Gobierno y las redes sociales
Roberto Vizcaíno viernes 10, Abr 2015Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- No existen protocolos ni experiencia aplicable para enfrentar las crisis de medios que agobian a la administración
- Lo de crear un organismo que controle y opere las aeronaves oficiales quedó en un cajón de sugerencias
- “El Basuritas” se reúne con Monreal para ayudar a Morena a ganar en el DF
Frente a los hechos consumados entre comunicadores y políticos mexicanos existe cada vez más la percepción de un gobierno indefenso ante la influencia y repercusión cada vez más importante de las redes sociales.
Así, sin restarle importancia a los yerros cometidos por altos funcionarios del régimen y cercanos al presidente Enrique Peña Nieto, se da paso a una tendencia que es aprovechada por los opositores para acorralar y asediar al mandatario e imponerle decisiones.
Un caso que se encuadra en este contexto fue el de David Korenfeld, hasta ayer director de la Comisión Nacional del Agua, quien cometió el error de utilizar el helicóptero de la dependencia para trasladar a su familia de su fraccionamiento en Huixquilucan al aeropuerto de la ciudad de México, para luego irse de vacaciones de Semana Santa a Vail, Colorado.
Sorprendido en el uso indebido de la aeronave por un fotógrafo aficionado quien subió de inmediato las fotos a las redes sociales, ante la ausencia de un protocolo para crisis de manejo de medios y sin ningún asesor experimentado en el manejo de imagen y medios, Korenfeld intentó justificar el uso del helicóptero inventando una excusa médica.
Dijo haber usado el aparato para ir al doctor debido a una lesión en una rodilla. El pretexto echó gasolina al fuego de las redes sociales cuyos usuarios exhibieron como respuesta las fotos donde se muestra al ahora ex funcionario y familia, con maletas en mano.
Un empleado de la agencia de viajes donde Korenfeld hizo el trámite de las reservaciones en Vail terminó de hundirlo al mostrar documentos que confirmaban que el uso del helicóptero fue para satisfacción familiar y no para ninguna tarea oficial.
En medio de este escenario y con el escándalo encima a pesar de los días santos, el silencio del área de comunicación del gobierno, del staff de Presidencia hoy bajo la conducción de Eduardo Sánchez, alentó el derrumbe de Korenfeld, quien hasta ese momento recibía una calificación muy positiva en su desempeño gubernamental.
Nadie, ni siquiera su propia área de comunicación social, intentó contrastar en los medios y las redes sociales su error con el buen desempeño de su tarea al frente de Conagua.
El gobierno y Korenfeld no tuvieron otra que ir a la renuncia del director de Conagua.
El caso del mexiquense queda para el registro del resto de los demás funcionarios y cercanos a Peña Nieto de lo que no se debe hacer.
Ni cometer el error del uso de bienes públicos en beneficios personales o familiares y de tener a la mano un protocolo de respuesta ante una crisis de medios y redes sociales.
APROVECHAR LA CRISIS
En días previos, como consecuencia del impacto de las fotos y de las primeras reacciones en las redes y en algunos medios, al parecer hubo la intención de que el presidente Enrique Peña Nieto aprovechara la crisis de imagen y credibilidad provocada por lo del helicóptero de Korenfeld para obtener simpatías y restituir en algo la confianza en su gobierno.
Comunicadores experimentados le propusieron al secretario de la Función Pública, Virgilio Andrade, sugerirle al presidente Peña Nieto crear un organismo que asumiera el control y operación de todos los aviones, helicópteros y otros equipos hoy en manos de las secretarías, para ponerlos bajo resguardo y control.
De entrada una decisión de esa naturaleza evitaría que otro funcionario pudiera cometer el mismo error de Korenfeld.
Con todas las naves bajo un solo control se clarificaría y optimaría su uso. Ya nadie podría endosarle su error al presidente de la República.
El propio Presidente estaría evitando que nadie pudiera aprovechar su cargo para abusar del uso de estos equipos.
Pero la idea no prosperó.
CALDERÓN, SOMBRA DE PEÑA
El ex presidente Felipe Calderón ha hecho ya práctica común que no se pierde ninguna de las reuniones o encuentro internacional a las que está invitado el presidente Enrique Peña Nieto.
Lo ha hecho en Davos, Suiza, en Brasil o en otros.
Y, como chinche o mosca, se aparece en salas de prensa o revolotea alrededor de los encuentros donde no pierde oportunidad de dar sus opiniones y “consejos” al mexiquense.
Hoy, para confirmar lo latoso y metiche que es, anda en Panamá donde Peña asiste a la séptima Cumbre de las Américas en la que se encontrarán Barak Obama y Raúl Castro.
Todos los ojos de la prensa internacional están atentos a lo que ocurrirá ahí luego de que el 17 de diciembre pasado Washington y La Habana anunciaron la reanudación de sus vínculos diplomáticos.
Analistas y periodistas seguirán de cerca la actuación de los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, de Ecuador Rafael Correa y otros de Unasur, quienes pretenden confrontar al presidente norteamericano.
En este contexto, Calderón y otros ex mandatarios de la región aprovechan el escenario para meter ruido presionando a sus respectivos mandatarios pidiéndoles se pronuncien contra el régimen venezolano.
En el caso de Calderón ya comenzó a exigirle una definición sobre el caso a Peña Nieto. Eso en México se llama meterse “donde no te llaman”.
Pero, bueno, Calderón siempre hace lo mismo, enchinchar en sexenio ajeno…
MONREAL Y GUTIÉRREZ
Acá, en México, dentro del teatro electoral, un grupo de diputados federales del PRD revelaron que Ricardo Monreal Ávila, uno de los más cercanos a Andrés Manuel López Obrador y ex coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, hoy candidato a la delegación Cuauhtémoc, tuvo un sorpresivo y largo encuentro con el controvertido ex presidente del PRI en el DF, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre.
Los legisladores que dieron a conocer tal encuentro fueron Roberto López Suárez y José Luis Muñoz Soria. El primero aspira a una curul en la Asamblea del Distrito Federal y el segundo a ser delegado de la Cuauhtémoc.
Ambos indicaron que el encuentro Monreal-Gutiérrez “rompe con cualquier rasgo de congruencia”.
Muñoz Soria consideró que el objetivo de tal encuentro fue el de construir una alianza electoral “antinatura” entre Monreal y Gutiérrez de la Torre.
De todos es sabido que Gutiérrez de la Torre, conocido como El Basuritas por ser el líder de los pepenadores de la basura en el DF, opera grupos y amplios recursos económicos.
Luego de haber sido destituido de la presidencia del PRI capitalino, Gutiérrez de la Torre ha expresado estar resentido en contra del tricolor por lo cual no sería extraña una alianza entre él y Monreal.
Ni Monreal ni Gutiérrez de la Torre han demostrado que no hubo tal encuentro.