Caciques
Ramón Zurita Sahagún martes 31, Mar 2015De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Dos de los nueve estados que elegirán a sus nuevos gobernantes el 7 de junio próximo jamás han sido gobernados por un partido ajeno al PRI.
Campeche y Colima son parte de un total de diez estados en los que no se ha producido la alternancia, desde que ésta arribó en 1989, mediante el triunfo del panista Ernesto Ruffo Appel en Baja California.
De esa fecha a la actualidad, 22 entidades del país han optado por algún partido que no sea el tricolor, aunque también muchos de ellos regresaron el voto y la confianza al partido tricolor.
En algunos de esos estados, se ha probado con los tres principales partidos, produciendo una verdadera alternancia, aunque en la mayoría de ellos, los ganadores han sido ex militantes de otros partidos.
Solamente en Morelos los tres partidos que han gobernado lo han hecho con militantes surgidos en esos partidos.
Jorge Carrillo Olea fue el último priista en gobernar, producto de las urnas, ya que después siguieron Sergio Alberto Estrada Cajigal Ramírez (un tímido militante del PRI, que optó por sumarse al PAN), Marco Antonio Adame Castillo, panista de siempre y Graco Luis Ramírez Garrido Abreu, militante de la izquierda y fundador del PRD.
En Tlaxcala han gobernado los tres partidos principales el PRD con un ex priísta, Alfonso Sánchez Anaya; el PAN, con otro ex priísta Héctor Ortiz Ortiz y un priista Mariano González Zarur, actualmente en funciones.
Baja California Sur también produjo el milagro de tener, en sus respectivos momentos, gobernantes de los tres partidos. Guillermo Mercado Romero fue el último priísta en ganar una elección, le siguió el ex perredista Leonel Cota Montaño; luego otro ex, Narciso Agúndez Montaño, solamente que este ex militante del PAN y del PT, consigue el triunfo y más adelante un ex perredista, Marcos Alberto Covarrubias Villaseñor, consigue la victoria con los colores de Acción Nacional.
Chipas podría ser otro de esos estados, pero el candidato del Partido Verde (Manuel Velasco Coello) fue apoyado por el partido tricolor, luego de dos sexenios de ex priístas que gobernaron con los colores del PRD.
Oaxaca tiene la novedad del primer gobernante de izquierda no surgido de sus filas, ya que Gabino Cué Monteagudo fue postulado por Movimiento Ciudadano y apoyado por PRD y PAN.
En el resto de los estados la alternancia se da casi siempre entre dos partidos, el PRI y el PAN o el PRI y el PRD, con excepción de los ya mencionados Verde y Movimiento Ciudadano (antes Convergencia).
Sin embargo en los estados de Campeche, Coahuila, Colima, Durango, Estado de México, Hidalgo, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas y Veracruz, ningún candidato de un partido ajeno al PRI consiguió la victoria.
De esos diez estados, Campeche y Colima van nuevamente a las urnas, en un ejercicio democrático en el que difícilmente el partido tricolor perdería lo invicto.
Los dos candidatos propuestos por el Revolucionario Institucional inician con una amplia ventaja sobre sus adversarios de los otros organismos políticos.
En ambos estados, los priístas se encuentran sumamente pertrechados y protegidos por dos ex gobernadores que han conseguido montar un cacicazgo político.
Campeche se maneja con la influencia de José Antonio González Curi, en cuyas filas se formó el hoy candidato Alejandro Moreno Cárdenas.
Tony, como es conocido el menor de los González Curi, consiguió apoderarse del control del partido desde que lo presidió de manera estatal y saltó de ahí a una diputación federal y a la alcaldía de la capital del estado, en la gestión gubernamental de Jorge Salomón Azar García. Incluso José Antonio desplazó a su hermano mayor, Jorge Luis, quien ha sido un eterno aspirante a la candidatura al gobierno del estado.
Desde su reducto, Tony logró posicionar a un candidato cómodo para sucederlo como fue Jorge Carlos Hurtado Valdez, corriendo el alto riesgo de que su partido estuviera a punto de perder la elección ante el panista Juan Carlos del Río.
González Curi fue artífice de la postulación de Fernando Eutimio Ortega Bernés, como ahora lo es de Alejandro Moreno Cárdenas. En Colima el gran factótum se llama Fernando Moreno Peña, quien tejió una red política desde que fungió como Rector de la Universidad de Colima.
Moreno Peña fue preparado para la rectoría y para la actividad política por su mentor Humberto Silva Ochoa, a quien traicionó al asumir el control de la Universidad.
Desde la federación de estudiantes que fundó Silva Ochoa, Moreno Peña saltó a una diputación federal, la rectoría y la candidatura priísta al gobierno estatal, elección que estuvo a punto de perder ante el panista Enrique Michel Ruiz.
Después de su gobierno estatal, Moreno Peña se convirtió en uno de los principales operadores de su partido, a nivel nacional, sin dejar de mantener el control político en su entidad natal.
Fue determinante en las nominaciones de Carlos Flores Dueñas (interino) y Gustavo Vázquez Montes, quien fue dos veces candidato, ya que el primer proceso electoral fue anulado por la manifiesta intervención del entonces gobernador Moreno Peña a favor del candidato del PRI.
También influyó para que Jesús Silverio Cavazos Ceballos fuese nominado por el PRI y hasta para que Mario Anguiano Moreno y empujó para que José Ignacio Peralta Sánchez resultase el candidato de su partido, a pesar de la oposición del gobernador Anguiano Moreno.
Los dos estados (Campeche y Colima) se encuentran encaminados a mantener la hegemonía de los priistas en el poder y, principalmente, depender de la influencia política de González Curi y Moreno Peña.