Pluris
Ramón Zurita Sahagún miércoles 1, Abr 2015De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Conforme se acercan los tiempos electorales, el tema de las plurinominales sale a colación.
Por enésima ocasión, alguien propone la reducción del número de pluris, como se ha venido haciendo desde que se descubrió dicha fórmula.
La propuesta viene del diputado federal uninominal, Julio César Lorenzini Rangel, quien establece que el número de diputados plurinominales o de representación proporcional debería reducirse un 50 por ciento, al igual que desaparecer a los senadores de partido.
Según las cuentas del diputado Lorenzini Rangel, el erario se ahorraría casi mil millones de pesos cada tres años, con la disminución de los diputados y la desaparición de los senadores de lista. Claro que el diputado panista ha sido legislador local (Puebla) y federal por la misma vía de la mayoría.
Y es que la existencia de los diputados de representación proporcional, hoy conocidos como plurinominales, tiene sus antecedentes en los llamados diputados de partido, que se realizó a principios de la década de los 60, tiempo en que en el país regía un partido hegemónico.
Los tiempos cambiaron y las figuras también, por lo que la LOPPE, aprobada en los tiempos de José López Portillo dio origen a los plurinominales.
Si en los 60 los partidos Auténtico de la Revolución Mexicana y Popular Socialista tuvieron acceso a la Cámara de Diputados por esa vía y Acción Nacional pudo contar con un mayor número de representantes (ganaban dos o tres distritos de mayoría), a finales de los 70 accedieron al Congreso nuevos integrantes.
El Partido Socialista Unificado de México, el Socialista de los Trabajadores, el Demócrata Mexicano, se unieron a los ya mencionados, mientras el PRI no tenía acceso en ese renglón, por ganar en forma abrumadora los distritos de mayoría relativa.
Los diputados seguían siendo 300 de mayoría relativa y 100 plurinominales, hasta que en 1985 se decidió ampliar a un 50 por ciento los de representación proporcional. Ahí llegaron otros partidos: el Mexicano de los Trabajadores, el Revolucionario de los Trabajadores, entre otros.
La LIV Legislatura fue la primera en la que el PRI tuvo acceso a los pluris, obligado por las circunstancias de una elección disputada, en la que perdieron un gran número de distritos de mayoría.
Fue una composición inédita en la historia de la Cámara de Diputados con 260 diputados del PRI (entre pluris y de mayoría relativa) y 240 de los partidos de oposición en conjunto.
El acceso a los pluris, por primera vez, salvó al PRI de quedar en inferioridad numérica.
Fue en la LV Legislatura cuando los propios priístas iniciaron la crítica de los plurinominales, cuando el entonces diputado de mayoría, Fernando Lerdo de Tejada, se lanzó contra los diputados de oposición, a los que cuestionó su llegada por esa vía de la representación proporcional.
Lerdo de Tejada olvidó que su entonces líder, María de los Ángeles Moreno, había llegado por esa misma vía y se había convertido en coordinadora de la mayoría priísta, a la salida de Fernando Ortiz Arana, elevado a la dirigencia nacional del partido tricolor. Desde entonces se descubrió la utilidad de los pluris para proteger a aquellos personajes que no tienen el suficiente carisma para atraer los votos de los ciudadanos.
Los coordinadores priístas se cobijaron en esa manta y así lograron llegar a la Cámara de Diputados.
Con la salvedad de Arturo Núñez Jiménez (fue diputado de mayoría), líder en la LVII Legislatura, los demás coordinadores de las bancadas del PRI llegaron por la comodidad de la vía de representación proporcional.
Así lo hicieron Humberto Roque Villanueva, coordinador en la LVI, Enrique Jackson Ramírez (terminó el período de Núñez Jiménez), Beatriz Paredes, Elba Esther Gordillo, Emilio Chuayffet, Emilio Gamboa, Francisco Rojas y Manlio Fabio Beltrones.
Ya para entonces, al PRI no le interesó desaparecer a los de representación proporcional, pues le permitía que sus mejores cartas tuvieran acceso directo al Congreso.
Eso ha permitido que una serie de personajes no ´pasan jamás por el voto directo de los electores y otros se sumen a la comodidad que antes tenían solamente los opositores al tricolor.
También el Senado les permitió a los priístas hacer lo propio en cuanto se aprobó el acceso de senadores por lista de partido. Enrique Jackson Ramírez, Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa han sido los grandes beneficiarios de ello.
Sin embargo, los tiempos han cambiado y antes los diputados plurinominales tenía una razón de existir, el arribo de voces distintas a las del partido hegemónico que era el invencible PRI.
Esos tiempos quedaron atrás y en la actualidad se considera excesivo el número de 500 diputados y más el de que sean 200 de ellos por la vía de la representación proporcional, ya que existen las condiciones para que cualquiera de los candidatos, postulados por el partido que sea, puedan ganar una elección, por la vía de las urnas.
CORRECIÓN
En la columna de ayer mencionamos que son diez los estados en que no se ha producido alternancia, cuando en realidad son nueve, ya que en Sinaloa gobierna el ex priísta Mario López Valdez, postulado por la alianza entre Acción Nacional, el Partido de la Revolución Democrática y otros partidos menores. La confusión vino en razón de que Malova fue priísta y gobierna con un gran acercamiento con ese partido, al que parece no olvidar. Una disculpa por la confusión.
DESCANSO
Por motivos de los días santos, recuperaremos el espacio hasta el lunes 6 de abril, que tengan unos buenos días de reflexión y relajamiento.