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Ramón Zurita Sahagún miércoles 22, Abr 2015De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
El respaldo del Tribunal Electoral para avalar a Xóchitl Gálvez Ruiz como candidata de Acción Nacional a jefa delegacional en Miguel Hidalgo, amplía el horizonte para después de los comicios del 2015.
Tres de los cuatro principales partidos políticos podrían definir el próximo 7 de junio los nombres de sus posibles candidatos al gobierno del Distrito Federal en 2018.
Candidatos del PRI, PAN y Morena consideran que de ganar las diferentes elecciones en que participan, la nominación a la jefatura de gobierno del Distrito Federal, sería cuestión de trámite.
El cuarto partido es el PRD, que gobierna actualmente la capital del país y cuyos bonos van a la baja, pero que de salir airoso en la contienda del 7 de junio, tiene reservada la candidatura para uno de los principales jefes del grupo de “Los Chuchos”.
Adrián Ruvalcaba es el nombre del priísta-verde que asegura que su propósito es el de competir por la nominación a la jefatura de gobierno y que basa su pretensión en el buen éxito de sus nominaciones.
Ganó con los colores de la coalición formada entre el tricolor y el verde la delegación Cuajimalpa, luego que el perredismo (su anterior partido) le negó la postulación al mismo cargo.
Ruvalcaba aceptó competir por una diputación local de mayoría en la misma zona que gobernó, luego que intentó, sin éxito, ser candidato plurinominal.
El ex jefe delegacional sabe que para poder ingresar al rango que desea de prospecto para la candidatura al gobierno capitalino deberá ganar en las urnas, ya que de otra forma quedará descartado.
Adrián Ruvalcaba consideraba que su posicionamiento como coordinador de la bancada priísta en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal era natural, pero al no conseguir espacio en la Cámara de Diputados, J. Encarnación Alfaro fue insertado como el primero en la lista de representación proporcional y candidato natural para la coordinación de la bancada.
Otro más que ya anticipó su deseo de contender por el gobierno capitalino es Ricardo Monreal Ávila, abanderado de Morena a la jefatura delegacional en Cuauhtémoc.
Sabe que él representa el estandarte del Movimiento de Regeneración Nacional y que su triunfo equivaldría a la nominación anticipada para el cargo que anhela desde hace varios años.
Ricardo Monreal tiene una sólida carrera, pues ha sido dos veces senador y tres más diputado federal, además de gobernador de Zacatecas y coordinador de bancadas, tanto del Partido del Trabajo, como del Movimiento Ciudadano, en el Senado de la República y Cámara de Diputados, respectivamente.
El triunfo del candidato de Morena no se antoja fácil, ya que tiene que luchar contra una fuerte estructura perredista en la zona que pretende gobernar y contra un candidato (José Luis Muñoz Soria) que ya fungió como delegado en Cuauhtémoc.
Xóchitl Gálvez Ruiz logró lo que todo mundo anticipaba, ser candidata de Acción Nacional a la jefatura delegacional en Miguel Hidalgo, antiguo bastión del partido blanquiazul.
Ella es una buena animadora de las campañas políticas por su lenguaje llano, directo y de fácil comunicación con el pueblo.
Lejos está de promover ideas o de debatir al estilo de los otros políticos, por lo que se considera será un duro escollo para las pretensiones perredistas de conservar bajo su control la delegación Miguel Hidalgo.
Xóchitl dejó la posibilidad de competir por una diputación federal del mismo partido en Hidalgo, para convertirse en candidata blanquiazul en la delegación donde vive.
Su nominación tuvo un costo alto para Acción Nacional, ya que una de las aspirantes, Laura Ballesteros, renunció al partido y se convirtió en candidata en esa misma delegación de la alianza constituida por el Revolucionario Institucional y el Partido Verde Ecologista de México.
También hubo de esperar que se aprobara su candidatura, ya que en primera instancia fue rechazada por el Instituto Electoral del Distrito Federal y tuvo que recurrir al Tribunal Electoral para que avalara su nominación.
Xóchitl sabe que su apuesta es grande, pero que de ganar, podría ser recompensada con la nominación al gobierno del Distrito Federal.
La aspirante panista sabe que es bien vista en algunos sectores de la ciudadanía, pero que en otros sus modos y estrategias son rechazados y vistos hasta con desdén.
Cada uno de estos personajes deberá ganar en forma impecable sus respectivos espacios, para poder aspirar a contender por la posición que anhelan en el 2018.
Los que esperarán tranquilamente los tiempos electorales del 2018 son los integrantes de “Los Chuchos”, que pasarán por la prueba de las urnas, solamente para conocer como se encuentran sus bonos, luego de los distintos escollos que se le presentaron antes de la elección del 2015 y que terminó con cuestionamientos de todo tipo.
El resultado de las urnas, principalmente, en el Distrito Federal será el mejor termómetro para medir sus posibilidades de que el partido del sol azteca se mantenga como partido gobernante en la capital del país.
Sin embargo, desde ahora dos de los jefes “Chuchos” se anotan como los posibles prospectos para esa nominación: Jesús Ortega Martínez, el “Chucho mayor” y Carlos Navarrete Ruiz, dirigente nacional del Partido de la Revolución Democrática.
Ambos ya pretendieron la candidatura y en ambos casos salieron derrotados ante prospectos mejor posicionados (Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera), los que más tarde se convirtieron en jefes de gobierno.
Sin embargo, para Ortega Martínez y Navarrete Ruiz fue su plataforma de proyección que, más tarde, les permitió asumir la presidencia nacional del partido del sol azteca.