Oportunismo
¬ Augusto Corro miércoles 13, May 2015Punto por punto
Augusto Corro
Otra vez se reunieron Silvano Aureoles Conejo, candidato del PRD a la gubernatura de Michoacán, y el fundador de ese partido, ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
¿Que perseguían ambos personajes políticos en ese encuentro?
Ellos mismos afirmaron “ver que podemos hacer juntos”, por Michoacán, obviamente.
Quienes saben de política aseguran que Aureoles Conejo será el próximo mandatario michoacano.
¿Es esta posibilidad la que llevó a Cuauhtémoc a dialogar con su correligionario y alumno? Es posible.
En Michoacán se pueden hacer muchas cosas; para empezar, es necesario regresarle la seguridad a la población. Hacer de esa entidad un territorio lejos de la violencia y de los cárteles de la delincuencia organizada.
Son muchos años, que los michoacanos padecieron la presencia del crimen organizado que alteró la convivencia social, la producción y la vida política.
Fue “La Familia Michoacana” y “Los Caballeros Templarios” quienes sembraron el terror, secuestraron y asesinaron durante los gobiernos perredistas encabezados por Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy “El Chino”.
Claro, sin excluir al priísta Fausto Vallejo, cuyo gobierno se distinguió por sus vínculos estrechísimos con los “templarios”, encabezados, entre otros, por Servando Gómez Martínez “La Tuta”.
¿BUSCA CHAMBA?
Hace 26 años, el ingeniero fundó el PRD, luego de su militancia en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), donde ocupó cargos relevantes.
Se peleó con la cúpula tricolor y junto con Porfirio Muñoz Ledo promovieron un nuevo partido que llegó a ser el PRD.
Con el tiempo, Cárdenas Solórzano empezó a perder poder debido a sus derrotas como candidato presidencial. El aspirante fue criticado acremente porque no pudo o no quiso defender su supuesto triunfo ante Carlos Salinas de Gortari.
En el partido del sol azteca se agudizaron las pugnas derivadas de ambiciones personales y los dirigentes se dividieron.
El propio Cárdenas Solórzano ya no pudo controlar a “Los Chuchos” que se quedaron como dueños absolutos de la empresa denominada PRD.
AYOTZINAPA
Los pleitos entre los perredistas tocaron fondo a raíz de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
En una de las manifestaciones en el centro del Distrito Federal, el ingeniero fue agredido por los que protestaban. El varias veces candidato presidencial se dio cuenta que su partido ya estaba alejado de las causas populares.
Al final de cuentas renunció a su partido tras el anuncio de que continuaría en su lucha contra la reforma energética.
La decisión de salirse del PRD, Cuauhtémoc la tomó cuando creció el reclamo de aparecer con vida a los 43 normalistas desaparecidos.
El presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, de extracción perredista fue señalado como el autor intelectual de la tragedia; a pesar de la defensa que le brindó la jerarquía perredista, encabezada por “Los Chuchos”.
Decepcionado por el triste papel del PRD en el caso de Iguala, no le quedó más remedio que dejar el partido.
NO FUE LO ÚNICO
Cárdenas Solórzano también hizo el intento de asumir nuevamente el liderazgo amarillo si había unanimidad de los líderes y sus tribus.
“Los Chuchos” le dijeron que no habría problema alguno, pero por otro lado enviaron a Carlos Navarrete a hacer su campaña en los estados. En términos generales al ingeniero le tomaron el pelo.
Su renuncia al partido del sol azteca fue una más de las que presentaron los líderes como Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard y Alejandro Encinas, por citar a unos cuantos.
El PRD se dividió y en las próximas elecciones se enfrentarán por primera vez en las urnas los perredistas y los morenos de López Obrador. Del resultado se sabrá el futuro de los perredistas que ya no se llevarán el carro completo.
EN MICHOACÁN
Como señalamos arriba, Aureoles Conejo incrementó su poder político en días recientes.
Dos pilares del panismo, Julio Castellanos, ex presidente municipal de Zamora, y Germán Tena, ex presidente del partido azul en Michoacán, decidieron sumarse a la campaña política del perredista.
Los priístas no tienen ninguna oportunidad de volver al poder. Fausto Vallejo, el ex gobernador de origen priísta no puede superar el conflicto político de su hijo Diego Vallejo, quien apareció en varias videograbaciones con el líder templario “La Tuta”.
Además, el gobernador interino, Jesús Reyna García, se encuentra en la cárcel, acusado de proteger al citado capo de “Los Caballeros Templarios”.
En fin, el encuentro entre Aureoles Conejo y el ingeniero no tienen la capacidad para devolverles la tranquilidad a los michoacanos. Ojalá y me equivoque.
La reunión de ambos michoacanos, viéndolo bien, obedece al oportunismo político del momento y a la “grilla” tradicional en temporada de elecciones.