Ciudad anárquica
Ramón Zurita Sahagún miércoles 27, Ene 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
El incidente que mantiene entre la vida y la muerte al futbolista Salvador Cabañas vino a desnudar algo que todos sabemos, pero que preferimos callar, la gran anarquía que se vive en la capital del país.
Sin culpar a la ideología de los gobernantes, ya que el estado anárquico que se vive en la ciudad de México se remonta al siglo pasado, ninguna autoridad es capaz de obligar a los ciudadanos a regirse por las reglas vigentes.
Priístas, perredistas y panistas que han gobernado las 16 delegaciones de la ciudad de México y priístas y perredistas que lo hicieron con el gobierno central, son parte de la misma podredumbre que asoma cuando sucede un incidente de proporciones mayúsculas en que se ve involucrada alguna figura pública.
Es entonces cuando afloran todos los males y se enseña en forma descarnada la gran tolerancia de parte de las autoridades hacia los aspectos cotidianos de la gran ciudad.
Después del niño ahogado se procede a tapar el pozo, reza el viejo adagio, el que puede aplicarse a lo sucedido en el BarBar, donde el futbolista fue herido de bala.
Es cierto que lo importante del asunto es la vida del herido y que el hecho violento no quede en la impunidad, pero también lo es lo necesario que es revisar grandes aspectos de la vida diaria en la ciudad de México.
Por qué el antro en que ocurrió el evento violento rompió con varias reglas que van desde el no respetar el horario establecido y tampoco cumplió con vigilar que los parroquianos no ingresaran con armas de fuego.
Propició la fuga del presunto atacador y presentó una serie de hechos incongruentes, de los que será la autoridad ministerial la encargada de deslindar responsabilidades.
Sin embargo, lo que debe analizarse y, en su caso, sancionarse es la gran anarquía que prevalece en el cumplimiento de las reglas, leyes y ordenamientos de la autoridad.
Burlar a la autoridad es una constante por parte de los ciudadanos, mientras que los gobernantes simulan mantener el orden, pero en realidad prevalece una gran anarquía ante la resistencia ciudadana para cumplir con los diversos preceptos convertidos en leyes y reglamentos.
Es de todos conocidos que los llamados antros no respetan el horario vigente para ellos y que los propios consumidores propician el no cumplimiento de los mismos. Solamente cuando asoman los conflictos es cuando son reconvenidos y algunos, llegan a respetar los horarios establecidos.
Pero la resistencia al cumplimiento de las normas no se remite solamente a los antros.
Los ciclistas transitan por las banquetas y lo hacen en sentido contrario por todos lados, con gran imprudencia.
Los motociclistas entran a las vías rápidas por los carriles que tienen prohibido y al igual que los ciclistas, transitan por banquetas y abusan del sentido contrario.
Los automovilistas no respetan a los peatones y rebasan constantemente las vías por las que deben circular los peatones.
Camiones de carga, autobuses y microbuses transitan sin problemas de ninguna clase por las vías que tienen vedadas.
Los ambulantes se apropian de banquetas y grandes zonas, las que cierran a su arbitrio, ocasionando que los peatones tengan que circular por el arroyo vehicular.
Los manifestantes cierran calles y se establecen en puntos neurálgicos de la circulación, solamente con la finalidad de presionar para obtener canonjías que benefician a unos cuantos, sin importar que los perjudicados sean miles.
La constante presencia de vendedores ambulantes de todo tipo en el Metro, situación que tienen prohibida.
El cierre de calles por parte de colonos y de empresas que se apropian de la vía pública, argumentando la inseguridad.
El robo de luz, el escamoteo del pago de todo tipo de multas, la resistencia al pago del agua y del predial, entre otros asuntos forma parte de lo cotidiano en la gran urbe.
Todo esto sume a la capital del país en una gran anarquía que prevalece y ocasiona un caos constante en la ciudad más poblada del país, donde la autoridad solamente interviene cuando el asunto trasciende.
*El diputado federal priista Canek Vázquez denunció una serie de irregularidades que prevalecen dentro del Instituto Mexicano de la Juventud y acusó a la directora del mismo, Priscila Vera, de favorecer abiertamente a familiares de la presidenta del PAN en el Distrito Federal, Marina Gómez del Campo.
Vázquez solicitó la comparecencia de la directora de dicho instituto ante los diputados por el incumplimiento de varias obligaciones que van desde adjudicaciones directas no justificadas, pago de honorarios excesivos, contrataciones sesgadas, existencia de redes familiares y hostigamiento laboral, entre otros.
Por eso, dijo, se tiene que llegar hasta las últimas consecuencias.
*La posibilidad de quedarse rezagado en la contienda interna priísta para el gobierno de Aguascalientes provoca desesperación en el alcalde capitalino, Gabriel Arellano.
Aventajado en la disputa por Carlos Lozano y Lorena Martínez, quienes parecen ir en busca del gobierno estatal y el ayuntamiento de la capital, Arellano envía obuses en contra de estos personajes, a los que considera como imposición de Manlio Fabio Beltrones y Beatriz Paredes Rangel, respectivamente.
A mí lo único que me falta es el respaldo de un gallón como Manlio o Beatriz, dice el alcalde, quien asegura contar con el respaldo ciudadano necesario para recuperar para su partido ese estado.
Instalado en la ciudad de México con una base de operaciones tardía, Arellano recuerda a quienes lo escuchan que él concilia intereses de priistas y panistas, por lo que da como garantía de ello la recuperación del ayuntamiento de Aguascalientes después de varios trienios gobernado por el PAN.
*La presencia de varios gobernadores (Veracruz, Morelos, Sinaloa, Sonora, Zacatecas y Distrito Federal) atrajo a un mayor número de asistentes al foro de la Reforma Política que organizó durante dos días el Senado de la República.
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