Petra, lejos del turista ordinario
¬ José Antonio López Sosa jueves 30, Abr 2015Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Petra, Jordania.- Desde las clases de historia básica se aprende un poco del Reino Nabateo y la maravillosa ciudad que construyeron entre barrancas y rocas, Petra, al sur del actual Reino de Jordania y que además de ser Patrimonio de la Humanidad, es una de las nuevas Siete Maravillas del Mundo.
También he escuchado a lo largo del tiempo -en el pasado- el cliché que significa para muchas personas conocer esta zona arqueológica, aun cuando no se entienda nada sobre los Nabateos, ni la importancia que esta ciudad tuvo en el pasado, sólo por el hecho de haber visto o escuchado hablar de una ciudad labrada sobre grandes rocas.
Caminar desde lo alto de las colinas hacia la antigua Petra, contemplar “El Tesoro” -uno de los edificios principales-, subir por varios kilómetros hasta hallar “El Monasterio” -otro de los grandes edificios- es tan impactante como conocer medianamente la historia de esta ciudad y de quienes la construyeron.
Pararse y mirar “El Tesoro”, sacar fotografías o selfies en “El Monasterio”, lo puede hacer cualquier persona que llegue hasta aquí (tal como lo hacen miles de personas a diario con “La Gioconda” en París), pero entender un poco más del pasado de estas edificaciones, atar los cabos con relación a las rutas comerciales, conocer más a fondo lo que permitió a los Nabateos tener una ciudad de esta envergadura resulta una experiencia de viaje sorprendente.
Hay mucha documentación que el propio Ministerio de Turismo de Jordania tiene al alcance del visitante en distintos idiomas -español incluido-, para poder adentrarnos en ese pasado misterioso que aquilató la prosperidad de un pueblo con el diseño de una ciudad única en el mundo.
El turista ordinario vendrá a ver Petra como ha hecho en el pasado con decenas de sitios históricos (volvemos a cliché).
¿Por qué esta reflexión en lugar de explicar más lo que se halla en esta histórica capital nabatea?, porque la mitad de una experiencia de viaje es conocer lo que se visitará y la otra mitad es vivirlo. Jordania es un país para vivirse y Petra tiene una historia que en sí misma, desde antes de llegar a la ciudad es muy interesante.
Petra es tan magnificente que está lejos del turista tradicional y cerca del viajero que busca a través de la experiencia, entender de dónde venimos como humanidad y hacia dónde vamos.
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