Manuel Bartlett Díaz y la metamorfosis fantástica
¬ José Antonio López Sosa viernes 17, Abr 2015Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Uno de los hombres más leales al viejo régimen priísta sin lugar a duda es Manuel Bartlett Díaz, Secretario de Gobernación en la administración de Miguel de la Madrid, gobernador de Puebla y Secretario de Educación Pública, todo por el PRI y para el PRI.
A Bartlett Díaz se le atribuye la responsabilidad de la famosa “caída del sistema” en las elecciones de 1988, pues Gobernación entonces era juez y parte, de esta Secretaría dependía la organización y calificación electoral.
Vicente Leñero narró en una edición de aniversario del semanario Proceso, la forma en que José Antonio Zorrilla llegó a amedrentar para que no publicaran un reportaje sobre unos sobrinos de Bartlett Díaz en Venezuela.
A Bartlett Díaz se le señaló –por presunta complicidad u omisión– en los casos de asesinatos del agente de la DEA Enrique González Camarena, así como de los periodistas Manuel Buendía y Carlos Loret de Mola Mediz. Como suele suceder, la justicia mexicana lo exoneró.
Recuerdo que hace unos 10 años, nos colgó el teléfono al aire Manuel Bartlett cuando preguntamos por esos temas mientras lo entrevistábamos en Radio Noticias 14.40, con todo el sentido democrático que le caracteriza.
El problema fundamental que observamos en esta columna no son las atrocidades de las que fue parte Manuel Bartlett, ello demuestra lo débiles que son las instituciones mexicanas y la impunidad con la que se mueve la clase política, lo que resulta aún más grave, es que desde hace algunos años, el señor Bartlett es parte de la izquierda, se convirtió en un supuesto luchador social, defiende el petróleo y la electricidad y ha hecho duras críticas a los gobiernos en turno.
¿Qué le pasó señor Bartlett?, no se puede cambiar de bando de la noche a la mañana, esas personas que le aplauden, que han votado por usted o que creen en sus discursos o tienen un interés político mezquino o bien, no conocen la historia de nuestro país en la década de los años setenta, ochenta y noventa del siglo XX.
Es ridículo ver cómo sectores de la izquierda mexicana (desde López Obrador hasta líderes sindicales como es el caso del SME), le levantan la mano y lo llaman a la lucha social, le gritan “vamos compañero” y piden el aplauso del respetable en sus mítines para él.
¿Tan poca memoria histórica tenemos los mexicanos?, ¿cómo puede alguien creer en la metamorfosis fantástica de Manuel Bartlett?
Frente a lo que estamos desde hace años equivaldría a que el señor Caro Quintero, mañana se presentara arrepentido y emprendiera una lucha contra el tráfico de drogas y que además, la gente le creyera y le aplaudiera.
Así otra nota al subdesarrollo, así la política que engaña a las masas en nuestro país.
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