Vicente Fox
Ramón Zurita Sahagún jueves 9, Abr 2015De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Dejamos como un caso especial de candidatos ganadores a gobernador en segunda oportunidad, la situación de Vicente Fox Quesada.
Lo hicimos por tratarse del único político que después de una segunda oportunidad de competir por el gobierno de su estado, obtuvo el triunfo y se siguió de frente hasta la Presidencia de la República.
Igual que sucedía con los candidatos de Acción Nacional que como en los casos de Fernando Canales Clariond, Francisco Baeza y otros más se quejaron de fraude, el principal argumento interpuesto en los comicios estatales de Guanajuato de 1991 fue el de fraude.
Vicente Fox Quesada abanderó al PAN en esos comicios y Ramón Aguirre Velázquez lo hizo por el PRI.
Los resultados oficiales marcaron una diferencia de 15 puntos porcentuales entre el priísta y el panista, ya que el tricolor recibió 626,436 votos, mientras el panista obtuvo 418,324.
Con todo y que la ventaja entre uno y otro era contundente, el ganador oficial, Ramón Aguirre Velázquez, fue conminado a no tomar posesión como gobernante y en su lugar se designó a un interino, proveniente del PAN, con lo que se asfaltó el camino para que unos años después Acción Nacional ganara esa gubernatura que mantiene desde entonces en su poder.
Un factor importante para esa decisión, aparentemente, salomónica fue Porfirio Muñoz Ledo, quien avaló el supuesto triunfo de Vicente Fox, como lo haría nueve años después en su reconocido triunfo como candidato presidencial.
Muñoz Ledo había sido un animador del proceso electoral de 1991, al competir como candidato de una coalición de la izquierda, conformada entonces por el Partido de la Revolución Democrática y el Popular Socialista.
Porfirio quedó muy lejano del triunfo, al obtener apenas el 7.7 por ciento del total de los
1, 082,032 votos considerados como legales.
En aquel entonces el hoy candidato de Morena fungía como senador y estaba considerado como parte de la conciencia crítica del país.
La realidad es que en Guanajuato se mostraron documentos que avalaban dinero gubernamental para el financiamiento de la campaña priísta y el Congreso del estado designó a Carlos Medina Plascencia como interino.
Lo atípico del resultado electoral de Guanajuato y de la decisión asumida por Aguirre Velázquez llevó a que en 1995, cuatro años más tarde se realizarán nuevos comicios, catalogados como extraordinarios, en los que Vicente Fox Quesada se presentó nuevamente como el candidato de Acción Nacional.
En esa ocasión no tuvo mayores contratiempos para arrasar en las urnas y mostrar que era un fenómeno electoral, que atraía votos de simpatizantes de todos los partidos e incluso motivaba a los tradicionales apáticos ciudadanos que no acostumbran concurrir a las urnas.
La victoria de Fox Quesada sobre su adversario (Ignacio Vázquez Torres) fue por 26 puntos porcentuales de diferencia, 58. 1 contra 32. 9 del priísta. Fueron más de 313 mil sufragios de diferencia entre el panista y el priista ubicado en segunda posición.
Desde el momento que se anunció su triunfo como gobernador de Guanajuato, aquel domingo 28 de mayo de 1995, Vicente Fox inició su camino hacia la candidatura presidencial del Partido Acción Nacional.
Lo realizado por Vicente Fox Quesada es un hecho único en la historia política moderna del país, ya que después de perder los comicios para gobernador, ganó en una segunda oportunidad y de ahí se catapultó a la Presidencia de la República.
Se le considera un fenómeno electoral y como tal arrasó en las urnas, convirtiéndose en el primer Ejecutivo federal no proveniente de las filas del Partido Revolucionario Institucional, con lo que terminó con el dominio de este organismo político que mantuvo la Presidencia de la República en su poder por 70 años.
Dos millones 400 mil votos fueron la diferencia entre Vicente Fox Quesada y el priísta Francisco Labastida Ochoa, lo que marcó 6 puntos porcentuales del total de 37,601,618 sufragios legales de aquellos comicios del año 2000.
La circunstancia de Felipe Calderón Hinojosa es diferente, ya que el michoacano perdió la contienda por el gobierno estatal, pero nunca compitió en una segunda oportunidad, ya que prefirió alcanzar cargos de dirección del partido, electorales y dentro de la administración pública federal, para saltar a la candidatura presidencial y convertirse en el sucesor de Vicente Fox Quesada en la Presidencia de la República.
En Michoacán, Calderón Hinojosa ni siquiera fue el segundo lugar, ya que el perredista Cristóbal Arias Solís lo superó por más de 76 mil votos y el ganador, el priísta Víctor Tinoco Rubí obtuvo casi 150 mil votos más que el panista.
Con todo y ello logró imponerse, en una elección dudosa, al perredista Andrés Manuel López Obrador y al priísta Roberto Madrazo Pintado en los comicios presidenciales del 2006.
CANDELARIO-CANDELARIA
Un alcalde que hace gala de sus recursos es el de Candelaria, Campeche, Candelario Salomón Cruz, quien disfruta de la hospitalidad del hotel de cinco estrellas donde se le ubica cada semana, en la ciudad de México.
Siendo alcalde de uno de los municipios considerados con mayor penetración del narcotráfico y con presencia de “polleros”, en la frontera con Guatemala, Candelario traslada sus reuniones a uno de los comederos políticos más importantes del país, situado frente a la Alameda capitalina y comprendido dentro del mismo hotel en que se registra.
El presidente municipal de Candelaria, Campeche, despacha hasta en tres mesas diferentes, atendiendo distintos rubros, pero cuidando de no mezclar a unos con otros.
Suponemos que los asuntos que trata están vinculados a las necesidades de la población que gobierna y que prefiere hacerlo en el DF por los problemas de narcotráfico y tráfico de personas que él mismo denunció hace poco.