Dos millones padecen epilepsia
Elsa Rodríguez Osorio, Salud martes 31, Mar 2015Cápsulas de la salud
Elsa Rodríguez Osorio
- Innovadora radioterapia oncológica
- Tratamiento para controlar la esclerosis múltiple
En México, cerca de 2 millones de personas padecen epilepsia, de acuerdo con el doctor Juan Carlos Reséndiz, especialista en neurología. Este es un trastorno provocado por el aumento de la actividad eléctrica de las neuronas en diferentes zonas del cerebro, por lo que la persona afectada puede sufrir una serie de convulsiones o movimientos corporales incontrolados de forma repetitiva. El especialista señaló que este padecimiento es un desorden neurológico que provoca la alteración de la actividad normal de las neuronas y que no es una enfermedad psiquiátrica o mental, sino se trata de un problema físico. Una vez que el paciente es identificado y diagnosticado, se le prescribe un tratamiento que le puede ayudar a controlar el padecimiento e incluso hay casos que logran la remisión total. Informó que en el mundo la epilepsia afecta a más de 50 millones de personas, por lo que es de vital importancia difundir información sobre esta afección para que las personas sepan qué hacer ante una crisis, así como tomar medidas para disminuir la discriminación hacia los pacientes en centros de trabajo, escuelas y otros espacios sociales.
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El cáncer es uno de los padecimientos que más afecta a los mexicanos y se ubica como la tercera causa de muerte en el país; según datos del INEGI, en 2013 fallecieron 78 mil 582 personas a causa del padecimiento, principalmente por cáncer de próstata, mama, cérvico-uterino, pulmón y estómago. Para ayudar a los pacientes con este mal, Médica Sur se coloca a la vanguardia en radioterapia oncológica con la adquisición del Sistema TrueBeam, innovador equipo diseñado para el tratamiento de pacientes con cáncer de forma no invasiva y con alta precisión, mediante el uso de radiaciones. La posibilidad de administrar altas dosis de radiación a una gran velocidad permite que la mayoría de los tratamientos con este sistema se impartan en pocos minutos por día, disminuyendo la incomodidad y las interrupciones en la vida diaria del paciente. Además de ampliar y mejorar las opciones de tratamiento para el cáncer, este tratamiento permitirá beneficiar a más pacientes oncológicos, a través de tecnología innovadora aplicada al cuidado clínico integral. Actualmente, Médica Sur es el único hospital privado en México en contar con este sistema. La Dra. Adela Poitevin, jefa de la Unidad de Radioterapia de Médica Sur, explicó que este sistema utiliza haces de radiación para eliminar los tumores en cualquier parte del cuerpo y minimiza la exposición al tejido sano circundante. Cuando estos haces precisos golpean a las células cancerosas su capacidad para reproducirse se afecta y mueren, provocando que el tamaño del tumor disminuya hasta eventualmente desaparecer. Por otra parte, las células normales pueden repararse a sí mismas, lo cual disminuye los efectos secundarios de la radioterapia.
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A partir de los 25 años todos registramos una constante pérdida de volumen cerebral, pero en los pacientes con EM esta pérdida puede ser hasta 3 veces más rápida y sino no es diagnosticada y atendida a tiempo, puede producir secuelas muy graves tales como la pérdida de movilidad, alteraciones en la visión, e incluso afectaciones en la cognición, lo que imposibilita al paciente a trabajar, al grado que solamente 50% de las personas con esclerosis múltiple siguen empleadas 10 años después de su diagnóstico. De acuerdo con la doctora Yamel Rito García, neuróloga adscrita al servicio de enfermedades desmielinizantes del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, esto puede controlarse con nuevos estándares de monitoreo del paciente, tales como NEDA-4. Esto consiste en verificar, a través de parámetros clínicos y de imagen por resonancia magnética, que no hay actividad de la EM en pacientes con la variante remitente-recurrente. Con ello no existan recaídas y, además, se complementa con estudios de volumetría que permite verificar que la pérdida de volumen cerebral disminuya a un ritmo semejante como el que ocurre en las personas sanas.
