El electorado
¬ Augusto Corro lunes 18, May 2015Punto por punto
Augusto Corro
Los electores consideran de menor importancia las elecciones intermedias que se realizan cada tres años.
Aunque se renovarán miles de cargos de elección popular, es poco el interés de los votantes. En cifras, de acuerdo con encuestas de Milenio, 38 por ciento de los ciudadanos tiene interés de acudir a las urnas el próximo 7 de junio para las elecciones federales.
Además, el 47 por ciento de los electores no tiene intención de acudir, cifra que se reduce únicamente en 7 por ciento en aquellas entidades donde habrá elección de gobernador.
En las entrevistas también se logró conocer que “la gran mayoría de los que tienen intención de ir a votar manifestaron que acudirían a las casillas únicamente para anular su voto, dejar en blanco o integrarle una boleta de revocación de mandato”.
Ante ese panorama, los partidos políticos tendrán que multiplicar sus esfuerzos para reducir la influencia del “partido del abstencionismo”.
Será difícil, pues la pobreza de las campañas políticas sólo reflejó la mediocridad de los aspirantes que también se enfrentan a las redes sociales, su nueva conciencia crítica.
De las pillerías de los políticos se sabe inmediatamente y la información llega a través de testimonios irrefutables de la violencia electoral, los relojes caros de los políticos, la ineptitud del Instituto Nacional Electoral (INE), el divisionismo de los partidos, etc.
Este cúmulo de elementos negativos en la “grilla” no estimula al elector, que contempla el enriquecimiento incontrolable de la clase política, sin que nadie les exija cuentas.
La pregunta obligada es la siguiente: ¿Serán las elecciones del 7 de junio un fracaso para la partidocracia? Porque el electorado, de eso sí estamos seguros, ya no es el mismo, pues tiene mayor información y difícilmente habrá una tomadura de pelo, como se dice coloquialmente.
EN GUERRERO
Los hechos violentos y los conflictos crecen en Guerrero, entidad que no ve la tranquilidad, luego de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, en Iguala.
En la violencia desatada en aquel estado participa el crimen organizado y los maestros. Los primeros con secuestros y asesinatos, y los segundos con sus manifestaciones permanentes contra las autoridades.
Es posible que en algunos municipios guerrerenses surjan conflictos en los próximos comicios del 7 de junio. La semana pasada, el cártel de Los Ardillos se dedicó a aterrorizar a los habitantes de Chilapa. Instaló retenes y controló las entradas y salidas de los chilapeños a su ciudad.
El 1 de mayo, en el citado lugar fue asesinado Fabián Quiroz, aspirante a la presidencia municipal por el PRI-Verde.
En Tlapa, grupos de inconformes reactivaron sus movilizaciones y bloqueos en carreteras para exigir la liberación de Néstora Salgado.
En Acapulco, las bandas delincuenciales continúan con sus ejecuciones. En los dos últimos meses cien personas fueron asesinadas.
El escenario electoral guerrerense es desalentador.
LA GUERRA QUE VIENE
Margarita Zavala, esposa del ex presidente Felipe Calderón, y Ricardo Anaya, son los dos panistas que lucharán por la presidencia del Partido Acción Nacional (PAN) después de las elecciones de junio.
Ambos contendientes representan a los dos grupos antagónicos más importantes en el seno del panismo: maderistas y calderonistas.
De la corriente ganadora saldrá el candidato blanquiazul a la Presidencia de la República. La familia Calderón-Zavala ya se apuntó para tal fin.
Y Ricardo Anaya seguramente llevará a la candidatura a su mentor y patrón Gustavo Madero, quien tendrá que imponerse a sus adversarios que están empeñados en convertirse en presidenciables, como el represor gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle.
Claro, los Calderón-Zavala ya tienen la experiencia suficiente para enfrentarse a sus enemigos políticos, pero parece que se les olvidó el pésimo papel que desempeñó Felipe cuando hizo el papel de primer mandatario de la nación. Para justificar el fraude electoral que lo llevó al poder, se enfrascó en una guerra fallida contra el crimen organizado en la que hubo miles de muertos y desaparecidos.
Sin embargo, la actuación como pésimo gobernante de Calderón no es obstáculo para su reactivación política en la presente campaña electoral, que aprovecha para impulsar a los candidatos azules y al mismo tiempo promover a su esposa.
En los comicios de junio se sabrá la respuesta al regreso del ex presidente a la política. El grupo de Madero dejó entrever que no se encuentra dispuesto a abrirle las puertas a la familia Calderón-Zavala.
Para empezar, le negó a Margarita una candidatura plurinominal. Señal de que no quieren en el partido nada que huela a calderonismo.
En el mes de julio empezarán las hostilidades en la cúpula blanquiazul encabezadas por el desvergonzado Felipe y el gris Madero.