Reacomodos
Ramón Zurita Sahagún miércoles 6, May 2015De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Conforme se acerca el día de la elección federal, que incluye nueve cambios de gobernador y elecciones locales en 17 entidades del país, se van presentando los reacomodos en las intenciones de voto.
Es cierto que en lo federal se mantienen las tendencias, con un PRI situado en lo más alto de los partidos, seguido del PAN, mientras que PRD, MORENA y PVEM se disputan la tercera posición.
La composición de los 500 diputados que formarán parte de la LXIII legislatura es la parte medular de la elección, ya que el partido gobernante (PRI) y sus aliados (PVEM y PANAL) pretenden alcanzar en conjunto, cuando menos, la mayoría, es decir 251 diputados.
Claro que de hacerlo, podrían sacar sin grandes problemas la aprobación de sus iniciativas de ley, aunque no las que requieren de reforma constitucional, donde se necesitan, cuando menos, el respaldo del la tercera parte de los legisladores.
Sin embargo, el entusiasmo de los panistas no decrece, ya que, según Gustavo E. Madero, su partido obtendrá cerca de las 200 diputaciones federales, lo que dejaría solamente 300 libres a repartir entre los otros nueve partidos.
Los dimes y diretes entre ambos dirigentes nacionales (César Camacho y Gustavo E. Madero) se incrementan conforme avanzan los días de campaña y se recortan los que restan para la elección.
Uno y otro manifiestan su nerviosismo sobre lo que les depara el futuro y se aprestan para continuar la diatriba en el marco de la LXIII legislatura, ya que uno y otro se apuntan para coordinar sus respectivas bancadas.
Los dos van como número uno de sus respectivas circunscripciones, pero mantienen la dirigencia nacional de su partido, algo que en los últimos tiempos se encontraba fuera del alcance de los presidentes de partidos.
Con Beatriz Paredes sucedió algo similar, ya que era candidata a diputada federal de representación proporcional y al mismo tiempo presidenta del partido, pero no asumió la coordinación de su bancada.
Sin embargo, de acuerdo con los números que generan los distintos sondeos, en los que los priístas se mantienen en un rango apenas superior al 30 por ciento y los panistas cercanos al 25 por ciento, el número de legisladores de unos y otros serían de 160 para unos y 120 para los otros, lo que dejaría 220 curules para repartir entre todos.
Claro que aquí la gran diferencia la marcarían los triunfos de mayoría, donde unos y otros, priistas y panistas, son ampliamente favoritos, con la excepción de algunas entidades como Distrito Federal, Guerrero, Michoacán, Tabasco y alguna otra, donde perredistas y morenos parecen tener segura la victoria.
En lo que respecta a los nueve estados con elección de gobernador, la lucha entre partidos se da en seis de ellas, ya que solamente en Baja California Sur, Campeche y Colima, se avizora un ganador desde ahora.
Baja Sur parece ser quedará nuevamente en manos del panismo, ya que su candidato Carlos Mendoza Davis aventaja por varios puntos porcentuales en las preferencias electorales a su principal adversario Ricardo Barroso Agramont.
El panista, hijo de un gobernador priísta y el priista, nieto de otro gobernador priísta de esa entidad, parecen enfrascados en una batalla desigual, con marcadas preferencias para el blanquiazul.
Los dos son senadores con licencia y el priísta le ganó al panista en la elección presidencial del 2012, por lo que ahora se le regresaría la afrenta, de mantenerse en las actuales tendencias.
En Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas resultó ser un candidato sumamente popular, donde nadie en el estado duda de sus posibilidades de triunfo.
La postulación de “Alito” como es conocido el priísta era esperada desde hace seis años, por lo que la nominación cayó bien en el ánimo de los ciudadanos de ese estado.
Era tan esperada su postulación que circularon versiones de que si no resultaba candidato, sus seguidores optarían por expresar su respaldo a otro candidato, el panista Jorge Rosiñol.
Las diferencias entre las preferencias hacia uno y otro, van en el rango del dos a uno a favor del priista, sobre el panista Rosiñol y la candidata de Morena, Layda Sansores, disputa el segundo lugar.
Colima es el otro estado, donde las tendencias se podrían modificar por muy poco.
Hasta el momento se mantienen inalterables las posibilidades de victoria del priísta Ignacio Peralta, aunque en los días recientes la diferencia en las tendencias han bajado un poco, la distancia con el panista Jorge Luis Preciado sigue siendo amplia.
Se estima que en Colima podría existir todavía un reacomodo, por una serie de circunstancias que vienen ocurriendo.
Pero en varios de los estados restantes, la moneda se encuentra en el aire, con amplias posibilidades para el triunfo de panistas o priístas en San Luis Potosí, Sonora y Querétaro.
En Guerrero se vive la disputa de priístas y perredistas por la victoria, mientras que en Michoacán, se considera que habrá una elección de tercios, ya que tanto panistas como perredistas y priístas luchan por conseguir el respaldo necesario para ello.
Nuevo León se mantiene como una incógnita, ya que todas las señalas apuntan hacia el triunfo de la candidata priista, Ivonne Álvarez, pero con una férrea oposición de un candidato independiente, Jaime Rodríguez y un panista que no se arredra, Felipe de Jesús Cantú.
Lo que si se advierte es que varios de esos procesos electorales se irán a tribunales electorales, ya que de antemano se consideran sumamente cuestionados, por la serie de denuncias de unos hacia otros y por las acusaciones de rebase de los topes de campaña y otras irregularidades.











