Dictadores
Luis Muñoz martes 19, May 2015Segunda vuelta
Luis Muñoz
El pasado 4 de mayo se cumplieron siete meses de la muerte de uno de los dictadores más represivos y odiados de la historia, pero no el único.
En el “top ten” de los dictadores más atroces están Muamar Gadafi, Adolfo Hitler, Saddam Hussein, Benito Mussolini, Pol Pot, Nicolae Ceausescu, Mobutu Sese Seko, Jean Claude Duvalier, Slobodan Milosevic e Idi Amín.
Sin embargo, hoy hablaremos de Duvalier (“Baby Doc”), presidente de Haití, e Idi Amín, presidente de Uganda, por una serie de coincidencias que pueden resultar interesantes.
Ambos, por azares del destino, comenzaron su reinado en 1971, el primero a la edad de 19 años, convirtiéndolo en el mandatario más joven del mundo, y el segundo, a la edad de 46 años.
Tanto uno como otro dejaron tras de sí una estela de crímenes que los pueblos de esas naciones (Haití y Uganda), y el resto del mundo, no podrán olvidar, como no olvidarán jamás las atrocidades del genocida más abominable: Adolfo Hitler.
Durante los ocho años del régimen dictatorial de Amín, murieron alrededor de 500 mil personas y Uganda quedó sumida en una profunda crisis económica.
En Haití, Jean-Claude Duvalier, hijo de Francois “Papá Doc” Duvalier, gobernó 15 años y su administración fue tan violenta y represiva, como la de su padre.
También, por triste coincidencia, ambos estuvieron exiliados: Uno (Idi Amín) durante 20 años en Arabia Saudita, y el otro (Duvalier), 25 años en Francia. Los dos fallecieron sin haber pagado por sus crímenes.
Cuando Amín Dada fue destituido, huyó primero a Libia y luego a Irak, para finalmente instalarse en Arabia Saudita en diciembre de 1980. Allí comenzó un exilio dorado en un lujoso palacio de Yeda, ciudad portuaria a orillas del Mar Rojo, rodeado de varias de sus mujeres, al menos 30 de sus hijos y… una extensa corte de cocineros, criados y choferes.
Por su parte, el déspota tirano “Baby Doc”, considerado un “pobre diablo”, mientras su país pasaba por una de sus crisis económicas y sociales más graves de la historia, se dedicó a la dolce vita: vivió en una villa de la Costa Azul, alquilada por varios miles de dólares al mes, en compañía de sus dos hijos, Jean Claude II y Anya, paliando la nostalgia del Caribe con carros deportivos de colección y toda una pléyade de sirvientes, mucamos, choferes y guardaespaldas, similar a lo que debió tener en sus épocas de “presidente perpetuo”.
En nuestros días, ya sin Duvalier, Haití intenta cambiar su dramática situación. Confían en que 2015 sea determinante para que reconduzca una situación política turbulenta.
Analistas en el tema creen que este año va a determinar si este pequeño país de las Antillas, sigue avanzando en los progresos ya iniciados o si se va a precipitar hacia el caos, circunstancia que traería consigo un incremento aún mayor de la pobreza, la desesperación ciudadana, la injusticia social, el desempleo y el estancamiento económico.
Aunque está prevista una votación presidencial el próximo octubre para elegir al sucesor de Michel Marthelly, cuyo mandato constitucional expira en febrero 2016, opositores anunciaron una intensificación de las manifestaciones callejeras para derrocar al líder haitiano…