Una blanca paloma
¬ Augusto Corro martes 12, May 2015Punto por punto
Augusto Corro
Ahora, resulta que el ex alcalde de Iguala, Guerrero, José Luis Abarca Velázquez, es una blanca paloma.
Como se señaló en todas partes, el edil fue el autor intelectual del secuestro de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Sin embargo, para los perredistas, el ex munícipe no tuvo nada que ver con el secuestro de los estudiantes.
¿Quién dijo lo anterior? Pues el propio acusado.
Debido al problema y con el propósito de limpiar la imagen del Partido de la Revolución Democrática (PRD), se instaló una Comisión Especial que investigó cómo llegó al poder Abarca Velázquez.
Dicha comisión estuvo encabezada por el ex dirigente Pablo Gómez, quien sin reflexionar sus argumentos, dijo que el ex alcalde “es inocente mientras no se demuestre su culpabilidad”.
O sea que para el líder perredista no tomó en cuenta las declaraciones de las decenas de testigos que acusaron a Abarca Velázquez como el autor intelectual del plagio múltiple.
Claro, es triste el papel de Pablo que en épocas pretéritas representaba el empuje y el valor de la llamada izquierda mexicana.
En el 68 el mencionado dirigente desempeñó un papel decoroso y ocupó un papel importante en la lucha estudiantil que lo llevó a la cárcel.
Después se subió al carro de la “grilla” partidista y se distinguió en las lides parlamentarias en Cámaras de Diputados y Senadores, aunque no tuvo tanta fortuna cuando se trató de competir por un cargo de elección popular, como la candidatura para buscar el gobierno capitalino.
Objetivamente, su carrera política fue más positiva que negativa. Por eso llama la atención que se dedique a defender lo imposible.
¿Por qué o para qué meter las manos por un sujeto como Abarca Velázquez que con su sola presencia manchaba la imagen perredista? ¿No sabía la cúpula del partido del sol azteca de la cadena de delitos que arrastraba el ex presidente municipal? ¿Nadie conocía de su riqueza ilícita? ¿De los asesinatos contra los militantes de su propio partido?
En fin, Pablo tuvo que cumplir con un triste papel que reconfirma que el PRD se encuentra muy lejos de las causas populares.
Si el mencionado dirigente quiso ayudar a su partido, la idea no le resultó buena. Todo mundo sabe quién es Abarca Velázquez y de sus relaciones con la delincuencia organizada.
OTRO CLAN DE AMBICIOSOS
No conforme con sus innumerables riquezas en terrenos, casas, etc., la familia del gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, de extracción priísta, pretende que le reconozcan varias propiedades ejidales.
Es decir que los parientes “incómodos” no tienen “llenadera”, como se dice coloquialmente.
Porque los Medina también poseen propiedades inmuebles en San Antonio e Isla del Padre, en Texas.
Según información de internet, el padre del mandatario neolonés, Humberto Medina Ainslie y Alejandro Medina de la Cruz, padre y hermano del “gober”, se consolidaron como prósperos desarrolladores inmobiliarios en Texas”.
Son pues, varios los gobernadores que incursionaron en el negocio de las casas y departamentos en el extranjero. Otro ejemplo de estos lo tenemos en el ex mandatario estatal, José Murat, con inmuebles en York y en otras ciudades de Estados Unidos.
La familia ambiciosa de los Medina busca ampliar su colección de inmuebles en loa ejidos ubicados en varios municipios de la geografía neolonesa.
EL PARTIDO VERDE
¿Qué hacer con el mal comportamiento del Partido Verde? Nada. No hay poder humano que lo obligue a caminar por el camino correcto del respeto a las leyes. No saben de qué va esto. O mejor, sí lo saben y entienden que nadie es capaz de someterlos a la legalidad y actúan irresponsablemente.
¿Y por qué lo hacen con tanta rebeldía ante las autoridades laborales? Porque no le temen a ninguna sanción, por severa que sea. Multa tras multa contra las violaciones a las leyes electorales.
Posiblemente ya se agotaron los artículos legales para castigar a los verdes. Ya se les sancionó por todo con multas millonarias. La última fue de 329 millones de pesos, por financiamiento ilegal de su campaña propagandística.
A los dirigentes del partido del Tucán no lo intimidan; ni siquiera esta multa que lo llevaría a quedarse sin el financiamiento ordinario para el 2015. No les preocupa pagar las sanciones porque el dinero no es de ellos; es de la aportación de los contribuyentes.
Además, los verdes lograron su cometido: incrementar su lista de electores. Por lo menos, esto dicen.