Estudian factores que influyen en la longevidad
Elsa Rodríguez Osorio, Salud miércoles 18, Mar 2015Cápsulas de la salud
Elsa Rodríguez Osorio
- Una de cada cien mil personas padece glucogenosis
- Nueve de cada 10 empleados tienen problemas visuales
Jeanne Louise Calment en su cumpleaños 117.
Los factores que influyen en la longevidad de personajes centenarios, como la francesa Jeanne Louise Calment -quien murió por causas naturales a los 122 años de edad, en 1997- siguen siendo un enigma para la ciencia. Primero, se estudió la relación entre dieta y estilo de vida, pero el hecho de que hayan existido decenas de centenarios que crecieron en condiciones muy diversas en todo el mundo ahora se investiga en las diferencias de su constitución genética. Ante implicaciones éticas que lleva experimentar con humanos, se ha preferido emplear animales o cultivos celulares para buscar las claves genéticas de la longevidad. Alexander de Luna Fors, del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad de Langebio-Cinvestav de la Unidad Irapuato y su grupo, ha logrado identificar en levaduras de cerveza reguladores genéticos que controlan el envejecimiento celular: el SWR1 y ARV1. De esta manera un organismo simple como la levadura, se puede modificar genes análogos a los humanos para ver si están involucrados en la regulación de la longevidad. El aumento en la expectativa de vida humana -en México el promedio pasó en un siglo de 34 a 74 años- ha sido un gran logro, pero esto plantea grandes retos de salud, pues con la edad aumenta la frecuencia de enfermedades neurodegenerativas, como Alzheimer, cáncer o diabetes. Entonces, la meta es buscar no sólo aumentar la cantidad de años vividos, sino la calidad de vida en los individuos longevos.
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En México, una de cada cien mil personas padece glucogenosis, un grupo de padecimientos metabólicos que causan hipoglucemia, convulsiones, altos niveles de colesterol en la sangre y hasta la muerte. Esta es una enfermedad metabólica de tipo genética que se caracteriza por la ausencia o deficiencia de enzimas que participan en el metabolismo del glucógeno, la fuente de energía derivada de la glucosa que el cuerpo almacena, principalmente en el hígado y en el tejido muscular, explica Salvador Villalpando, jefe del Departamento de Gastroenterología y Nutrición del Hospital Infantil. Síntomas: hipoglucemia, convulsiones, lento desarrollo y crecimiento e inflamación del hígado por acumulamiento de glucógeno. Este padecimiento forma parte de las enfermedades raras y la falta el diagnóstico oportuno ocasiona que los pacientes sean atendidos en etapas tardías con graves consecuencias y complicaciones en muchos casos irreversibles. Al provocar hipoglucemia impide obtener de los alimentos la energía necesaria para vivir. Hasta los años 70 la mayoría de los niños que nacían con esta patología morían antes de los seis años. Esto cambió cuando se descubrió que la fécula de maíz ingerida cruda cada tres o cuatro horas, diariamente permite mantener un nivel adecuado de glucemia. Daniel Cohen, director médico de Glucolatino Internacional, declara que este padecimiento en la mayoría de los casos se detecta a edad temprana, cuando los bebés comienzan a dormir toda la noche y pasan horas sin comer. Con un buen control metabólico y siguiendo una dieta adecuada con horarios específicos (sin consumir leche azúcar, fruta y todos sus derivados), los pacientes pueden llevar una vida normal.
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De acuerdo con los resultados de la encuesta “Percepción del empleado de los beneficios de la visión”, realizada en 2014, por Transitions, compañía que forma parte de grupo Essilor, empresa líder en el mercado óptico internacional, nueve de cada 10 empleados afirman que la calidad de su trabajo se ve afectada por problemas visuales. Los más comunes entre trabajadores de 18 a 44 años, incluyen ojos cansados (40%); ojos secos (31%); dolores de cabeza (27%) y visión borrosa (21%). También sufren, deslumbramiento por el brillo y reflejos generados por la pantalla de la computadora, teléfonos celulares o tabletas. En total, 56% de los empleados señalan que les afecta principalmente la luz exterior o una combinación tanto de luz exterior como interior. Muy pocos visitan al oftalmólogo regularmente.
