Aristegui, ¿despido o atentado a la libertad de expresión?
Roberto Vizcaíno martes 17, Mar 2015Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- La ex conductora está decidida a pelear y a pretender obligar a MVS a que la recontrate
- Este es su cuarto despido al hilo… primero la corrió Ferriz, luego Televisa y 2 veces MVS
- Usó los micrófonos para cuestionar a la empresa y obligarla a recontratar a los despedidos
Durante la noche del domingo la familia Vargas, propietaria del Grupo MVS, despidió a su conductora estrella Carmen Aristegui.
Los Vargas saldaron así un diferendo que se inició el miércoles anterior cuando la empresa se inconformó públicamente con la conductora porque ésta usó el logotipo de la empresa en una alianza con otros medios y periodistas en la integración de la plataforma Mexicoleaks.
En los 5 días que duró la disputa pública, tiempo en el cual Aristegui usó los micrófonos de MVS para cuestionar, atacar, presionar y amenazar a sus empleadores, los Vargas acudieron al mecanismo de dar su posición a través de spots emitidos en los cortes de sus estaciones, y en desplegados en los principales diarios nacionales.
Mientras, la familia Vargas acusó a Aristegui y su equipo de abuso de confianza, la conductora imputó a los propietarios de MVS de haber orquestado un golpe contra la libertad de expresión.
La confrontación entró en un terreno irreversible para ambas partes cuando la administración de MVS despidió el jueves 12 de este marzo a Daniel Lizárraga, coordinador de la Unidad de Investigación del equipo de la conductora, junto con el reportero Irving Huerta.
Lizárraga y Huerta fueron quienes armaron, entre otros asuntos, el reportaje de la llamada Casa Blanca de Angélica Rivera, esposa del presidente Enrique Peña Nieto –que abrió señalamientos de conflictos de interés en el en torno del mandatario–, y del asunto sobre el supuesto caso de explotación de edecanes como sexoservidoras por el líder del PRI capitalino, el dirigente de los pepenadores de la basura, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre.
Ayer, frente a MVS y rodeada de su equipo –quienes fueron igualmente despedidos por la empresa–, Carmen Aristegui habló de que lo ocurrido con ella y los suyos advierte que “en México se está viviendo un vendaval autoritario” y anunció que ella y su equipo darán “la batalla por la libertad de expresión”.
Aristegui acusó a los Vargas de haber “orquestado” el golpe a ella y su equipo porque “los despidos tienen todos los vicios de haber sido planeados con anticipación, con muchos recursos y con mucho poder, (y) por eso vamos a hablar con nuestro equipo y vamos a analizar cuál es la mejor manera de dar esta batalla, pero no les quepa la menor duda, la daremos”.
Y, contundente, agregó:
“Nuestros abogados nos dicen que (la familia Vargas) no tiene derecho a hacer lo que está haciendo, que vamos a dar la batalla, que es un atropello a la libertad de expresión y que hay un conjunto de irregularidades y de situaciones absolutamente denunciables”.
El viernes, al cerrar su programa matutino, Aristegui había advertido a los Vargas que rechazaba el despido de Lizárraga y Huerta, y que la empresa debía restituirlos en sus puestos porque esa era una condición irrenunciable para que ella y su equipo regresaran a trabajar el lunes.
Durante la noche del domingo la familia Vargas respondió a la exigencia y amenaza de Aristegui con su despido.
En el comunicado en que da a conocer el fin de su relación laboral con Aristegui, la administración de MVS indica:
“MVS Radio no acepta el ultimátum de Carmen Aristegui… Termina la relación de trabajo… La libertad de expresión se ejerce cabalmente en MVS Radio, tal y como ha quedado demostrado en el caso particular de Carmen Aristegui… La empresa continuará con sus servicios informativos.
“El día de hoy MVS Radio ha dado por terminada la relación de trabajo que tenía con la periodista Carmen Aristegui Flores, en virtud de que la periodista fijó como condición para resolver el problema que enfrentamos la reinstalación de dos de nuestros colaboradores. Es pertinente recordar que estos dos colaboradores fueron separados de sus cargos por haber comprometido el nombre de MVS, sin contar con facultades para ello y sin haberlo consultado previamente con la administración de la empresa.
“Lamentamos la posición de la conductora, pero como empresa no podemos aceptar condicionamientos y ultimatos de nuestros colaboradores. El diálogo, no se atiende imponiendo condiciones, sino escuchando a las partes y tratando de alcanzar acuerdos.
