Geo-radares que visten la realidad
¬ Claudia Rodríguez martes 3, Mar 2015Acta Pública
Claudia Rodríguez
No será difícil que en poco tiempo, militares y policías de nuestro país hagan uso de los geo-radares de penetración terrestre para encontrar fosas clandestinas.
Tampoco es para nadie una novedad que durante el sexenio calderonista se escucharan versiones respecto a que todo el territorio nacional se había convertido en un cementerio.
Lo peor de todo, es que eso no terminó con la administración del panista Felipe Calderón. Los desaparecidos y el hallazgo de fosas clandestinas es cosa de todos los días.
Así, que en lugar de avanzar en seguridad y en contra de la violencia, hoy lo que se hace necesario es contar con tecnología forense que permita agilizar la búsqueda de personas y la identificación de cuerpos en fosas ilegales.
Este tipo de aparatos de los que uno puede pensar los poseen sobre todo países desarrollados por su alto costo, en verdad los han tenido que venir adquiriendo gobiernos como el nuestro, con verdaderas crisis de seguridad e impunidad.
Empero, esta tecnología forense no es nada accesible hablando en pesos, pero tal vez la desconfianza que impera de la sociedad hacia nuestras instituciones haría factible la adquisición de los mismos.
Es penoso y triste que en lugar de que nuestro país crezca en número de posesión de tecnología enfocada a la educación, la cultura, la investigación y el desarrollo, sea más necesario por el momento contar con scanner geo-terrestres para la búsqueda de personas enterradas hasta seis metros bajo tierra.
Pero cuidado. No vaya a ser como hace escasos cinco años que nos timaron con la compra por parte del gobierno del denominado GT200, mejor conocido como la “Ouija del Diablo”, misma que supuestamente detectaba drogas y hasta bombas.
El fraude con cargo al pueblo de México, fue del monto de los 450 mdp y en el 2013, en Londres, Inglaterra, fue condenado a siete años de cárcel el creador del GT200, el británico Gary Bolton.
Sin embargo, hoy los geo-radares, como antes los detectores de mano deslizados entre la población civil en sus actividades cotidianas, no son más que el reflejo de que en México es muy fácil encontrar un destino fatal o adverso, pues decenas de mexicanos fueron acusados de portar droga con un aparato que no detectaba ni la temperatura ambiente.
Acta Divina…En el informe “Principales avances de la política de seguridad 2014” de la Secretaría de Seguridad, se advierte que los delitos cometidos el año pasado por la delincuencia organizada bajaron 32 por ciento respecto a 2013 y 54 por ciento respecto a 2012.
Para advertir… Entre geo-radares y detectores de bombas nos veamos.