¿Otra ejecución realizada por federales?
Roberto Vizcaíno martes 21, Abr 2015Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, informó que PGR y CNDH abrieron investigaciones sobre el caso
- Reconoció que existe una queja desde enero ante el organismo sobre estos hechos
- Desigualdad, corrupción, impunidad, violencia y estancamiento, 5 grandes retos de la democracia
Enfrentado a un nuevo escándalo que involucra presumiblemente a agentes federales en la ejecución de 11 civiles el pasado 6 de enero en Apatzingán, Michoacán, el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, informó ayer que el asunto ya fue transferido para su investigación a la PGR y al área de Asuntos Internos de la Policía Federal.
En algunos medios como la revista Proceso, Univisión y la página WEB de Aristegui-Noticias, pero sobre todo en una ola creciente en redes sociales, se habla de un video y de decenas de testimonios que dan cuenta de los hechos.
Ayer, al firmar un acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos que busca fortalecer el respeto de estos en México, el titular de Segob admitió que la CNDH tiene registrada una queja sobre estos acontecimientos desde inicios de enero pasado.
Eso, dijo Osorio Chong, se lo ratificó personalmente el presidente de la CNDH, Luis Raúl González Pérez.
“Me comentaba, que existe una queja abierta desde que ocurrieron los hechos y, que por supuesto, ellos seguirán el procedimiento respectivo”.
De acuerdo a un reportaje de la periodista Laura Castellanos y retomado por todos los demás, los hechos habría ocurrido en la plaza central de Apatzingan a partir de las 2:30 de la madrugada del 6 de enero pasado durante una protesta de elementos de la llamada Fuerza Rural, que realizaban un plantón en los portales del palacio municipal.
Ex trabajadores limoneros en su mayoría, los rurales inconformes exigían el pago de sus salarios luego de que el entonces comisionado especial de Seguridad para Michoacán, Alfredo Castillo había ordenado su disolución.
Fue esa madrugada que varias camionetas con agentes federales arribaron a los portales y sin más, supuestamente bajo el grito de “¡Mátenlos como perros!”, comenzaron a disparar contra los rurales.
De eso, afirman, existen imágenes, testimonios y documentos hasta hace poco inéditos.
La periodista Castellanos afirma que luego de dejar muertos a 11 de esos civiles, los agentes federales les “sembraron” fusiles y armas de largo alcance.
De acuerdo a sus registros y testimonios, 6 portaban pistolas debidamente registradas y los demás sólo se resguardaban con palos y ramas de limonero.
Al parecer la ejecución la encabezó Nicolás Sierra, “El Gordo Coruco”, un personaje señalado como extemplario que operaba bajo las órdenes entonces comisionado federal de Seguridad en Michoacán, Alfredo Castillo, hoy director de la Conade.
De acuerdo a los registros michoacanos “El Gordo Coruco” era uno de los siete hermanos Sierra, conocidos como “Los Viagra”. Hay quienes afirman que Castillo tuvo a 5 de los hermanos Sierra bajo sus órdenes.
Hoy este asunto amenaza con escalar y convertirse en una nueva secuencia de los hechos de Tlatlaya y Ayotzinapa con consecuencias impredecibles para el gobierno federal.
SIN CONCESIONES
Por ello, ayer mismo el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez suscribieron un Convenio para la Protección y la Promoción de los Derechos Humanos en México.
Al hacerlo, Osorio Chong advirtió que hoy, en este país, “los derechos humanos no son negociables: la sociedad debe ejercerlos y los gobiernos, garantizarlos”.
Sin embargo, reconoció que todavía ese respeto es una aspiración pues “la tarea de darles plena vigencioa (a los derechos humanos) no es, de ninguna manera, un reto menor”.
Para cumplirlo cabalmente se requiere, agregó, de un auténtico compromiso de todos los sectores y de todas las personas.
Sólo así se logrará un México de igualdad, un México donde se respeten los derechos de todos, todos los días, agregó.
Osorio consideró que muchos es lo que se ha avanzado en los 28 meses de gobierno del presidente Peña Nieto, y se comprometió a que, una vez que comiencen a surgir los resultados de la investigación abierta en PGR y CNDH sobre los acontecimientos de Apatzingan, así se darán a conocer a la opinión pública.
¡Vaya asunto… y momento para ser ventilado!
EL GRAN RETO
Reconocido como el mejor presidente que haya tenido la autoridad electoral, José Woldenberg afirmó ayer en el Instituto Nacional Electoral que el proceso en curso estará marcado por las desigualdades, la corrupción, la impunidad, la violencia y el estancamiento económico 5 grandes retos que amenazan con hundir a la incipiente y frágil democracia mexicana,
Ponente principal durante la inauguración del Foro de Análisis: Las Plataformas Electorales en 2015, Woldenberg afirmó que, pese a su imperfección y distorsiones, los partidos políticos mexicanos son actores insustituibles de la vida política nacional.
Y agregó: “de lo que hagan o dejen de hacer (estos partidos) dependerá la calidad de la vida pública”, pues son quienes pueden modelar el espacio y la vida pública, por lo que tienen una responsabilidad intransferible.
En coincidencia con otros analistas, Woldenberg aseguró que en México hay un importante déficit en materia de participación ciudadana en comparación con otros países, ya que son pocos los mexicanos interesados en la vida política lo cual representa otro gran reto, ya que un Estado democrático exige una sociedad civil poderosa.
PEDIR PERDÓN
Dentro de este foro, Luis Castro Obregón, presidente nacional de Nueva Alianza, consideró que todas las fuerzas y partidos políticos deberían hoy mismo pedirles perdón a todos los mexicanos, ya que en lugar de realizar una campaña electoral de propuestas han convertido a la arena democrática en un “ring de lucha de lodo”.
Han transformado la lucha institucional por el voto ciudadano en un campo de batalla para sólo obtener el poder.
Hoy no hay de parte de ninguno alguna idea o argumento, nada de proyectos de nación.
Por ello, dijo, la clase política mexicana debe disculparse con la sociedad “porque no hemos estado a la altura de sus demandas y necesidades. El enojo, la irritación de algunos sectores de la sociedad responde a nuestras omisiones. Desesperanza de varias generaciones que confunden la ineficacia política con la ineficacia del sistema democrático y ahí tenemos responsabilidad”, indicó.