“En MVS Radio, trabajamos en equipo. La cultura de nuestra organización gira en torno a ese concepto, por lo que las actitudes individualistas no tienen cabida en nuestro proyecto. No podemos permitir que alguno de nuestros colaboradores pretenda privilegios en menoscabo de sus compañeros y mucho menos que pretenda imponer a la administración condiciones y ultimatos.
“Nuestros conductores y reporteros encuentran aquí un espacio propicio para desarrollarse profesionalmente. La libertad de expresión se ejerce cabalmente en MVS Radio, tal y como ha quedado demostrado en el caso particular de Carmen Aristegui.
“Por las anteriores razones, la administración de MVS Radio decidió dar por terminada la relación con la señora Carmen Aristegui.
“Lamentamos, sinceramente, el término de la relación laboral con la periodista Carmen Aristegui y le deseamos buena suerte en su desarrollo profesional futuro.
“A nuestros colaboradores, los invitamos a seguir trabajando en equipo y redoblar esfuerzos en un clima de armonía, respeto y responsabilidad.
“MVS Noticias refrenda su compromiso con la audiencia para que el ejercicio periodístico de nuestros medios, siga siendo abierto, plural y crítico”, concluye.
El contrapunto lo daría el lunes Luis Cárdenas, otro de los conductores de MVS, quien lamentó el desenlace del conflicto y el despido de Aristegui, pero aclaró que de ninguna forma fue este acontecimiento un atentado a la libertad de expresión.
“MVS no es solamente Carmen Aristegui”, indicó Cárdenas, quien subrayó que a Aristegui le ganó no la razón sino el ego y la soberbia.
Y consideró que el conflicto de la empresa MVS y la conductora fue un conflicto de índole empresarial. Y preguntó:
“¿Cuándo se censuró algo en el espacio informativo de Carmen Aristegui?, ¿Cuándo se censuró algo con respecto a la Casa Blanca, con respecto al caso de Gutiérrez de la Torre, con respecto a muchas otras investigaciones?”.
Dijo que su experiencia en MVS había sido la de un absoluto respeto a su libertad de expresión y de un apoyo constante en la realización de su trabajo periodístico.
“Yo creo que hay errores que, desgraciadamente, se hacen más grandes con la soberbia y con el ego. Los ultimátum no son una forma de diálogo, las amenazas no son una forma de diálogo… MVS no es solamente Carmen Aristegui. Esta empresa la hacemos muchos. En esta empresa laboramos muchísimas personas que, día a día, estamos comprometidos con la audiencia”, indicó.
ES SU CUARTO DESPIDO
Aristegui tiene ya colmillo largo en eso de los despidos. El primero –conocido-, ocurrió en noviembre de 2002 cuando su jefe en ese momento, el conductor Pedro Ferriz de Con la echó del Grupo Imagen por diferencias editoriales, se dijo.
De ahí fue a W Radio, una estación del Grupo Televisa, donde laboró al lado de Carlos Loret de Mola en el programa radiofónico “Hoy por hoy, y donde al parecer se enganchó como fan de Andrés Manuel López Obrador, a quien le abrió el micrófono aún después de que éste se declaró Presidente Legítimo. La empresa le rescindió el contrato porque la conductora no transmitía todos los cortes comerciales a la hora en que debía hacerlo y además su contenido informativo no era equilibrado. Desde entonces Aristegui tiene una disputa sin fin contra Televisa.
El 7 de febrero de 2011 fue despedida por MVS por haber violado el código de ética de la empresa. Y es que Aristegui había pedido con micrófono abierto el 4 de febrero de ese año, que el presidente Felipe Calderón dijera si era o no alcohólico.
Su petición la fundó en que el entonces diputado perredista Gerardo Fernández Noroña había colocado una manta en la tribuna de la Cámara de Diputados en la que afirmaba que el Presidente era un bebedor consuetudinario.
Luego de 15 días de actos de apoyo y de conferencias en que Aristegui sugería que había sido cesada a petición de Calderón, la familia Vargas decidió reintegrarla a su noticiero a partir del 21 de ese mismo febrero. Lo que nunca hicieron los Vargas fue desmentirse respecto de que Aristegui había violado el código de ética de la empresa.
El domingo los Vargas le aplicaron el segundo y al parecer definitivo cese.
Ahora ella habla nuevamente de dar una batalla por la libertad de expresión. ¿Qué significará eso?, ¿obligar a MVS a que la recontrate con todo y su equipo?
Creo que es de risa, ¿no?