Presidentes
Ramón Zurita Sahagún viernes 27, Mar 2015De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Durante muchos años se manejó la tesis de que los presidentes de la República debían guardar silencio y retirarse a vivir en forma discreta en cuanto dejen la silla presidencial.
La consigna fue cubierta por la mayoría de los ex ejecutivos federales, hasta que Luis Echeverría Álvarez lanzó su ofensiva contra su sucesor, a lo que José López Portillo lanzó aquella simple pregunta ¿Tu también Luis? Fue durante el mismo período de gobierno de López Portillo que Gustavo Díaz Ordaz rompió el silencio.
Es cierto que fue Manuel Ávila Camacho el Presidente de la República que consiguió reunir a una serie de ex presidentes de México que mantenían distancia y hasta ciertos resentimientos entre ellos e inició el reparto de cargos públicos de bajo nivel, para mantener entretenidos y con salario a quienes le antecedieron en la Presidencia de la República.
Los ex presidentes de la República aceptaron gustosos las tareas que les fueron encomendadas y de esa manera Lázaro Cárdenas se convirtió en el benefactor de la Comisión del Río Balsas y Miguel Alemán Valdés en el santón del turismo.
Fue Gustavo Díaz Ordaz el primer ex presidente de México en recibir una encomienda más alta y representativa que las de sus colegas, al ser designado embajador de México en España.
Luis Echeverría también lo fue, aunque en las Islas Fidji, Australia y Nueva Zelanda, además de haber sido representante de México ante la UNESCO.
Miguel de la Madrid fue designado director del Fondo de Cultura Económica en tareas más intelectuales. Hasta ahí se detuvieron las designaciones de los ex Presidentes de la República, aunque no pararon las guerras intestinas sostenidas entre los titulares del Poder Ejecutivo y sus sucesores.
El distanciamiento entre Echeverría Álvarez y López Portillo fue momentáneo, ya que LEA asistía a los cumpleaños de “Jolopo”.
Con quien si mantuvo el distanciamiento Echeverría fue con Díaz Ordaz, pero por decisión del segundo. Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León mantienen la pugna desatada, primero por el “error de diciembre” y después por el encarcelamiento de Raúl Salinas de Gortari, que llevó al ex presidente Salinas a realizar una brevísima huelga de hambre y después convertirse en uno de los personajes más cuestionados de México.
Salinas de Gortari se marchó del país, pero su activismo se mantuvo, con constantes incursiones en México y la búsqueda de reflectores durante su estancia.
La llegada de Vicente Fox Quesada y con ello el arribo de un partido (PAN) ajeno al que había gobernado durante 70 años (PRI) trajo expresiones contra los ex mandatarios mexicanos, emanados del partido tricolor.
Zedillo Ponce de León guardó silencio y no existió la clásica polémica entre el ex presidente de la República y el siguiente Ejecutivo.
En el siguiente período sexenal, las cosas cambiaron, con todo y que Fox Quesada y su sucesor, Felipe Calderón Hinojosa, eran del mismo partido, el alejamiento entre los hombres del poder se mantuvo y las críticas del actual sobre el anterior y de éste sobre aquel fueron una constante.
Tan grande fue el enfrentamiento que el primer Ejecutivo federal ajeno al PRI expresó su apoyo al candidato presidencial del tricolor, por encima del de su supuesto partido.
Fueron precisamente los dos ejecutivos federales surgidos de Acción Nacional los que más desatados se mostraron en su deseos de continuar participando en la actividad política.
Con una frecuencia inusitada, tanto Fox Quesada como Calderón Hinojosa se pronuncian en temas diversos sobre el actuar del gobierno federal, sus condenas a acciones emprendidas o enviándose mensajes del uno contra el otro. Felipe Calderón muestra su deseo de continuar participando en política, mientras que Vicente Fox Quesada lanza testarazos desde diversas trincheras.
De Carlos Salinas de Gortari se dice que maneja algunos hilos de la política y que varios de los personajes del actual gobierno le deben su asignación a su recomendación o a que pertenecen a su equipo. La actualidad nos muestra que aquella regla de oro del sistema político mexicano ya no existe más y que los ex Presidentes se mueven a su antojo y cada vez más quieren continuar su participación política.
RETO PARA CÉSAR CAMACHO
De tomar en serio las palabras el dirigente nacional priísta, César Camacho, su partido deberá atender los señalamientos que se hacen sobre varios de sus candidatos presentados en Guerrero.
Camacho aseguró que se revisarían los expedientes de todos sus candidatos en el país, por lo que deberá atender de manera pronta y expedita la revisión de aquellos oscuros personajes que son señalados como parte del crimen organizado en una entidad tan convulsionada como lo es Guerrero.
Veremos si es cierto que los expedientes de esos personajes están limpios y solamente las filtraciones son parte de la guerra electoral entre candidatos y partidos que buscan el triunfo en los comicios del 7 de junio.
CÓNCLAVE SENATORIAL
Sumamente concentrados en los señalamientos que le hacía su coordinador legislativo se encontraban varios senadores del Partido Revolucionario Institucional.
Reunidos al fondo de un restaurante de las Lomas de Chapultepec, los legisladores priístas escuchaban la disertación de Emilio Gamboa Patrón y ponían tanta atención en sus palabras que parecía un llamado de atención para varios de los asistentes.
Ernesto Gándara cavilaba sobre los señalamientos, mientras que Eviel Pérez Magaña y los demás solamente escuchaban.
Y es que en Sonora el PRI no parece traerlas todas consigo, ya que la candidata de ese partido que le ganó la nominación al mismo Gándara, va de tropiezo en tropiezo y se especula que su compañero de fórmula senatorial no la respalda en la forma que se requiere.