Felipe el desvergonzado
¬ Augusto Corro lunes 11, May 2015Punto por punto
Augusto Corro
En el sexenio panista anterior México empezó a vivir una de las peores espirales de violencia de su historia.
Entonces Felipe Calderón Hinojosa, sin la estrategia adecuada, decidió combatir a la delincuencia organizada.
Representantes de la fuerza pública de los diferentes niveles no pudieron erradicar a los cárteles de las drogas.
Se desató una lucha cruenta entre las propias organizaciones delincuenciales y éstas, a su vez, enfrentaron a policías municipales, estatales y federales, así como a elementos del Ejército, la Armada, etc.
El saldo de esa guerra fue demoledor: más de 80 mil personas perecieron, más de 20 mil desaparecieron; miles de niños quedaron en la orfandad y el tejido social destrozado.
Calderón heredó, pues, un país en franco estado de guerra, pues en lugar de erradicar o debilitar al narco, éste se multiplicó y se expandió a otros sitios del territorio nacional.
Como pudo, Calderón logró sortear las críticas a su gobierno y a su incapacidad como gobernante. Optó por un autoexilio en Harvard y empezó poco a poco a realizar sus exhibiciones públicas.
Sin nadie que le exigiera una rendición de cuentas, el ex presidente intensificó su pugna contra el actual presidente del Partido Acción Nacional (PAN), en busca de recuperar el poder en ese instituto político.
EL RECHAZO
Los panistas maderistas se agruparon y no permitieron que Calderón se apoderara del partido.
El resultado de esa pugna se reflejó cuando la cúpula política blanquiazul le negó la candidatura plurinominal de diputada a su esposa Margarita Zavala.
Ante esa derrota, la ex primera dama se envalentonó y dijo que lucharía por el liderazgo del partido y un paso importante rumbo a las presidenciales de 2018.
Pero no hay nada escrito sobre lo que ocurrirá en Acción Nacional, toda vez que son varios los aspirantes que pretenden ocupar Los Pinos.
El propio Gustavo Madero sueña con ser presidente. ¿Por qué no si ya lo logró Calderón? En la misma condición se encuentra el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, un dictadorzuelo aficionado a la represión contra las manifestaciones populares.
ELECCIONES DEL 2012
En el 2012 el partido blanquiazul sufrió una derrota aplastante en las elecciones presidenciales. Ocupó el tercer lugar en las preferencias electorales.
La sociedad mexicana cobró en parte los errores del gobierno fallido de Calderón. Josefina Vázquez Mota, la candidata panista, nada pudo hacer para que su partido continuara en el poder.
El daño causado por Calderón estaba en la mente de los votantes. No se podía olvidar de un momento a otro la tragedia de miles de familias afectadas por la violencia.
En ese escenario, Acción Nacional recrudeció su divisionismo. Madero fortaleció su poder y empezó a reposicionar al partido, que se llenó de todo tipo de escándalos, incluidos los “moches” y las fiestas con taiboleras.
El calderonismo y el maderismo, con sus respectivos seguidores y jefes, siguen enfrascados en una lucha cuyo ganador se encargará de designar al próximo candidato presidencial blanquiazul.
EN CAMPAÑA
Mientras se define a la corriente ganadora, el matrimonio Calderón-Zavala no pierde el tiempo.
Como ajonjolí de todos los moles, el ex presidente y la ex primera dama decidieron asistir a cuanto acto político se lleva a cabo en cualquier lugar del país.
Con el pretexto de respaldar a los candidatos panistas en esta temporada electorera, a Calderón se ve montado en una bicicleta, a caballo, etc., y como en sus tiempos de gloria a pronunciar discursos insulsos.
Aunque se informó que son las propias aspirantes panistas quienes le piden al ex presidente que los oriente, les levante el ánimo y les reestructure sus campañas con el propósito de alcanzar el triunfo.
¿QUÉ PIENSA MADERO?
Una vez que pase la temporada electorera, Madero y Calderón agudizarán su pleito. Los resultados de las elecciones serán determinantes para el predominio del maderismo o calderonismo.
Ninguno de los dos garantizaría progreso para México. Los dos sexenios panistas fueron suficientes para saber que no saben gobernar.
El guanajuatense Vicente Fox, caricatura de “grillo”, logró despilfarrar un capital político importante cuando los mexicanos votaron por él en busca del cambio.
Calderón no pudo sacar a México de la pobreza que se estancó; la violencia se incrementó, el desempleo creció y sólo los políticos son los ganadores en sus ambiciones de poder.
Sin ninguna vergüenza, el ex presidente Calderón promueve a su hermana Luisa María Calderón, para la gubernatura de Michoacán, un estado que vive en la inseguridad, luego del intento fallido de erradicar a la narcodelincuencia.
Si como presidente de México, Calderón no tuvo el poder suficiente para imponer a su familiar en el gobierno, menos podrá hacerlo ahora con toda esa carga de desprestigio.
En fin, Felipe ya regresó a la “grilla”.