Asesoría millonaria
¬ Augusto Corro martes 19, May 2015Punto por punto
Augusto Corro
La democracia mexicana es de las más caras del mundo: sumas millonarias de pesos se utilizan para pagar los servicios de los consejeros y sus asesores en el Instituto Nacional Electoral.
Y el reparto generoso de recursos económicos llega a los partidos políticos que el único esfuerzo que realizan es el de extender la mano.
Para ser sinceros, el INE que llegó a sustituir al malogrado Instituto Federal Electoral (IFE) tampoco ata ni desata.
Parece que el ahora árbitro de las elecciones sólo busca la manera de sangrar al erario. ¿Por qué esta reflexión? Porque el mencionado instituto, considerado ya como un genuino elefante blanco, gasta más de 100 millones de pesos en pagos a 134 asesores internos y externos.
Los once consejeros, como no es de ellos el dinero, no les preocupa rodearse de personas que si bien se hacen llamar asesores, no se conoce realmente qué función desempeñan.
Claro, sería muy interesante conocer los beneficios que le aporta al país ese ejército de asesores que reciben pagos a simple vista onerosos.
Cien millones de pesos debidamente canalizados servirían para construir más escuelas y más hospitales que tanta falta hacen. ¿O no?
Sin embargo, en México los políticos siguen empeñados en mantener una de las democracias más costosas sin importar a quién o a quiénes afecte.
SIN CLASES MÁS DE UN MILLÓN DE NIÑOS
Sigue en las andadas la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Oaxaca.
Resulta que los maestros anunciaron un paro indefinido de actividades a partir del próximo primero de junio.
Las razones que argumentan para tal fin son las mismas de siempre con agregados electorales.
Las inquietudes ya conocidas son mejores salarios, derogación de la reforma educativa con el añadido de boicotear el proceso electoral.
¿Tienen razón los maestros en exigir solución a sus demandas? Es posible.
Lo que no tiene justificación alguna es dejar a un millón 200 mil alumnos sin clases. Esta acción sí es condenable a todas luces.
Oaxaca es una de las entidades más pobres del país. La educación es una de las pocas armas con la que contarían esos niños, privados de enseñanza, para enfrentarse a la vida.
No hay otra manera de sacar al estado de ese abismo de injusticias y pobrezas; pero quienes podrían hacerlo prefieren manifestarse y realizar paros cada vez que se les antoja.
¿Cuántos días de clase perdieron esos niños desde que los maestros optaron por la protesta?
Ellos como adultos saben muy bien en qué consiste su actitud de lucha; pero los niños, esperanzados en aprender, no tienen posibilidad de sacudirse el yugo de la ignorancia y la pobreza.
Oaxaca es gobernado por un político anodino, Gabino Cué, quien desde el momento que asumió el poder, su mayor preocupación era servirles de tapete a los maestros de la Sección 22. Lo logró con creces.
En pocas entidades, los maestros reciben tanta atención como en Oaxaca.
Ante ese servilismo a los mentores, el mandatario estatal se olvidó de los niños que volverán a tener un calendario de clases recortado.
Por cierto, a nadie parece interesarle o importarle que un millón 200 mil alumnos resulten afectados por la irresponsabilidad de maestros y autoridades.
QUE LES CORTEN LAS MANOS
Yamilet Payán, candidata del Partido de los Pobres de Guerrero a la alcaldía de Chilapa, se pronunció por una legislación que permita que les corten las manos a los funcionarios que roben del erario.
Luego añadió que en “Guerrero y en el país hay mucha corrupción, por lo que es necesario tomar este tipo de medidas a fondo para castigar a los que roban el dinero (público)”.
Es una idea lo que planteó la aspirante, pero no sería necesario amputar las extremidades a los corruptos, por una simple y sencilla razón, ya contamos con suficientes leyes para penalizar a los funcionarios rateros, pero, desafortunadamente, no se aplican.
Entonces, lo que urge es, eso sí, leyes que exijan la rendición de cuentas y su castigo respectivo a los funcionarios. A todos sin excepción. En México ocurre lo contrario. Los gobernadores, por ejemplo, dejan el cargo con los bolsillos repletos de dinero, dueños de propiedades inmuebles en nuestro país y en el extranjero.
Para no ir tan lejos, la parentela del ex gobernador Angel Aguirre Rivero, es juzgada por peculado. Saquearon las arcas del estado y es posible que únicamente permanezcan unos cuantos años en la cárcel para después salir y disfrutar el dinero mal habido.
No se trata pues de cortar manos, sino de aplicar las leyes que castigan a los ladrones de las arcas públicas.