lo que es capaz de dictar conferencias grotescas y patéticas.
En cada una de las representaciones, siempre se elige para actualizar el montaje o la puesta en escena a un personaje de la política. El más reciente es el consejero presidente del INE. La academia lo admira por ser una bestia capaz de imitar el habla y la conducta de un hombre mediocre.
Jodorowsky crea un monólogo teatral que muestra el despertar de una mente, al comienzo primitiva, luego vindicativa y por último iluminada, consciente de la inutilidad de toda apariencia que nos aleja de la autenticidad.
Los estados “salvajes” de los individuos se emparentan frecuentemente con los de animales.
Después de expresar su repudio por la manera de expresarse de los dirigentes indígenas y de los padres de Ayotzinapa, y ser descubierto, aparece ante los medios que cubren “la fuente”, para balbucear más desprecio a los que le dan de comer.
Ofrece “una disculpa franca y sin rodeos a quienes se hayan sentido ofendidos por nuestros comentarios filtrados ilegalmente a la opinión pública”. Todo, artificialmente cariacontecido, con la faz inexpresiva y leyendo, sin despegar la vista, un texto redactado al efecto por sus “abogados”.
Índice Flamígero: Certero, Ricardo Salinas Pliego calificó al Instituto Nacional Electoral (INE) y a sus consejeros como un “modelo de comunicación política lamentable, que no rinde cuentas a nadie y que censura las opiniones políticas”. También dijo: “La libertad puede ser molesta para mucha gente, molesta para los dueños de los monopolios que no quieren que nadie se meta a su territorio, molesta para los gobiernos autoritarios que a veces tienen empresas monopólicas que se reservan el uso y el disfrute exclusivo de sectores económicos enteros, y también preocupa a quienes no entienden que los cambios son naturales en una sociedad que evoluciona”. Y, last but not least: “Estamos nosotros atosigando y muchas veces encarcelando a los jóvenes por la posesión de drogas, completamente equivocado, eso no va a lograr nada y miren que no es que yo promueva las drogas, yo tengo una fundación que hace eso, pelear por educar, decir a los jóvenes que no las usen, pero de ahí a que los metan a la cárcel, ¿qué clase de ayuda es esa para los jóvenes?”. Fue en un evento organizado por Grupo Salinas para premiar la sexta edición de la convocatoria “Caminos de la libertad para Jóvenes” y el “Concurso de Ensayo Caminos de la Libertad”.